3. Un susto no, dos.

4K 207 35
                                    

3. Un susto no, dos. 

Tininini, tininini. Como odio ese maldito ruido. Saco mi mano de abajo de la frazada y lo manoteo para apagar el estúpido reloj. Me duele la cabeza. Me estiro un poco y abro los ojos. Paredes azul marino, cortinas blancas, una frazada gris.. ¿Que carajos? 

Salgo de entre las sábanas rápidamente y miro a mi alrededor otra vez. Este no es mi cuarto. Definitivamente no lo es. Oh, demonios.

«¿Que has hecho, Lea?»

Me miro y toco mi cuerpo para saber que no me falta nada. Tengo una camisa puesta que ni siquiera sé de quién es. 

Camino hasta el baño en busca de alguien, pero esta vacío. Me miro al espejo y una Lea pálida me mira con su pelo todo revuelto.

«Oh, ¿que hice?, ¿que hice?»

No recuerdo nada. Me lavo la cara, como si fuera que eso me va a devolver la memoria... pero nada. Me aliso un poco el pelo y salgo.

Unos ojos verdes me observan divertido con una bandeja en sus manos. Mis ojos se agrandan..

«Madre santisima, ¡Me acosté con Harry!»

—Buenos días—dice y se sienta en la cama—Ven, te traje el desayuno.

«Oh, cielo santo, ¿que hice?»

—Lea, ¿que sucede?—su sonrisa cambia por una cara de preocupación.

—Dime que no hemos hecho nada..—susurro aun con los ojos muy abiertos. Harry ríe y con eso ya me ha dicho todo.—Oh, no puede ser— siento como unas pequeñas lágrimas empiezan a salir de mis ojos. Harry automáticamente se calla y viene hacia mi.

—No, no, Lea no llores..

—¡Como quieres que no llore, Harry!—le grito.

—Pero..

—¡No, no entiendes! ¡He tenido mi primera vez y ni si quiera lo recuerdo! ¡Y encima apenas te conozco! ¡¿Como pudiste?! ¡Estaba borracha!—las lagrimas caen y caen. Harry me mira atónito, confundido.

—¡Lea, ya cálmate!—dice levantando un poco la voz y agarrándome de los hombros. Mi llanto cesa un poco y me abraza a su pecho. Siento su rico perfume y es algo mágico, haciendo que me tranquilice. Harry se separa un poco y me mira secando mis mejillas—Lea, no hemos hecho nada— dice como si le estuviera hablando a una niña pequeña. Suelto una gran bocanada de aire, sacándome un gran peso de encima. Gracias a Dios, no quiero no recordar mi primera vez, y menos no conociendo con quien lo hago. 

Harry aun me observa con una sonrisa en su rostro y acaricia mi mejilla. 

—Eres un idiota, ¿sabias?—le digo seria. Inmediatamente su sonrisa desaparece y es ahí cuando río al ver su expresión consternada.

—Ja-Ja, que graciosa... llorona.

Harry empieza a hacerme cosquillas, mi punto débil. Después de una gran lucha tratando de defenderme de los dedos de Harry, termine en el baño haciéndome casi encima.

—No puedo creer que casi te hacen encima—dice Harry riendo fuera del baño.

—Ya, déjame en paz, fue tu culpa—no podía evitar hablar sin reírme, uno de los efectos secundarios de tanta risa—¿Me pasas mi vestido, por favor?

—No, quédate con mi camisa, Lea. Te queda mucho mas sexy—dice y sé que una sonrisa apareció en sus labios. Me ruborizo ahora pensando en que él fue el que me saco el vestido en mi estado asqueroso de ebriedad y fue él el que me puso la camisa y me vio en ropa interior.. que vergüenza. 

—Eh... no— digo saliendo del baño y veo al ruloso apoyado con los brazos cruzados contra la pared al lado de la puerta—No, que vergüenza Harry, ya mucho con lo que hiciste anoche como para ahora andar con tu camisa por la casa..—digo sonrojada mientras busco desesperadamente mi vestido. Observo a Harry de reojo y aun me mira sonriente. 

—Por mi no hay drama—dice despegándose de la pared y viniendo hacia mi que estoy revisando entre las sabanas—Esa camisa te queda hermosa—dice ya detrás de mi y toma mi cintura. Siento como se me eriza la piel con solo sentir el frío de sus manos traspasar la tela de la camisa. Volteo a verlo y su rostro queda muy cerca al mío. Harry sonríe nuevamente—y anoche fue un enorme placer ponértela, créeme.

—S-se enfría el desayuno—digo atropellando las palabras. La sonrisa de Harry se extiende cerrando sus ojos y pega su frente contra la mía. Los deseos de besarlo me atrapan, pero no creo que sea lo mas correcto. Harry se separa y besa mi frente fugazmente, suelta mi cintura y camina hasta su armario. Lo observo detenidamente, los músculos de la espalda se marcan mucho mas en su remera blanca al abrir las puertas. Se agacha y puedo apreciar su trasero. Una sonrisa idiota surca mi cara, que descarada.

«Esta muy bien de atrás este chico, poco, pero perfecto»

Suelto una risita, no puedo creer que haya pensado eso.

Harry se gira y me mira pícaramente con mi vestido en sus manos. 

—¿De que te ríes? 

—De nada.. 

—Se que soy jodidamente sexy, pero no le veo el chiste—sonríe mostrando sus dientes y me entrega el vestido. Pongo los ojos en blanco riéndome y agarro el vestido sin decir nada y voy al baño a ponérmelo.

Al salir Harry no esta en la habitación, ni la bandeja del desayuno y la cama esta ya hecha. Tomo mi bolso, mis tacones y me los pongo. Salgo de su habitación y hay un pasillo con cuatro puertas mas. La de Harry es la ultima, la del fondo. Camino por el pasillo, tratando de ver si escucho algo, alguna voz pero todo esta muy silencioso. Parece que vive bastante gente aquí. Antes de llegar al final del pasillo, la primera puerta se abre. Un castaño sale y antes de cerrar la puerta, se da cuenta de mi presencia y me mira. 

Todo pasa en una milésima de segundos, de repente estoy gimiendo de dolor contra la pared del fondo del pasillo con la mano del castaño en mi cuello apretándolo cada vez mas. Mis ojos están cerrados de miedo y dolor. Mis manos aferrándose a la de él, tratando de buscar aire. 

—¿Quien eres?—dice con tanta frialdad y dureza que mi ritmo cardíaco cada vez es menos posible de controlar. Abro mis ojos levemente y es cuando me encuentro con sus ojos cobrizos casi rojos y su expresión de animal mostrándome los dientes.

En Multimedia: Harry Styles ♥

Mordida ©Where stories live. Discover now