Capitulo 4: Primer día de trabajo.

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PROV. JULIETA

Estaba cansada, había pasado un día agotador, el reloj marcaba las 12 de la noche, tome entre mis brazos a Jeff y subí las escaleras para después entrar a su habitación, era azul cielo, perfectamente ordenado gracias a Rita, lo recosté en la cuna, lo cobije y le deje su oso de peluche preferido, encendí el interfono por si se despertaba en la noche, cerré la puerta con cuidado, camine por los pasillos hasta llegar a mi habitación, bostece cansada mientras me colocaba la pijama color azul turquesa, me metí en mi cama y caí profundamente dormida. El insistente sonido de la alarma me despertó, maldije para mis adentros, al levantarme de la cama y sentir el dolor más intenso que el día anterior en mi tobillo, desactive el despertador que marcaban las 6:10 de la mañana, bostecé adormilada y con mucho sueño me metí a la regadera, el agua tibia recorrer mi cuerpo me despertó, Salí, humedeciendo el piso,  camine en busca de una toalla, seque mi cabello y lo cepille, me coloque el uniforme, fui a la cocina y desayune con toda tranquilidad un vaso con leche y un poco de fruta picada, subí nuevamente por Jeff que estaba despierto, por suerte llevaba preparado su biberón, lo vestí, Javier ya nos esperaba ¡maldición! Se nos estaba haciendo tarde. Llegue a la preparatoria a las 8 en punto gracias a Javier que se había pasado uno que otro alto.

-¡JULIETA!  -dijo Isabela al tiempo que me jalaba a la mesa que compartiríamos esta ocasión -¿dónde te metiste ayer después de deportes? ¿Para qué te quería el profesor de literatura? me tenias muy preocupada. –decía eso más en su cara tenía una sonrisa picara en vez de preocupación.

-¿no te lo dijo Fabi? Me lesione el tobillo y él se percato, solo me llevo a la enfermería. Por cierto ¿Dónde está Fabiola? –pareciera que la hubiera invocado por que al mencionarla apareció por la puerta, quería reclamarle el que haber dicho a su padre que Alex era mi novio pero entro la profesora de Biología, aun no sabía cómo seguía ahí si estaba embarazadísima. La clase paso sin más, espere el timbre y cuando este sonó tome mis cosas y arrastre a Fabiola fura del salón, Isa nos seguía sin entender lo que pasaba.

-me podrías explicar ¿por qué dijiste semejante estupidez ayer? –le pregunte a Fabiola.

-hay no me digas que estas molesta, Juli, no podía decirle que era nuestro profesor, no es normal ver a uno con su alumna fuera del instituto ¿verdad? Además te hice un favor, es todo un bombón. –rodé los ojos.

-eres una exagerada, hay mejores.

-a ¿sí? ¿Cómo quien? –pregunto.

-como… -me quede pensativa, realmente no tenía a nadie en mente, no sabía que contestar, la campana sonó indicando el cambio de clase, sonreí, me había salvado la campana literalmente. –tenemos que ir a clase. -dije encaminándome al salón. Para mi mala suerte nos tocaba Literatura, busque el lugar más lejano al escritorio del profesor, no quería verlo, en esta ocasión fue Fabiola quien compartió mesa conmigo, el no tardo en llegar.

-buenos días. –dijo educadamente, me miro y una sonrisa malvada se dibujo en su rostro. –hoy haremos cambio de asiento y así se quedaran hasta que termine el primer parcial, yo los ordenare. Señorita Julieta, siéntese aquí. –dijo señalando la mesa que tenia frente a su escritorio.

-¿Qué no se supone que los alumnos de malas notas son los que ocupan ese lugar? Y yo que recuerde mis notas son perfectas –proteste.

-así es, pero también lo pueden ocupar los de mala conducta. –bufe y rodé los ojos, estaba por protestar nuevamente pero no me dejo. –no discuta mas, la quiero aquí para poder vigilarla mejor.

-¿tanto miedo me tiene? –sonreí maliciosa. –de ser así le aseguro que le irá peor. –no dije mas y fui hasta mi lugar asignado, lamentablemente mando a Isa y Fabiola hasta el otro lado del aula, tome un cuaderno y comencé a dibujar para matar el tiempo.

