Mordida ©

10. Perfecto.

10. Perfecto.

POV's Harry

Traje a Lea hasta mi lugar preferido, el lago de Norch. La verdad, no se porque demonios la traje, pero quería que me acompañará. Quería saber mas de ella, quería saber sus secretos, sus temores, sus gustos. Quería saber, conocerla. Porque, vamos, es preciosa.

¿Que? ¿Yo pensé eso? No, claro que no, solo la traje para tenerla cerca para ver que efectos tenia la mordida sobre ella, bajo la luna.

 Así que cállate estúpido cerebro.

Ja, claro, ¿y por eso eres tan cariñoso con ella? ¿por caridad, o que?

Arg, no, sé que no es así. Solo lo hago para ser amable, para que se sienta bien conmigo y no se aleje y así poder controlarla. ¿Esta claro?

Sonrío y niego con la cabeza, no puedo creer que este discutiendo conmigo mismo. ¿Hace cuanto no lo hacia? Ya ni lo recuerdo.

—Llegamos—le avise a Lea que mira para todos lados confusa, ya que estamos en medio del bosque.

—Em, ¿donde se supone que estamos?—puedo notar que esta nerviosa. Y quisiera saber, en este momento, que es lo que esta pensando. Tal vez piensa que la podría secuestrar y hacerle quien sabe que, matarla, morderla, beber su sangre...

Ah, no, eso lo pienso yo..

—No te haré daño si es lo que piensas—le sonrío a medias y ella larga una risita—Vamos, te mostraré.

Bajo del auto y me apresuro en abrirle la puerta. Ella toma mi mano y baja cuidadosamente.

Caminamos un par de metros por medio del bosque. Mis pasos son ligeros y Lea se apresura en seguirme. Lo único que se oye es el crujir de las ramas bajo nuestros pies. El viento sopla bastante fuerte ahora, haciendo mi pelo para atrás y Lea se abraza a ella misma tratando de calentarse. Su aroma humano se siente mas fuerte en el aire, al revolversele el pelo. Es exquisito, pero tengo que tratar de no oler o esto se pondrá feo, muy feo..

—Am.. ¿Harry?

—Si—le digo mirándola directo a sus ojos celestes.

—¿Que edad tienes?—pregunta agachando la cabeza—Es que nunca te lo había preguntado..

No se si reírme o salir corriendo o que hacer. Sabia que esa pregunta llegaría y tengo que tratar de que mi cara sea lo mas tranquila y convincente posible. 

—Veintiuno—contesto ligero metiendo mis manos en los bolsillos de mi pantalón—¿Y tú? Creo que tampoco te lo había preguntado.

—Veinte.

—¿Y tus padres?—le pregunto curioso y no sé por que lo hago.

—Murieron cuando era pequeña—dice rascándose la cabeza incomoda y quiero que me traje la tierra ahora mismo.

—Lo siento—miro hacia el costado. Idiota con mayúscula eres Harry.

—No, ya ni siquiera los recuerdo. Era un bebé. Mis abuelos maternos me criaron desde entonces.

—Menos mal que los tenias a ellos entonces.

—Si—una media sonrisa adorable surca su rostro, seguro recordando a sus abuelos—¿Y los tuyos?—pregunta mirándome.

—Em, también se han ido hace mucho. A mi madre prácticamente ni la conocí porque murió luego que nací, así que me crió mi padre, pero tampoco soporto mucho sin mamá y murió cuando tenia 14.

—Ambos tenemos un horrible pasado—dice cabizbaja y mis ganas de abrazarla me vencen y la rodeo con mis brazos atrayéndola hacia mi pecho. Ella abraza mi cintura y nos quedamos parados así por unos minutos.