Capítulo 10: "No te odio"

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-Disculpen un momento, debo hablar con él -dije interrumpiendo el tenso silencio.

Tomé a Ryan por su musculoso brazo –pues debía admitirlo-, y lo arrastré lejos de la fogata, donde no pudieran oírnos. Entonces noté las miles de veces que recorrí el bosque en menos de un día. Como por ejemplo para hablar con Brian, porque me arrastró su amigo "El ex cara de piedra" y sin fin de situaciones. 

-¿Qué sucede? ¿Por qué me has sacado de allí?

-Oh, vamos, seguramente te hubieses lanzado sobre él, a mí no me engañas.

-No lo iba a hacer, es mi amigo de todas formas.

-Ryan, discúlpame por ser una entrometida... -comencé a decir sabiendo que luego me arrepentiría -, Ya no puedo soportarlo más... Brian y tú han peleado, bien, hasta ahí lo entiendo ¿Dónde quepo yo en esta situación? Y ni pienses actuar diciendo que no es así, no soy estúpida, estoy muy en medio de esta situación, puedo notarlo.

-Mira Amy...

-Sí... Sí... Es algo entre Brian y tú… ¿Pero sabes? Hubo un momento en el que decidí olvidarme de todo esto, era un problema de ustedes y no debía entrometerme pero más tarde me di cuenta de que cada vez que estaban en frente de mí, pasaba algo extraño. Dime la verdad ¿Me odian? – bueno, era la única suposición que podía tener en ese momento.

-¿Odiarte? Vamos Amy, no tenemos doble cara -respondió como si fuera obvio.

-Lo sé pero... -suspiré y me senté en el césped bajo la noche.

Él continuó mirándome de pie, a un metro aproximadamente hasta que me recosté. Observé las estrellas y constelaciones, lo tenía en mi lista de "Cosas por hacer en la reserva" Solo que casi nunca se me presentaba la oportunidad de estar en el bosque por la noche o se me olvidaba. Ryan pareció relajarse y se recostó a mi lado rompiendo toda distancia que nos separaba. Brazo con brazo. 

-No te odio –susurró-, quizá te haya dicho algún par de cosas... -le interrumpí.

-Si claro... Un par... -momento sarcástico de mi parte.

-Bueno, bueno... También he roto tu teléfono, que por cierto repondré una vez que volvamos, te he perseguido por el bosque, hemos terminado en el agua, has saltado desde un árbol y terminamos aplastados en el césped...

- Olvidaste que casi me atropella un auto por tu culpa, se ha arruinado mi pijama favorito -lanzó una sonora carcajada.

-Hemos vuelto a jugar un partido de fútbol americano y sin fin de cosas más en tan poco tiempo, pero el punto de recordar todos los acontecimientos de esta larga semana, es que no te he odiado en ningún momento, ni siquiera de pequeños, quizá me gustaba molestarte un poco y no puedo negar que es divertido pero no te he odiado ni lo hago...

-Ryan... -mi corazón volvió a latir otro poco más y nos observamos aún recostados en el césped-, yo tampoco te odio ¿Sabes? Incluso aunque hayas arruinado muchas cosas esta semana, no te odio.

Reímos silenciosamente y en cuanto me voltee a mirar de nuevo las estrellas, la imagen de Brian se cruzó por mi mente. Sí, quería saber de nuevo que es lo que sucedía y que tanto estaba involucrada. No me odiaban, bien... Otra IMposibilidad se cruzó en mi cabeza, quizá los dos peleaban por mí pero ¡Vamos! Soy Amanda O'Donnell, no Amanda Seyfried, no soy tan atractiva como para despertar a dos adolescentes de mi edad y se peleen de tal forma… Sin embargo, al cabo de un momento, caí en la cuenta de la situación y quise golearme por no haberlo notado antes.

Alisson, ambos peleaban por ella, hasta que recordé que Brian era su primo. Me iba a volver loca supuse, pues ya lo venía diciendo miles de veces. Quizá debía cambiar mi investigación a Alisson ¿No? ¿Es decir  que en ningún momento estuve involucrada? ¿Y si me decían que sí era para que no sea insoportable? Creí que todas las piezas estaban poniéndose en su lugar pero había un problema... Pensar que a Ryan le gustaba Alisson me hace sentir bastante mal.

-¿Alisson y Brian son primos de sangre? -pregunté rompiendo el silencio entre ambos.

-Creo que no, Brian siempre ha sido bastante reservado sobre su familia pero por lo poco que se, creo que los padres de él y Alisson, son hermanastros y ellos no vendrían a ser primos de sangre -respondió concentrado en las constelaciones.

-Ya veo...

-¿Por qué esa pregunta tan repentina?

-Curiosidad...

-Oh...

-¿Tú crees que Alisson es bonita? -tenía que preguntárselo.

-Supongo.

-¿Supongo?

-Conozco a alguien más bonita que ella.

-¿En serio? ¿Quién es?

-No importa.

-¿Qué? No puedes dejarme con la intriga -dije actuando la tristeza mientras él sonreía de lado.

-Ahora te carcomerá el cerebro la curiosidad -masculló entre risas.