-señorita Julieta ¿me podría mostrar lo que está haciendo? –dijo arqueando una ceja, tome de mi lapicera un marcador y escribí sobre mis dibujos, levante mi cuaderno y le mostré la hoja, en ella decía con letra grande y muy bien remarcada la palabra “IDIOTA”, mordí mi labio con una sonrisa inocente, el hizo un gesto de desaprobación. –creí que nos estábamos llevando mejor.

-una pequeña charla no significa que yo lo haya aceptado profesor, además me divierte mucho molestarlo. –rodo los ojos.

-luego arreglaremos eso señorita Bennett.

-¡Julieta! –dije con una mueca, me ignoro y fijo sus ojos en la lista.

-Bryan Flint, compartirá mesa con la señorita Bennett. –rodé los ojos, Bryan enseguida se sentó a mi lado ¡genial! Me tocaba compartir mesa con el más grande idiota del salón, era alto, cuerpo musculoso, cabellos negros y ojos grises, el era de los típicos chicos que se creían la última Coca-Cola en el desierto, no niego que era atractivo pero su actitud desaparecía todo su atractivo físico, lamentablemente Isa estaba loca por él. Termino de asignarnos en una mesa se sentó en su escritorio, la clase casi se había terminado gracias a el cambio de lugar. –la clase está por terminarse, para mañana quiero de tarea un poema que les guste, tienen que saber quién es su autor. –la campana sonó, todos comenzaron a salir, yo estaba recogiendo mis cosas. –señorita Bennett, al finalizar todas sus clases quiero verla en la oficina de profesores.

-¡Julieta! –corregí molesta. –no puedo ir.

-tiene que reponer las clases que no tuvo el día de ayer, la Directora me ha pedido que sea yo, ya le eh pedido a los profesores los apuntes, la espero. –tomo sus cosas y salió, obvio no iba a ir, le pediría los apuntes a Isa, Salí, la siguiente clase seria Geografía.

-¿por qué no me toco a mi sentarme junto a Bryan? –dijo suspirando Isa, la clase había comenzado pero nunca poníamos atención al pobre profesor Roberto, su clase era súper aburrida, aun no entendíamos por qué no se jubilaba, tenía 60 años.

-con gusto te cambiaria de lugar pero el idiota de nuestro profesor no nos dejara.

-no te preocupes, pero investiga si tiene, facebook o twitter y si no es mucho pedir su número telefónico.

 -ni loca, no pienso entablar conversación con un tipo tan pesado. –ella suspiro con resignación, me conocía y sabia lo poco que toleraba a la gente como Bryan. Las clases terminaron, Fabiola se encamino a la empresa mientras yo pase por Jeff a la guardería. Javier me dejo hasta el camerino que me habían asignado ya que no podía con Jeff en brazos y la pañalera, en verdad le agradecía su ayuda, prometí llamarle para que pasara por mí al terminar el trabajo. Recosté a Jeff en la cuna que afortunadamente el padre de Fabiola había mandado traer al saber que lo llevaría conmigo.

-¿lista? –pregunto Fabiola emocionada.

-no, no tengo ni la menor idea de lo que tengo que hacer.

-solo relájate ¿sí? Para empezar te pondrás esta ropa y sandalias, esta marca de ropa es muy importante y quiere que tú seas su imagen, enseguida viene la maquillista así que no tardes. –dijo, antes de salir me entrego un gancho con un lindo vestido floreado color café, al finalizar el busto era suelto y me llegaba un poco más arriba de las rodillas, las sandalias eran de tacón en plataforma del mismo color, café, decorados con piedras, realmente me veía bien, la maquillista coloco un poco de maquillaje y arreglo mi cabello pero lo dejo suelto, Salí y estaba la escenografía en color blanco, encendieron las luces y un ventilador para dar un poco de movimiento a mi cabello, un fotógrafo mi pidió diferentes poses y después de unas horas y distintos cambios de vestuarios terminamos. Todos aplaudieron al finalizar el esfuerzo de todos, Salí con mucha dificultad al no poder con todo lo que llevaba, estaba marcando a Javier para que pasara por mi pero vi un auto deportivo negro que yo ya conocía, retrancado en él se encontraba Alex que en cuanto me vio sonrió.

UN POCO TARDE PERO AQUI ESTAN, GRACIAS POR COMENTAR! REALMENTE ESTABA DEPRE PERO SI, SIGUE ASI PROMETO ACTUALIZAR CADA TERCER DIA, POR FAVOR NO SE OLVIDEN DE COMENTAR.

Mi querido profesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora