Carol habia salido del hospital hacia casi un mes y se habia recuperado por completo, estaba como una rosa. Héctor se hacia quedado con ellas en casa hasta que la vio mejor y por peticion de su hija, regresó a Galicia con su prometida. Los chicos habian ido practicamente todos los dias a verla junto con las chicas, habian ido a animarla y a hacerle compañía cuando su madre no estaba o algo parecido. Blas no se habia separado de ella practicamente para nada.
Ese dia, 13 de febrero, estaba en casa, tumbada en el sofá leyendo uno de sus libros con musica relajante cuando sonó el telefojo fijo de su casa.
- ¿Diga? - preguntó con voz adormilada.
- Cariño, soy mamá.
- Oh, dime, estaba casi dormida. - se disculpó con una risa.
- Solo queria decirte que este fin de semana me voy a quedar en casa de Pedro, quiere hacer un fin de semana romantico, ya sabes... - explicó avergonzada.
- Oh, tranquila, quedate con él todo el tiempo que quieras, lo mas seguro es que vaya a cenar con Blas a algun sitio y despues regrese a casa. - sonrió recostada en el sofá.
- Ya... - se rió – Bueno, cariño, te dejo. Nos vemos el lunes, sé buena y pasatelo bien, ¿vale? Un besito, te quiero. - se despidió con una risa colgando antes de que Carol respondiera.
Carol colgó riendo, dejó el telefono en su sitio y se levantó a hacerse una infusion para entrar en calor.
Estaba buscando algo en la television, cada vez mas aburrida al no encontrar nada decente que ver cuando tocaron a la puerta. Se levantó sonriendo al ver la hora y fue a abrir enrrollada en la manta.
- Hola, amor. - sonrió al verlo al otro lado de la puerta.
- Hola. - sonrió acercándose a ella para besarla en los labios – Te traigo una cosita.
Sacó de detras de su espalda un osito de peluche que abrazaba un corazon que decia: Te amo. Carol sonrió ampliamente abrazandolo y besandolo en los labios.
- Me encanta, es precioso. Pasa, no te quedes ahi, hace frio. - sonrió cogiendolo de la mano y tirando de él hacia dentro – Estaba a punto de llamarte, me estaba muriendo del aburrimiento. - se rió sentandose junto a él en el sofá.
- Ah, que solo me ibas a llamar porque estabas aburrida... - dijo decepcionado.
- No, tonto, iba a llamarte porque queria verte y porque me han abandonado. - se rió poniendo su mejilla sobre su hombro.
- Ah, eso ya suena mejor... - se rió envolviendola con su brazo. - Yo pensaba secuestrarte y llevarte a casa para pasar el fin de semana juntos. - sonrió mirandola de reojo.
Ella se rió incorporandose para besarlo, quedandose abrazada a él durante un rato.
- ¿Me da tiempo a ducharme y arreglarme presentablemente antes de irnos? - sonrió mirandolo.
- Asi estás muy bien. - se rió mirandola.
Carol llevaba un chandal viejo y descolorido, un moño desecho y despeinado por estar acostada en el sofá todo el dia y parecia cansada.
- ¿En serio? - preguntó alzando una ceja – Tengo un pinta desastrosa.
- Pues yo te veo igual de preciosa que siempre. - sonrió rozando su nariz con la de ella.
Carol se rió besandolo, se separó de él dandole otro corto beso y se levantó llevandose el osito escaleras arriba, dejando a su chico en el sofá riendo.
Desde su despertar en el hospital y verlo junto a ella, no podia imaginar su vida sin él a su lado para compartirla. Estando dormida habia escuchado todo lo que le dijo y abrir los ojos y tenerlo a su lado fue lo mejor que le habia pasado, pedirle que le besara como antes y que lo hiciera, escucharlo llamarla nubecita de nuevo... habia sido una de las mejores cosas que le habia pasado en esos meses. Como ella le habi dciho, lo queria como el primer dia o mas, no habia intentado olvidarlo ni lo haria nunca porque si algun dia se separaban de nuevo, se moriria de dolor y no queria esos pensamientos rondando su mente.
