Capitulo 16 ~ ¿Seguro que estás bien? ~

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Marta sonrió para sus adentros y sacó su móvil del bolsillo, marcó el número de Carol y esperó a que contestaran.

-          Dime, Cuqui. – se rió al otro lado.

-          Perdona por molestarte, pero ha pasado algo y necesito que vayas a la casa de Álvaro. – le dijo seria.

-          ¿Qué ha pasado? – preguntó preocupada, dejando de reírse al instante.

-          Tú dile a Blas que te lleve a casa de Álvaro, ¿vale? Es importante. – respondió sin cambiar el tono.

-          Me estas asustando, Marta, ¿estáis todas bien? – preguntó alterada.

-          Sí, tranquila, pero ven cuanto antes, ¿vale? – dijo más suave.

-          Sí, vale, ya salimos para allá. – respondió preocupada.

Marta colgó y se dejó caer en el respaldar del asiento, mirando por la vente, miró hacia delante y vio por el espejo retrovisor a Carlos muy serio, mirando hacia atrás, le hizo una pequeña mueca para que cambiara el gesto, pero no lo hizo.

-          No deberías haberla llamado, Marta, ahora estará preocupada. – le dijo Eva.

-          Es para preocuparse, Eva, para preocuparse y mucho. – respondió seria, mirando aun por la ventana.

-          Estáis enfadadas conmigo, ¿verdad? – les preguntó mirándolas a las dos.

-          ¡¿Cómo no quieres que nos enfademos si llevas meses sufriendo maltrato, Eva?! – exclamó Marta mirándola - ¡¿No confías en nosotras lo suficiente como para contárnoslo?!

-          No era eso. – agachó la cabeza.

-          ¿Entonces porque era? – preguntó Lucia mirándola.

Eva no dijo nada durante unos segundos, se quedó mirando hacia abajo, mirando sus manos a la vez que las retorcía nerviosa.

-          ¿No nos vas a decir nada? – insistió Marta seria.

-          Marta… - le dijo Carlos mirando hacia atrás.

-          ¿Qué? ¿Nos tenemos que conformar con que ahora lo sepamos? ¡Ha estado meses, ¡meses! Pasándolo mal y no nos ha dicho nada y ¿ahora tenemos que conformarnos con que nos lo ha dicho ahora y nada más? No, Carlos, lo siento, pero así no son las cosas. – dijo mirándolo seria, cada vez mas enfadada.

-          Déjala al menos que respire tranquila durante un rato, por favor. – insistió mirándola.

-          Merecemos una explicación de por qué no nos lo ha dicho. – dijo firme.

-          Pero ahora no es el momen-

-          Tenía miedo, ¡¿vale?! ¡Tengo miedo! – la miró a los ojos - ¡Estaba muerta de miedo y aun lo sigo estando! ¡No os dije nada porque me amenazo! ¡Me amenazó con que os haría daño a vosotras! – las señaló con un gesto de la mano - ¡Con hacerle daño a Carol! ¡¿Qué querías que hiciera?! ¡¿Decíroslo para que os hiciera algo?! ¡¿Eso era lo que querías?! – exclamó mirándola seria, con ojos llorosos – ¡Tengo miedo de lo que haga cuando entre de nuevo en la casa y no me vea! ¡Tengo miedo de que la tome con vosotras por haber ido a buscarme! ¡Tengo… tengo muchísimo miedo por todo! – explotó llorando – No sabes lo que es sentirte sola en tu propia casa, contarle a tu madre lo que te está pasado y que no te haga caso en absoluto y que deje que hagan lo que quieran contigo porque le han comido la cabeza con cosas que no son, no lo sabes, así que, deja de juzgarme. – la miró entre sollozos, hablando muy seria.

¿Cuándo te volveré a ver?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora