Capítulo 21. La Graduación

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Dedicado a   @XionelaSalazar    gran amiga y fiel lectora! Y compañera de graduación! :) 


Capítulo 21.LA GRADUACIÓN 



Mientras su abuela la ayudaba a arreglarse el cabello, se masajeaba los pies cansados. No soportaría el acto completo en esos tacones. Los había medido y en realidad no median veinte centímetros, pero alguna magia maquiavélica operaba en ellos, estaba segura. Eran un instrumento de tortura.

Su abuelo había ido a buscar a Sai y a Val, mientras las mujeres se arreglaban. El día anterior, muy apenados le habían dicho a Samantha que no tenían que ponerse, la muchacha rodó los ojos y les dijo, que su mamá, por un momento casi dice «nuestra mamá», ya se había encargado de eso.

Thaly compró para Val un vestido Vinotinto oscuro, tradicional, como no sabía mucho de los gustos de ella, no se atrevió a comprar algo que quizás no fuese de su agrado. Para Sai, fue más sencillo, un traje azul marino oscuro y una corbata azul eléctrico. Samantha le había dicho que esos eran sus colores preferidos, pero sabía que debía comprar más ropa para ellos, incluso antes de que se mudaran. Lo bueno de Sai y de Val es que no sentían complejos por sus carencias, quizás los ponían en circunstancias difíciles, pero nunca se sintieron menos ni tristes por ello.

Cualquier funcionario de adopciones que le tocase evaluar la situación de los Adams lo aprobaría sin dudarlo. Había química entre todos, Sai y Val correspondían a esa familia, tanto como cualquiera de ellos; cerraban un círculo que no sabían que estaba incompleto. Y existía tanto amor por dar y recibir, que la relación fluía como un cauce de rio acostumbrado a pasar por el mismo camino toda su vida. Se pertenecían los unos a otros.

—¿Estás lista? Solo faltas tú —le decía Thaly a Samantha desde la sala.

—Ya voy.

Samantha estaba sentada en la orilla de la cama, viendo con malos ojos a los tacones. Sus pies se quejaban a gritos cuando los acercaba, y ella no tenía ganas de seguir siendo torturada de esa manera. Estaba meditando como solucionar esa situación cuando se le ocurrió algo disparatado.

Salió del cuarto con su toga negra puesta. Los ojos que la esperaban no se la esperaban vestida así, sin embargo, ella supo excusarse diciendo que estaba muy emocionada. Debajo de su toga escondía los tacones malignos.

Vio a sus amigos y no pudo resistirse a abrazarlos. No solo estaban allí, sino que se veían perfectos. Bershka como siempre no los defraudó, la ropa escogida se ajustaba a sus cuerpos como si hubiese sido un diseño exclusivo especial para cada uno. Val tenía un cuerpo de modelo, con la cantidad justa de curvas que le hacían aparentar más edad de la que tenía, el vinotinto la volvía una diva de pasarela. Sai en cambio lucía perfecto en su traje que le destaca la musculatura de su espalda con la caída de la chaqueta, el pantalón le otorgaba unos cuantos centímetros visuales de altura y la corbata resaltaba la intensidad de sus ojos y su cabello. Sai jamás luciría peligroso, vistiese como vistiese; pero algo en su mirada te dejaba claro que no era de los que tenía siempre buenas intenciones, y eso era lo que lo hacía sexy.

Su abuela tenía un conjunto lavanda que realzaba de forma agradable la palidez de su cara con un chal le daba un aire de elegancia atemporal. Su abuelo llevaba un traje de tweet gris, una pajarita lavanda que combinaba con el traje de su abuela y el pañuelo que le compró con su mamá del mismo color que el chal de Elia. Parecían una pareja de revista.

Pero fue su mamá la que le robó el aliento. Llevaba un vestido largo con corte de sirena que se ceñía a su cuerpo, suavizando sus curvas y destacando su pecho. Su cabello estaba recogido en lo alto, en un moño parecido al que llevaba Samantha. Con ese vestido, era una femme fatal.

Gemas de Poder: Sobrevivir Con PoderesOù les histoires vivent. Découvrez maintenant