Mi querido profesor

Capitulo 19: un pequeño paseo, primera cita.

Hola!!!! se que muchas me querrán matar por el tiempo que estuve desaparecida pero de verdad que surgieron mil complicaciones, la principal: yo. ya saben que no me encuentro muy bien de salud (estoy cambiando de doctor) y para remate mi hermana mas peque se enfermo, mis 2 padres trabajan así que la que se queda en casa a cuidarla soy yo :( por lo que no tuve tiempo de actualizar mas que mi otra historia que ya tenia el cap terminado, aun las cosas no mejoran del todo así que de una vez aviso que no se cuanto tarde en volver a actualizar, aunque intentare que sea mas seguido, gracias a las chicas que me mandaron mensajes preguntando si me encontraba bien, de verdad que se agradece a amigas como ustedes (por que si les puedo llamar así ¿verdad?) mil disculpas!

NOTA IMPORTANTE: también quiero pedir un favor enorme ¿alguien tiene conocimientos de medicina? es para un proyecto y necesito asesoría para darles calidad, como una especie de recompensa le mandare adelantos de la historia ya que tendría que asesorarme en ciertas partes, quien pueda ayudarme se lo agradecería mucho.

PROV. ALEX

-es precioso. –dijo Julieta mirando el lugar. Estábamos fuera de la ciudad, era un campo lleno de flores color amarillo, lleno de vegetación que daban ese color verde intenso, un viento cálido y como única compañía una que otra mariposa,  en mi adolescencia solía venir en busca de un refugio y se que es seguro para Julieta y Jeff ya que no habría secuestradores cerca. Buscamos el lugar adecuado y colocamos el mantel para picnic y sobre este la canasta con la comida. ¿Quieren saber cómo legamos aquí?

*** UNAS HORAS ANTES***

Desperté nuevamente solo en la cama, el hecho de que Julieta no esté a mi lado me hace pensar que tal vez tuve un sueño pero la herida vendada de mi mano me decía que era real, aun podía sentir el beso de la noche anterior y me preguntaba ¿Qué hubiera pasado si nadie nos hubiera interrumpido? ¿Le habría hecho el amor? La respuesta era obvia, en ese momento estaba fuera de mí y ya no podía contenerme, solo quería sentir que era completamente mía, pero ahora con la cabeza (y otra parte) fría puedo estar seguro que eso sería un error, no era ni el momento ni el lugar indicado.

Aun con sueño ya que llegamos a as 4 de la madrugada de la fiesta y apenas eran las 10, me levante y me metí a la ducha para terminar de despabilarme, al salir un poco más despierto salí en busca de mi pequeña obsesión, por el pasillo podía escuchar música que no podía distinguir, al llegar al comedor la vi, estaba haciéndole cosquillas al pequeño que no paraba de reír.

-¿te eh despertado con la música? –pregunto al darse cuenta de mi presencia mientras tomaba el control del reproductor y le bajaba al volumen.

-no. –respondí, pensé en decir que que fue por sentirme solo pero no quería incomodar. -¿linki park? –pregunte señalando el reproductor de música que comenzaba a reproducir “in the end”, cambiando de tema, ella asintió.

-era el grupo favorito de mi papá y termino por gustarme. –respondió. De repente me sentí en un silencio incomodo en el que no sabía qué hacer, Julieta me miraba nerviosa, como si dudara en hablar, hasta que finalmente lo hizo. – Alex ¿Qué somos ahora?

-¿Qué? –pregunte un poco sorprendido.

-¿Qué somos? Me refiero a lo que paso anoche ¿Cómo debo tomarlo?

-bueno, si no me equivoco creo que anoche hice una especie de confesión en la que creo que no hubo un rechazo de tu parte así que si no estuviéramos casados ahora seriamos novios. –respondí. Ella asintió y se acercó a mí, rodeo mi cuello con sus brazos y me beso y ¡Dios! Que beso ¿Dónde había aprendido a besar así? Esperaba nunca obtener respuesta. Poco a poco soltó mis labios y pego su frente a la mía eh intentamos recuperar la respiración.

-entonces este beso es un buenos días. –dijo y se alejó para ir a por el niño que nos miraba muy divertido. Nuevamente había olvidado todo a nuestro alrededor. Entonces tuve una idea.

-salgamos a dar un paseo. –le dije, ella me miro interrogante. –bueno nunca hemos salido junto y ahora que somos una verdadera pareja deberíamos intentar recuperar el tiempo perdido, como una cita pero con Jeff, ya que hicimos las cosas al revés y nos casamos primero. –ella sonrió.

 -¿A dónde iremos? –pregunto.

-quiero llevarte a un lugar muy especial para mí, así que ponte ropa cómoda que será un picnic. –asintió.

-arreglare a Jeff y me cambiare ¿Qué quieres que prepare para comer?

*** FIN***

-¿Cómo has encontrado este lugar? –me pregunto mientas de disponía a morder un sándwich “vegetariano” y salchicha.

-cuando era el loco adolecente y me encontraba sobrio, tomaba una moto que me había comprado y salía sin rumbo, como a todo adolecente, me gustaba la velocidad pero sin querer derrape muy cerca de aquí, la moto no volvió a encender, camine en busca de ayuda pero no encontré a nadie, solo esto. –dije señalando a nuestro alrededor. –para encontrar tuve que caminar alrededor de 2 horas. Pero termine volviendo cada vez que quería estar solo.

-ya veo. –respondió, reímos al ver a Jeff intentando atrapar a una mariposa azul. Después de comer tranquilamente me dejo acostarme en su regazo, ella comenzó a enterrar sus dedos en mi cabello, era tan placentero. –sabes, me alegro que hayas aparecido en mi vida. –dijo de repente.

-creme que yo aún más. –respondí mirándola, ella miraba la nada.

-no, tu llegaste a mi vida y todo cambio, me diste protección, me devolviste a mi familia y me das amor. –dijo mirando al pequeño y después me miro a mi. –me aterra pesar que esto es un sueño y que cuando despierte no estés aquí, conmigo.

-eso nunca va a pasar. –respondí alzando una mano para acariciar su mejilla, ella se recostó sobre mi palma. –te amo demasiado para déjate sola, eres mi dosis diaria para poder seguir vivo. –ella sonrió dulcemente.

 -eso sonó muy cursi. –arrugo su nariz. –pero más te vale que sea verdad o no te lo perdonare. –dijo para después depositar un casto beso en mis labios. Después de descansar y dar un pequeño recorrido y jugar un poco, decidimos volver, salimos por una heladería, Julieta llevaba uno sabor vainilla y yo uno sabor fresa, Jeff no pudo comer por si queríamos dormir esa noche, lo llevaba cargando en mi brazo izquierdo mientras que con la mano derecha agarraba la cadera de Julieta.

-mira cielo, esa pareja me recuerda tanto a nosotros cuando éramos jóvenes. –escuche decir a una pareja de tal vez mas de 70 años edad, se veían aun tan enamorados que no pude evitar imaginarme de igual manera a Julieta y a mí así, después de haber tenido nuestros hijos, después de tantos años y aun tan enamorados, sonreí con la seguridad de que así sería en un futuro.

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se que es corto pero si mis cálculos no me salen mal, ya se aproxima uno largo y muy interesante, espero que les guste.

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