Así que Ryan tenía a otra chica más bonita que la propia Alisson, que era más una muñeca que una persona, muy encantadora ¿Quién era la suertuda si no era ella? Sí, eso mismo acababa de mencionar... Hacía un rato me había puesto a pensar en mis reacciones extrañas ¿No lo eran? Querer tenerlo cerca, hablar, mi corazón latía fuerte cada vez que me tocaba o se acercaba demasiado, tenía una manada de mariposas en mi estómago, me preocupaba por él aunque no lo demostraba mucho y me dolía pensar que estaba tras Alisson o la chica misteriosa. Era estúpida y torpe pero veía muchas telenovelas y leía infinidades de libros románticos. Esto era exactamente lo que sentían variadas protagonistas con el chico del cual se relacionaban ¿Quizá me estaba sucediendo lo que ellas? ¿Quizá me estaba sintiendo atraída a mi ex pesadilla? No podía negar que algo sucedía en mí porque él era bastante atractivo si soy franca. No era que me había fijado ahora, desde pequeños siempre había sido un chico bastante guapo a decir verdad, con su cabello medio largo castaño y ojos sumamente hipnotizantes café -aunque ya lo había dicho antes-, su cuerpo bastante tonificado y su altura prominente. Solamente me ponía de pelos su actitud repulsiva hacia mí, aunque me había dicho que no me odiaba, ve a saber por qué sucedía ¿No?

Alrededor de una hora sin interrupciones, reímos y buscamos estrellas, algo que realmente amaba. Me enseñó un par de cosas sobre astronomía que desconocía e hicimos dibujos con algunas de ellas mientras las uníamos con la imaginación. La habíamos pasado bastante bien a decir verdad, luego de decirnos que no nos odiábamos. Algo había cambiado y… bastante.

Más tarde cuando volvimos a la fogata con Alisson y Brian, nos invadieron de preguntas, sobre por qué estuvimos tanto tiempo fuera. Ella estaba tapada con una manta -no hacía frío, por favor...-, y él comía su malvavisco que supuse que era el número veinte. 

-¿En dónde estuvieron?

-Hemos paseado y nos detuvimos a ver las estrellas ¿A que no están hermosas? -mencioné emocionada.

-¿Quieres comer un malvavisco? Puedes sentarte junto a mí -dijo Brian sonriente. 

-No, gracias, estoy cansada y me iré a dormir, pero te lo debo -respondí amablemente ¿Podía ser que antes sentía algo por él pero ya había desaparecido? Claramente, aunque no creía en eso de que en un parpadeo uno se desenamoraba, quizá mis sentimientos habían cambiado de dirección… o no… Realmente estaba confundida.

Fui sin esperar respuesta y alejándome de Ryan, a mí tienda. Tenía que pensar mucho en mis nuevas conclusiones sobre él, mis sentimientos, la "Supuesta" pelea de ellos por Alisson y muchas cosas que andaban revoloteando por mi cabeza. Abrí la cremallera sin precaución de despertar a los adultos porque ellos estaban en la casa rodante de los Hunter hablando y riendo luego de caerse lo suficientemente bien. Tomé el enorme almohadón y sin molestia a mi ropa, me recosté sin pijama. La montaña de maletas las habíamos quitado ya que nos habíamos acostumbrado a estar juntos en la misma tienda, aunque eso no hacía que nos habláramos en esos momentos, solo dormíamos. 

Una vez que dejé que mi mente se pusiera en marcha, cerré mis ojos y caí profundamente dormida, sin oportunidad de analizar las cosas. Estaba segura de que me encontraba sumamente agotada, me habían estado llevando de un lado a otro.

En el sueño caminaba felizmente por el borde del precioso lago en un bello atardecer. Las aves pasaban por encima de mi cabeza y cantaban bonitas melodías. En mi mano sostenía un libro y llevaba puesto un vestido de seda bellísimo, color blanco por sobre las rodillas. Era suelto y veraniego, muy femenino para mi gusto pero era muy cómodo y realmente me encantaba. Estaba sola para mi sorpresa y sin duda me pregunté por mis adentros: "¿Dónde estará Ryan?" Me extrañé de mi misma pero me sentía vacía sin él allí, en nuestro lugar. Me senté sobre el tronco de siempre y comencé a leer, aunque no sabía muy bien que era, solo lo hacía y no le prestaba la más mínima atención. Hasta que frente a mí, cuando levanté la vista de la lectura, me encontré con ambos chicos, Brian y Ryan. Vestían unas camisas veraniegas a cuadros con vaqueros claros. Me centré en mirar a cada uno pero los dos me sonreían como niños, esperando a que yo hiciera algo que como estaba claro, no tenía ni idea. Dos adolescentes atractivos frente a mí... Supuse que era una chica que produciría envidia luego, claro que no quería que sintieran eso por mí... Justo cuando iba a levantarme, uno de los dos se acercó, pero su figura era una sombra. No pude reconocer quien fue, ya que el otro desapareció. Solo se acercó a donde me encontraba, se inclinó y me besó en un pequeño roce.

Abrí los ojos lentamente, ya algo aturdida y sentí que la luz de un nuevo día iluminaba a mi alrededor. Los pájaros cantaban como en el sueño y el olor a bosque embriagaba mis fosas nasales. De repente sentí una leve respiración en mi rostro y cuando me percaté, estaba besando a Ryan mientras él dormía plácidamente. Di un respingo silencioso para que él no se despertara y me senté en mi saco de dormir aturdida. Toqué mis labios y me dije a mi misma: "Mi primer beso... Con Ryan Cooper"

Tenías que ser tú... © [#TQST1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora