Capítulo 20.

20.9K 2.5K 688
                                    

Cuento los minutos que quedan para que la clase acabe, necesito salir de aquí. Arthur me ha lanzado una que otra mirada mientras explica su clase. ¿A quién quiero mentir? No para de mirarme, eso me pone cada vez más y más incómoda. Doy gracias a Dios que nadie se ha dado cuenta de aquellas miradas porque si fuera así estaría en graves problemas.

Afortunadamente el reloj del salón anuncia que es hora de salir, introduzco rápidamente mi libreta y lápices en la mochila negra que siempre me acompaña; me levanto y cuando estoy a punto de salir el llamado de Arthur detiene mis pasos.

—Señorita Pirce, necesito hablar con usted un momento.

—Por supuesto, profesor German.

Realmente le estoy agarrando un poco de rencor. ¿Por qué no me deja en paz de una buena vez?

Esperando que todo el mundo salga del salón, me siento en una de los primeros asientos como la última vez, saco mi teléfono del bolsillo de mi pantalón para simular que estoy en un importante intercambio de mensajes, pero parece que Arthur no lo cree porque me arranca el móvil de las manos.

—¡Hey!

—Sé que no estás hablando con nadie, es demasiado obvio.

—¿Qué demonios quieres? Tengo que ir a casa, mi papá está de cumpleaños.

Una vil mentira, porque que yo recuerde papá estará de cumpleaños en septiembre, unos largos meses faltan para eso.

—Tu padre puede esperar.

—Mi familia nunca puede esperar, Arthur—porfío extendiendo mi mano—. Devuélveme mi teléfono.

—Está bien, te lo daré, pero quiero algo a cambio.

—¿Disculpa?

—¿Por qué no me das un pequeño beso, Eli?—masculla él acercándose como un depredador hacia mí.

—Estás chiflado.

—No cariño, estoy algo confundido. ¿Creíste que me iba a creer el cuento de que tienes pareja? ¡Por favor! ¡Le huyes a las relaciones! ¡Te ofrecí mi cariño desde hace tiempo y tú lo que hiciste fue rechazarlo!

—Vale, primero, yo no huyo de las relaciones. Segundo, Tyler si es mi pareja—¿Qué? Tengo que mentir un poco. Me alejo un poco de él colocando una de las sillas entre nosotros—, y tercero, no saldría con un profesor, nunca, jamás, ¿entiendes o necesitas otro sinónimo?

Ambos nos quedamos en silencio, Arthur respira profundo cerrando sus ojos me imagino tratando de relajarse, aún tiene mi teléfono en manos. Necesito que me lo dé para que de una vez por todas pueda salir de este lugar.

—Elizabeth, yo te quiero—dice él luego de soltar un sonido lastimero.

—Pero yo no Arthur. Eres un buen amigo, y te puedo querer de esa manera, pero ya otra persona ha tomado un lugar en mi corazón.

Admito que eso no está muy lejos de la realidad, Tyler si ha tomado un pedacito de mi corazón.

—¡¿Por qué sigues mintiendo sobre ese chico?!

—¡Joder, que no lo estoy haciendo!

Mi teléfono empieza a sonar en sus manos, a lo lejos pudo ver que el identificador de llamadas dice novio.

Esperen un momento, ¿novio?

Arthur me extiende el teléfono con un deje de dolor en sus ojos, él está herido y en cierta forma me hace sentir culpable. Él es una buena persona, me ha ayudado en diferentes ocasiones, lastimosamente para él, no he desarrollado otro sentimiento que no sea amistad y un gran cariño. Tomo el móvil deslizando mi dedo sobre la pantalla para contestar.

Abre tus páginas para mí  | Los Intocables #6Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα