Capitulo 21: ¿quien es Álvaro Herrera?

50.4K 2.6K 162
                                    

PROV. ALEX

-¿Qué? –logre articular, ella tenía la mirada puesta en sus manos que reposaban en su regazo, aún estaba pálida y por la forma que movía sus dedos, estaba nerviosa.

-Alex ¿recuerdas el día en el que me llevaste a tu departamento para pasarme apuntes? –hablo y por fin me miro, asentí invitándola a seguir. –ese día me preguntaste el porqué de mi actitud hacia los profesores. –me miro nuevamente. –bien, la repuesta tiene nombre y apellido: Álvaro Herrera.

-no entiendo ¿Qué pasa con Álvaro? y ¿Eso que tiene que ver con tu resentimiento hacia los profesores? –ella dio un largo suspiro.

-solo quiero ir a casa y recostarme en nuestra cama mientras me abrazas muy fuerte. –dijo mirándome con un puchero, suspire derrotado.

*****

Julieta dormía entre mis brazos, estaba aferrada con fuerza a mí mientras yo acariciaba su cabello, esperaba a que despertara, tenía muchas dudas que aclarar, ella había dicho que fue su primer amor, el recordarlo hacia que un dolor atravesara mi pecho y más dudas vinieran a mi ¿y si aún lo ama? ¿Terminaría conmigo? ¿Regresaría con él? ¿Qué lugar ocupa él en su corazón? ¿Podría yo superarlo? No estaba seguro de las respuestas y sé que suena egoísta pero no tengo en mente entregársela o al menos no tan fácilmente.

-sigues aquí. –dijo Julieta al despertar, en su rostro podía ver esa sonrisa que me volvía loco y se apretó a mí con fuerza, cierta parte de mi anatomía reacciono de inmediato, sabía lo que pasaría si esto seguía así por lo que intente alejarme. –no, no te alejes. –murmuro, en un rápido movimiento la tenía en horcajadas sobre mí. -¿Por qué cada vez que parece que vamos a ir mas allá de un beso te alejas? Estamos casados, es algo normal.

-precisamente por eso, nuestro matrimonio no fue normal, no había amor y no quiero que sea porque te sientas obligada o porque creas que es tu deber. Quiero que esto sea especial para ti, para los dos.

-pero ahora lo hay ¿Por qué me amas verdad?

-por supuesto que sí. –respondí rápidamente.

-entonces todo está bien, porque yo quiero esto y no es por obligación o sentido del deber, quiero hacerlo, o ¿soy tan poco deseable? –dijo con la voz quebrada y al borde del llanto.

-creo que la respuesta te la da cierta parte de mi cuerpo por sí solo. –respondí, ella miro mi entrepierna y se sonrojo al ver el bulto que tenía. –Julieta, soy un hombre y créeme que no sé de dónde saco fuerzas para contenerme y tú no me lapones fácil.

-entonces no te contengas.

-creo que volver a ver a Álvaro te ha alterado dime que paso, ahora no pienso dejar que trates de escaparte, no quiero secretos entre nosotros.

-pero no vale la pena hablar de él. –dijo haciendo un puchero en un intento de salirse con la suya.

-esta vez no voy a ceder Julieta, tal vez no sea importante para ti pero a mí me hace sentir inseguro. –ella me miro unos largos segundos y suspiro derrotada.

-bien ¿Qué quiere saber?

-todo. –respondí. -¿de dónde lo conoces? ¿Qué te hizo para que le hayas guardado resentimiento a él y a los profesores?

-seré breve. Lo conocí hace más de dos años, acababa de cumplir los quince. –dijo ya sentada a mi lado, mirando a la nada, recordando. –mis padres como regalo me compraron el piano que tanto les había pedido y me inscribieron a un curso de música en el colegio para poder aprender a tocarlo, mi profesor fue Álvaro, él era joven pero cuando lo escuchabas tocar te dabas cuenta del porque estaba ahí, enseñando, sin duda me deslumbro a mí y a muchas de sus alumnas y con el paso del tiempo nos hicimos inseparables, el comenzó a darme una atención especial, diferente que a las demás, era detallista y encantador, caí como una verdadera estúpida.

-¿Qué paso? –me atreví a preguntar al ver que no seguía hablando, ella me miro y se encogió de hombros.

-paso que creí en sus palabras, en sus juramentos de amor, le creía cuando decía que era la única, de verdad que lo amaba –sentí un pequeño dolor en el pecho al escuchar eso. –pero afortunadamente antes de cometer una estupidez abrí los ojos, lamentablemente de la peor forma, él estaba casado, por casualidad conocí a su esposa que por cierto tenía seis meses de embarazo pero eso no fue lo peor, mi mejor amiga, Berenice, también lo estaba y por su culpa murió al practicarse un aborto en un lugar que ni siquiera se puede llamar clínica y entonces el desapareció. –dijo limpiándose las lágrimas que había derramado. –El jugo conmigo y me amiga al mismo tiempo y quien sabe con cuantas más, pedí cambiar de colegio a mis padres y hubo un profesor que bajaba mis notas, Alex, intentó abusar de mi para poder subir mis notas, por eso trato de ser la mejor en todo. Sé que tal vez exagero pero es inevitable que me sienta insegura ante un profesor y tome esa actitud tan infantil, hasta que te conocí. –dijo entre hipidos tratando de controlar el llanto, la abrace y bese su cabello en un intento de consolarla pero más aun de controlarme y no salir a buscar a ese desgraciado y hacerle pagar todo lo que hizo.

-te prometo que yo siempre te voy a proteger, no voy a dejar que nadie te haga daño.

-lo sé, pero no lo quiero más en nuestra institución, no quiero que engañe a más chicas.

-por supuesto, me encargare que lo despidan.

-gracias. –murmuro, escuchamos el timbre de la puerta sonar. –yo voy. –dijo ella secando sus ojos, se separó de mí y salió de la habitación, yo la seguí.

-Julieta, tenemos que hablar. –escuche decir apenas abrió la puerta.

-infeliz. –dije al reconocerlo, sin pensarlo corrí y estampe mi puno en su cara provocando que callera al piso.

-¡no Alex, para! –grito Julieta poniendo sus manos en mi pecho en un intento de detenerme.

-¿pero qué demonios te pasa? –dijo el estúpido levantándose y limpiándose la sangre que salió de su boca, sonreí.

-pasa que no quiero que te vuelvas a acercar a mi mujer. –respondí tomando a Julieta de la cintura y pegándola a mí. –ahora largo de mi casa.

-¿eso es cierto? –pregunto mirando a Julieta, ella mi miro y sonrió.

-si. –respondió finalmente mientras entrelazaba su mano con la mía.

*****

Espero que les guste, se que es corto pero así es como yo escribo, también les pido paciencia, no puedo actualizar seguido por mi situación, tomar las terapias y recupérame lleva su tiempo y esto que hago es por placer y querérselos compartir, gracias a quien me comprende y me lo da a entender en sus comentarios. como siempre, bienvenidas nuevas lectoras!!!

les recuerdo que faltan Aproximadamente 2 capítulos mas y el epílogo y llegaremos al fin de esta historia.

NO SE OLVIDEN DE COMENTAR Y VOTAR!!!!

Mi querido profesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora