Tenías que ser tú... © [#TQST1]

Capítulo 9: "Y la curiosidad crece"

Estupefacta y sin comprender nada, me acerqué a Ryan.

-¿Qué está sucediendo aquí?

-Nada por lo que debas preocuparte.

-Bonita respuesta -respondí sarcástica, casi en un susurro.

Los tres nos sumergimos en un silencio. Ryan y yo debido a la situación inesperada que acabábamos de presenciar, pero Brian parecía pensar en algo muy importante, además de tener la mirada sobre mí. Comenzaba a inquietarme.

-Emmm... Bueno... Creo que iré a recoger leña para esta noche -murmuré.

-Te acompaño, quiero conocer un poco el bosque -se apresuró a decir Brian.

-Amy -me voltee sorprendida por el tono autoritario de Ryan -ya he conseguido leña, no hace falta que vayas.

Me tomó por la muñeca seriamente y comenzó a arrastrarme por un sendero, alejándonos de  Brian.

-Dame un minuto -le grité al chico desde lejos.

-Aquí no nos oirá... Si él te dice cosas bonitas, no te le acerques, si se pone meloso, mucho menos y si se te acerca demasiado, grita mi nombre.

-¿Y si no estás?

-No te preocupes... Estaré.

Mi espalda tocaba el cuerpo de un árbol y él se encontraba enfrente de mí casi acorralándome sin intensión. Apenas terminó de decir esas palabras y apoyó su frente en mi hombro mientras colocaba una mano en el árbol. Quedé plasmada pero no me lo quité, sabía que estaba con un embrollo en su cabeza, porque su mejor amigo con el cual había peleado se encontraba a unos cuantos metros de aquí. En un principio no me animé a preguntarle el por qué me advertía todas esas cosas imposibles de Brian, pero luego no soporté la curiosidad.

-¿Por qué no puedo acercarme a él?

-Es peligroso.

-Oh, vamos... ¿Qué me podría hacer Brian?

-Nada que tú realmente quieras pero que si tiene suerte, podrías llegar a querer...

-¿Qué?

-Quizá te haga ilusionar cuando en realidad solo está jugando contigo, o quizá necesite obligarte.

-¿Hablas en serio? ¿Brian haría algo como eso?

-Sí, soy su mejor amigo, lo conozco -se produjo un silencio incómodo.

-¿Tienes idea de por qué ha venido? -fue lo único que se me ocurrió preguntarle.

-Es por algo de lo que hemos hablado pero no te preocupes...

-Ryan...

-No te preocupes, en serio, es algo entre nosotros.

No me lo tragaba ¿Entre ellos? ¿Y por qué esos cambios de humor repentinos en él y ahora la llegada de Brian? 

-Hay algo que no quieres decirme... pero puedo ser de ayuda.

-Cuando necesite de ti, te lo haré saber... Tú solo has lo que te advertí.

Me lo dijo de una forma que me hizo enrojecer. Suerte que estaba de cara en mi hombro y no podía verme. Estaba muy nerviosa, demasiado y él corazón me latía a mil por hora. Supuse que Ryan lo sentía pero ¿Qué más daba en ese momento? 

-Creí que todo estaría bien, maldición... ¿Tú te has dado cuenta de que he peleado con él?

-Lamento informarte que se nota a kilómetros de distancia.

-Oh...

Dio un largo suspiro y se sintió más pesado. Claramente, verlo a Brian en este lugar le bajó todas las energías que tenía. Lentamente pasé mi mano por su cabello, acariciando las puntas sin definir, quizá se calmara de esa forma porque aunque no lo demostrara conmigo, estaba furioso.

-Tú... -comenzó a decir lentamente, pero fue interrumpido por otra voz.

-Siento sorprenderlos pero Ryan... Mi padre quiere hablar contigo -dijo Brian desde un lado del árbol.

Rápidamente nos separamos dando un respingo. Ni siquiera nos miramos, ya que en frío y volviendo a la realidad, eso había sido bastante vergonzoso.

-Amy, si quieres podríamos hablar un momento mientras paseamos ¿Te parece?

Ryan me observó de reojo y asentí. Fue para ambos esa afirmación. Le indiqué a Ryan que estaría bien, que no aceptaría nada extraño y que no dejaría que me obligue, sin embargo, creía que era absurdo lo que me había advertido.

-Vamos entonces.

Nos alejamos. Estaba nerviosa, muy nerviosa. Nunca había imaginado estar tan cerca de Brian, ni siquiera hablar con él pero... Aquí estábamos, en el medio de un bosque... solos. 

-Recién... ¿Interrumpí algo muy importante? -preguntó rascándose el cuello mientras que tenía la mano sobrante en el bolsillo de su pantalón y la camisa se levantaba un poco, mostrando piel. Una postura que habría matado a más de una chica, pero no fui la excepción... Eso me había hecho enrojecer.

-Claro que no... Solo... Em... 

-Te entiendo, se dejaron llevar.

-Sí -sonó más a una pregunta a lo que él rió cálidamente.

-¿Sabes? Ryan ha sido mi amigo desde pequeños aún con su carencia de expresión -reí ante esas palabras de las cuales estaba de acuerdo-, pero nunca lo había visto tan enfadado como ahora ¿Ya lo sabías? Nuestra pelea...

-Lo he notado pero... no sé nada de lo que les ha pasado. Sé que son cosas entre ustedes y no me parecería correcto entrometerme.

-Sé que no intentas hacerlo, solo buscas ayudar ¿No?

-Claro -respondí afirmando en una sonrisa.

-De todas formas, no es algo muy importante... No te preocupes por nosotros, en especial por Ryan.

-¿Qué? No me importa Ryan... Bueno, un poco pero... No como tú piensas...

-¿Y cómo pienso yo? -pregunto enarcando sus cejas.

-Supongo que... -fui interrumpida por pisadas.

-No me ha llamado nadie -masculló Ryan secamente por detrás de nosotros-. Tu padre no quería hablar conmigo.

-Qué extraño, quizá me confundí.

-Volvamos -dijo Ryan acercándose a nosotros y tomándome de la muñeca con fuerza. Estaba bien, lo comprendía y todo... ¡Pero tampoco era una muñeca de trapo!

-Espera, estaba hablando con Amy.

-Ella tiene que descansar ahora, luego continúas.

-Hey ¿Quién eres? ¿Su padre?

-No, alguien que se preocupa por ella.

Clavé la mirada a Ryan y me sonrojé ¿Qué se preocupaba por mí? Las mariposas amenazaban con perforar mi estómago y no sabía la respuesta. Supuse que solo lo decía para sacarme de allí, que solo había sido una excusa. Su apriete disminuyó y me deslizó a su lado.

-Bueno, parece que continuaremos hablando más tarde Amy, me ha encantado tu compañía -sonrió y fue inevitable no devolvérsela.

-A mí también me ha gustado mucho pasar un momento contigo, pronto hablaremos -respondí tímidamente. Intentaba buscar las palabras justas, es decir, Ryan me estaba tomado de la mano y mi corazón estaba a punto de salirse de mi pecho.