V e i n t i t r é s.

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Katherina entró a clase de matemáticas a primera hora. Para ella era tan tedioso tener esa materia un lunes muy temprano. Pero así era el horario, ¿qué se le podía hacer? Ocupó su asiento habitual. Ya habían llegado varios chicos.
La clase inició temprano como de costumbre. La profesora escribió ejercicios de álgebra en el pizarrón y los explicó para la clase esperando que los chicos entendieran pero tenía pocas esperanzas en ellos. De igual manera ella hizo continuó con su explicación.
A la profesora se le ocurrió formar parejas para que entre los alumnos se ayudaran a entender los ejercicios de tarea y los que acababa de explicar. Tal vez eso le diera mejores resultados.
Fue nombrando de dos en dos mientras todos la veían con odio por no dejarlos elegir a su pareja. Algunos comenzaban a quejarse en voz alta.

- Tranquilos, chicos. Los estoy eligiendo de acuerdo a sus promedios anteriores.

Katherina la veía frunciendo el ceño. Esa maestra se refería a que estaba poniendo a los inteligentes con los bobos. Y eso le molestaba porque ella era de las que tenían las calificaciones más bajas.

- Norman y Jolss - pronunció la profesora y Katherina apretó los dientes -. Ustedes dos.

La chica se dirigió a la profesora.

- Disculpe, creo que ha cometido un error. Norman no puede ser bueno en matemáticas.

Todos rieron.

- Silencio - dijo la profesora -. Se equivoca usted, señorita Jolss. Norman es de los mejores de la clase.

Katherina volteó a ver al aludido y el chico le mostraba una sonrisa. Ella lo ignoró. Sabía que era del equipo de fútbol. Y si era deportista y además guapo, para ella era un patán.

No le quedó más remedio que acercarse a Norman para comenzar con la actividad. ¡Y eran dos horas de clase! Este era el fin para ella.

- ¿De verdad sabes matemáticas? - le preguntó ella, malhumorada.

- Mi papá es profesor de matemáticas también - le sonrió mientras se encogía de hombros.

- Yo soy muy mala con las matemáticas - admitió ella.

- Por eso estás aquí.

- Sí - respondió cortante.

- Comencemos - dijo el chico mientras abría su cuaderno.

Katherina dirigió sus ojos a la libreta de su compañero y descubrió algo.

- ¿Norman es tu apellido?

- Sí, me llamo John.

.

¿Otro sospechoso? D:

La libreta mágica.Where stories live. Discover now