Mi dulce desconocido

¿Herondale o Lightwood?

-Jace ¿tú sabes qué es lo que planea Isabelle? -preguntó Alec sin entender porque su hermana parecía tan tensa.

-No lo sé -contestó el rubio encogiéndose de hombros y en realidad es que no lo sabía.

Después de todo, Isabelle se había abstenido de contarle lo que planeaba a Jace ya sabía que el rubio terminaría diciéndole a Alec que le harían una fiesta sorpresa, entonces dejaría de ser sorpresa.

-Yo ya no entiendo a Isabelle -se quejó Alec encogiéndose de hombros -esa chica es imposible.

Jace rio burlonamente.

-Sí, seguro, porque tú eres muy fácil de comprender -dijo Jace con sarcasmo. Alec frunció el ceño.

-Soy más fácil de entender que Isabelle.

Jace pareció pensarlo por un segundo antes de asentir.

-Sí, tienes razón, definitivamente eres más fácil de tratar que Isabelle.

-Además Jace, tú no puedes decir nada, eres más complicado que Isabelle y yo juntos.

-Alexander ¿por qué siquiera estamos hablando de esto? Parecemos chicas.

Alec rio tirándose de espaldas en la cama de Jace.

- ¿Qué demonios te sucede hoy? -preguntó Jace arqueando las cejas. Alec sonrió brillantemente.

-Lo he pensado mucho y me siento tan vacío, siempre que pienso en él no puedo dormir, no puedo respirar, extraño sus besos, sus caricias, extraño que me encante para dormir, extraño demasiado Magnus, así que lo he pensado esta noche iré a visitarlo, quiero hablar con él -Jace sonrió espléndidamente, orgulloso de su hermano y asintió energía -quiero arreglar todo con él, no importa lo que haya en el pasado, lo único que sé es que quiero vivir mi futuro junto a él.

- ¿De qué hablan? -preguntó Isabelle entrando a la habitación.

Alec le hizo señas a Jace para que no le contara nada a Isabelle, por más que amara su hermanita, sabía que ella no podría guardar el secreto, sí, probablemente se le escaparía decirle a Magnus, quería que fuera una sorpresa.

Jace lo entendió inmediatamente y se encogió de hombros.

-Alec quiere salir esta noche a comer en Taki's.

-Oh no Alexander, por supuesto que no, yo ya tengo planes para ti, así que primero iremos de compras, tienes que lucir estupendo para esta noche.

-Izzy, tú has dicho que era mi día especial y quiero decir yo qué hacer.

Isabelle hizo un puchero.

-Por favor, por favor, por favor acompáñame.

-No lo haré Isabelle y no podrás convencerme de lo contrario -dijo el chico con firmeza.

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No puedo creer que me hayas convencido de esto se quejó Alec.

Saberle sonrió alegremente caminando por todo el departamental de caballeros buscando la ropa perfecta para su hermano.

-Vamos Alexander, no seas tan amargado, esta será una de las mejores noches de tu vida.

-Pues sí, eso tenía planeado -gruñó por lo bajo, aunque Isabelle escuchó el murmullo del chico y se giró para verlo.

- ¿Que has dicho? -preguntó mientras ponía las manos en su cadera. Alec alzó las manos con temor.

-No he dicho nada, lo siento.