Abrázame

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El capítulo que muchas estaban esperando :D El tema de hoy es Bangie!! <3 

Abrázame

Otra carcajada volvió a escapar de su garganta, fue inevitable como las otras quince que llevaba en toda la mañana junto a Lucas. Jamás pensó que fuera tan divertido, sarcástico y tan atento al mismo tiempo. Era todo un monumento que estaría dispuesta a observar por horas y horas.

Iban de camino a la cafetería, hombro con hombro. Se sentía tan natural y al mismo tiempo inexplicable estar caminando tan juntos, como si toda la vida lo hubiesen hecho. Eso pensaba Elinne y eso pensaba él.

Cualquier lugar se sentía especial. Esos largos pasillos llenos de adolescentes, aquellos rincones del aula, el parque de diversiones de ayer por la tarde, esa banca de fierro negro y frío que le congeló las manos, para que después él las calentara.

Elinne le echó una rápida mirada.

Contempló como ese cabello tenía un intenso brillo, que dejaba claro que pasaba la mayoría del tiempo bajo el sol. Ella apostaba que su piel fue más blanca años atrás y su cabello más negro. Quizá también un poco más robusto. Por eso le dijo que sus padres habían insistido que hiciera ejercicio, iniciara con los deportes, por lo que Lucas así lo hizo. Participó en todo, desde atletismo hasta futbol americano, que era lo que actualmente le satisfacía.

El día de ayer, en su cita, Elinne estaba casi por completo segura que él había insinuado que jamás se había sentido atractivo. Quizá por el hecho que su imagen mental sobre sí mismo era la del pasado. Pero viéndolo ahora, era tan guapo. Sin embargo, era tan encantador que aunque no hubiese sido así que guapo, ella se hubiese enamorado de igual manera.

–¿Y sabes qué fue lo mejor de ayer? –Le preguntó un Lucas sonriente.

–¿Qué?

–Tú –Le dio un ligero toque en la nariz. Y pasó un brazo con detrás de su cuello, atrayéndola.

Elinne se embriagó con el olor de su perfume.

–Mentiroso –bromeó para no sentirse abochornada pero su corazón era al único que no podía controlar –. Creo que lo mejor fue cuando ganaste ese enorme elefante.

Lucas hizo una expresión de dolor.

–No puedo creer que me haya costado diez intentos lograr tumbar ese tonto pato. 

Elinne recordó cuánto esfuerzo empeñó para regalarle aquel elefante. Gastó tanto dinero, tantas energías y autoestima, pero al final, todo valió la pena por ver esa enorme sonrisa de satisfacción. Volvió a revivir aquel momento, cuando le dijo que cerrara los ojos y le diera sus manos. En ese instante pensó que sólo le daría aquel peluche, pero le dio algo más…

Le dio un beso.

Un rápido y fugaz beso antes de que casi la asfixiara con un abrazo.

–Tenemos que repetir ese día –dijo ella suspirando.

–No, no quiero repetirlo –respondió él. Y por poco a Elinne se le doblan las piernas  –. Quiero que sea mejor. Y el día siguiente mucho mejor. Y el siguiente del siguiente muchísimo mejor.

Él no mentía y ella lo sabía. Se adoraban.

Escondiéndose detrás de un gorro y guardando la sudadera negra de Byron debajo de una larga gabardina, Angie avanzó hasta el estacionamiento del colegio. Contempló con nostalgia aquellos edificios que hace semanas visitaba, aquellos pasillos en donde corría y aquellas aulas donde fingía poner atención. Eran días gloriosos comparados con los que ahora vivía en aquella escuela pública, con un montón de rufianes y gente rara sin sentido de la moda.

La bizarra familia ClarksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora