PROV. JULIETA
Salí con mucha dificultad al no poder con todo lo que llevaba, estaba marcando a Javier para que pasara por mi pero vi un auto deportivo negro que yo ya conocía, retrancado en él se encontraba Alex que en cuanto me vio sonrió.
-en verdad eres una chica problema. –dijo quitándome la pañalera y metiéndola al auto.
-¿Qué demonios haces aquí? –pegunte.
-supuse que no pasarías a verme como te lo ordene así que Fabiola me dijo la hora en la que saldrías de aquí.
-no me gusta recibir órdenes. –mustie, me ayudo a entrar al auto.
-no me importa. –dijo al entrar al auto y lo puso en marcha, llame a Javier para que no se preocupara el camino fue en completo silencio hasta que note que el camino no era para llegar a mi casa.
-¿A dónde vamos? –pregunte.
-a mi departamento.
-oh no, vamos a casa, necesito dejar en un lugar cómodo a Jeff, hoy se la ha pasado llorando y un lugar desconocido no ayudara mucho.
-lo siento pero iremos a donde yo digo y hasta que no tengas los apuntes completos no te llevare a casa. –estaba molesta pero no tenía ganas de discutir mas, mire la ventana hasta que paro, el edificio era grande, tomamos el elevador y se detuvo en el piso 7, caminamos un pequeño pasillo y nos detuvimos frente la puerta con el numero 701, saco sus llaves y abrió la puerta, el departamento era perfecto, lo suficientemente grande para él, elegante, en tonos azulados y verdes, entramos a la sala y en ella había un mini bar, tomo todos los cojines del de los sofás y los tiro al suelo, lo mire extrañada, el se dio cuenta.
-ya que no tengo una cuna estoy improvisando. –rodé los ojos.
-te dije que me llevaras a casa. –negó.
-aquí me siento más libre de regañarte. –salió por un momento, yo termine de acomodar los cojines, unos minutos mas y el salió con un folder. –aquí están los apuntes ¿necesitas que te lo explique?
-no es necesario, lo más seguro es que yo te termine enseñando y no esto de ánimos para eso. –el bufó. Me senté en el suelo dándole la espalda al sofá y comencé a escribir sobre la pequeña mesa que estaba al centro de la sala.
PROV. ALEX
Ella se veía increíblemente concentrada escribiendo, de vez en cuando veía a Jeff y seguía, me ignoraba por completo, me estaba volviendo loco sin contar que no tenía nada que hacer.
-¿Por qué eres así con los maestros? –pregunte después de pensarlo mucho, ella dio un suspiro largo, cerro su cuaderno y me miro fijamente, pareció recordar algo pero después negó.
-ya sebes cosas de mí, ahora me toca ¿eres casado, soltero, viudo o divorciado? –se salió por la tangente.
-soltero.
-con novia.
-no, no tengo. –ella pensó por unos segundos.
-oh, ere gay. –creí que lo decía en broma pero su rostro se veía bastante serio.
-¡CLARO QUE NO! –me apresure a decir, si estuviera comiendo algo seguro me atraganto, ella comenzó a carcajearse ¡demonios! estaba jugando nuevamente conmigo.
-entonces ¿Por qué no sales con nadie? ¿Esperas a alguien? –pregunto nuevamente después de haberse calmado.
-eres muy curiosa ¿ya has terminado? –ella me miro por unos segundos.
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Mi querido profesor
RomanceJulieta, una chica de 17 años y huérfana, con un hermano de un año de edad del cual tendrá que hacerse responsable sin la ayuda de la herencia que recibirá cuando cumpla 18, conocerá a Alexander, su profesor de literatura, al principio se molestaran...