Capitulo 12: Recuerdos (parte 2)

65.6K 2.4K 116
                                    

PROV. JULIETA

Llegamos a casa y después de ver que Jeff se encontraba profundamente dormido, caminamos a “nuestra” habitación, los nervios me recorrieron de pies a cabeza aun estando consiente que solo dormiríamos. En cuanto entramos corrí al baño y me encerré, comencé a buscar mi ropa de dormir que según Fabiola (quien trajo todas mis cosas) la encontraría aquí, la busque por todos lados pero solo me encontré con un conjunto de lencería de encaje rojo, seguí buscando y solo encontré una camisa de Alex, tome mi móvil para llamar a mi “amiga” pero me encontré un mensaje que decía:

Disfruta tu noche de bodas, mañana llevare tu ropa, al fin ni la necesitaras esta noche. P.D.: No me llames, tendré mi teléfono apagado.

Genial, ahora que es lo que haría, no me podía dormir con el maldito vestido porque aparte de incomodo me apretaba y no podía respirar muy bien, después de pensarlo, no me quedo de otra que salir con esa lencería, afortunadamente tenía la camisa de Alex que me quedaba lo suficientemente grande para cubrir lo básico, tenía su perfume y sin querer recordé el beso de esta tarde, había sido tan… increíble, sacudí mi cabeza en un intento de desechar esos pensamientos, solté mi cabello y me mire en el espejo, mi rostro estaba rojo a mas no poder, después de un largo suspiro, salí.

-no es lo que piensas estúpido. –Dije al ver cómo me comía con la mirada ¿era realmente seguro dormir en la misma cama? –la estúpida de Fabiola me escondió mi ropa de dormir y esto es lo único que eh encontrado. –sin esperar algún comentario me metí en la cama dándole la espalda y quedando completamente en la orilla de la cama para evitar algún contacto, estaba completamente nerviosa, fingí dormir hasta que el sueño me venció. Estaba en un cuarto oscuro, estaba nuevamente en una cama, desnuda y atada, entonces lo vi, nuevamente sentí las manos de Oswaldo sobre mi piel, su mirada era lasciva, no quería que me tocara pero por más que me alejaba me alcanzaba, me asuste y me dio asco, quería a Alex, solo con el me sentía segura, grite su nombre con todas mis fuerzas y entonces unos brazos me rodearon brindándome seguridad, entonces desperté. -¿Qué es lo que haces? –pregunte.

-tenías una pesadilla, me nombraste y no quería despertarte así que pensé que si me sentías dormirías tranquila. –respondió como si nada, no me aleje, al contrario, recosté mi cabeza en su pecho olvidando por completo que estaba en ropa interior y con su camisa, el jugo con mi cabello, me sentí tan segura y cómoda, como si estar abrazados fuera habitual, del diario pero no lo era y entonces por mi mente pasaron imágenes de Alex con otras mujeres.

-Alex ¿Por qué nunca te has casado o tenías novia?

-¿tengo que responderla? –preguntó, ¡maldición! ¿La había dicho o pensado? Por un momento pensé en decirle que no, pero mi curiosidad era realmente grande, me separe de él para poderlo mirar.

-sé que es algo que no me incumbe, pero aunque falsa, soy tu esposa, no sé nada de ti y me molesta por que tú te metiste en mi vida y la conoces o al menos parte de ella y yo no sé absolutamente nada. –el pareció tener un debate interno en contarme o no, espere pacientemente.

-está bien, te contare mi vida. –soltó después de unos eternos minutos y acaricio mi mejilla. –esto es algo que prácticamente nadie sabe, todos piensan que soy hijo único pero no es así.

-¿tienes otro hermano? ¿Se fugó de casa o es fuera del matrimonio?

-en realidad es hermana, Jessica, pero no se fugó ni es hija fuera de matrimonio, hace 6 años que murió. –me miro y en ellos vi un profundo dolor y culpabilidad.

-lo siento, perdón por hacerte recordar esto, no tienes que contarme nada.

-no te preocupes, como ya te dije esto paso hace 6 años y estás en tu derecho de saber.

Mi querido profesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora