La libreta mágica.

C a t o r c e.

Ella giró la cara para que Jonathan no la besara, ella no besaría a un chico sólo por ser guapo. Era de las chicas que esperan a tener varias citas, después formalizar la relación y luego ya vendrían todos los besos que su chico quisiera.
Le sonrió apenada y se encaminó hacia su casa.

Llamó enseguida a Phineas, pudo huir de las preguntas de su madre ya que su papá estaba ahí y a él no le gustaría mucho oír que su niñita salió sola con un chico.

- Phini - le dijo ella dulcemente.

- Hola, Kath. ¿Qué tal estuvo tu cita?

- Estupenda. Y todo gracias a ti.

- ¿A mí por qué? - preguntó Phineas juntando las cejas.

- No sé... Porque me ayudaste a decidir.

Ambos le sonrieron a la nada.

- Kath, ya me iré a dormir.

- Bien, yo también.

- Oye, ¿conservarás la libreta?

- Sí - dijo sin dudar -. ¿Por qué lo preguntas?

- Por nada. Úsala con cuidado no sabemos de donde proviene.
Ella soltó una risa. Consideraba que la preocupación de su amigo era totalmente ridícula. Pero decidió guardarse aquel comentario, Phineas era obstinado y ella mucho más.

- Hasta mañana, foca.

- Hasta mañana, amante de mi comida.

La llamada terminó y ella dejó su celular junto a la cama. Se quitó el vestido y se puso la pijama.
Se acercó al escritorio y del único cajón sacó la libreta dorada.

- Gracias - le dijo a la libreta como si fuera a escucharla o a responderle.

Buscó un borrador, pero sólo encontró un lápiz, así que usó el pequeño borrador.
Las letras fueron desapareciendo poco a poco.

- Disfruté la popularidad pero, no es lo mío. No importa si Jonathan nunca vuelve a dirigirme la palabra, prefiero ser yo - habló para sí misma -. Pero tú libretita, te quedas conmigo. Nos esperan grandes momentos - sonrió.

Se fue a su cama después de guardar la libreta y apagar la luz. Ya dentro de las sábanas apagó la lámpara sobre la mesa de noche. Acomodó su cabeza sobre su almohada y se introdujo a la tierra de los sueños donde Jonathan la esperaba vestido como un príncipe sobre un hermoso unicornio lleno de arco iris.

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N/A: Los lugares mencionados son invento de mi imaginación, sólo existen en mi cabeza.