Capitulo 16: Un pequeño arranque de Ira.

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PROV. ALEX

-¿Qué ha sido eso? –le pregunte jadeante, aun no podía creer que ella me besara, pero lo había hecho, no estaba soñando, ella sonrió y se encogió de hombros.

-digamos que un simple ensayo. –dijo imitándome, recordando aquel beso que le robe y esta escusa tonta que invente.

-¿ensayo? –pregunte.

-sip, dices que cada vez que me besas me sorprendo pero tú has reaccionado igual. -Sonrió con suficiencia y me tumbo en la cama. –ahora necesito dormir, buenas noches. –susurro acurrucándose, escondiendo su rostro en el hueco de mi cuello, erizando mi bello con el tacto de su respiración y gracias a lo pegados de nuestros cuerpos sentí el latir de su corazón tan acelerado como el mío y una felicidad me inundo hasta quedar dormido.

****

Desperté buscando a Julieta en la cama pero no había rastro de ella, al llegar a la cocina la encontré preparando el desayuno, Jeff estaba sentado y con el babero puesto, la radio estaba encendida, se podía escuchar la canción “you and me” de “lifehouse” y sentí que la letra cobraba vida conmigo.

-papi. –hablo Jeff mirándome.

-¿papi? ¡Dios, me asustaste Alexander! –grito Julieta llevándose una mano a su pecho. –no cariño, él no es papá. –le dijo a Jeff.

-Claro que si lo soy. –hable tomando al niño en brazos.

-no lo eres. –susurro arrebatándomelo, decidí no seguir con la pelea en primera por que seguía feliz, en segunda porque es imposible ganarle a ella, es tan cabezota que siempre tendrá la última palabra. Julieta alimentaba a “nuestro hijo” y desayunaba a la vez, cereal con leche de fresa, si, lo sé, eso era un poco raro pero a ella le encantaba, por mi parte me serví en una taza de café y unas tostadas con mantequilla y desayunamos en total silencio pero con miradas que decían mucho.

****

-intentar ser cupido es agotador ¿podrías apurarte y enamorar a mi amiga ya? hay problemas. –me dijo Fabiola cuando me vio entrar al instituto, me había adelantado, ya que Julieta se estaba arreglando.

-¿Qué clase de problemas? –le pregunte preocupado.

-tu sabes que mi padre es el dueño de la agencia de modelaje. –asentí. –antes de que ustedes conocieran al tal Matt, lo hice yo y me pareció muy raro que preguntara por Julieta, mi papá quedo sorprendido de que no pusiera peros al firmar el contrato ya que siempre se reusaba a trabajar con una chica, pero hoy descubrí el porqué. –dijo atropelladamente. –siempre pensé que Mateo no sería un problema por su aspecto físico y Juli siempre lo veía como un amigo pero hoy que lo vi até cabos.

-no entiendo a dónde quieres llegar.

-¡Que Mateo es ese modelo! –grito exasperada, entonces lo comprendí todo, el por qué se la llevo cuando nos presentaron, el estar encerrados en el camerino y por qué le hablaba con tanta familiaridad. ¿Cómo pude ser tan estúpido? Si creía le dejaría todo tan fácil, se equivoca. -¿Qué vamos a hacer? Yo estaba pensando intentar ligármelo.

Mi querido profesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora