S e i s.

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Kath colocó el lápiz sobre la mesa, junto a la libreta. Él le dirigió una mirada al lápiz, luego a la libreta y después a la chica.

- Por favor, hazlo. Usa la palabra quiero al comienzo - le aconsejó. Ahí parecía estar la magia.

Phineas tomó el lápiz, abrió el cuaderno en una hoja al azar y vaciló sobre una página en blanco.
Dirigió una mirada a su amiga y luego decidido a demostrar que todo era una farsa, escribió lo que cada noche pensaba antes de dormir.

Quiero que mi papá esté vivo.

Dejó el lápiz sobre la mesa. Kath abrió la boca con sorpresa cuando leyó lo que su amigo había escrito. Sintió un nudo en la garganta, ella había estado con él cuando le dijeron que su padre había muerto. Lo hirieron con una bala, era policía.
La chica sintió que su pecho se hinchaba y tenía ganas de llorar. Recordar esos días era horrible, apenas había pasado casi un año de eso, todavía estaba tan reciente.

- Phineas... - ella trataba de decirle algo, lo que sea, pero nada salió por su boca, sólo aire.

El chico tomó su celular y marcó el número de su madre, si su padre había vuelto a la vida, era seguro que estaría en casa.
Su madre respondió casi enseguida.

- Hola, hijo. ¿Qué pasa?

- ¿Qué haces?

- Estaba... hablando con tu padre.

El cuerpo de Phineas se llenó de esperanza tan rápido como esas esperanzas se fueron.

- Ya sabes que hablo con su fotografía - continuó su madre.
La cara de Phineas se descompuso y también la de Katherina, aunque ella no sabía que le estaban diciendo a su amigo.

- Adiós, mamá - susurró el chico y cortó la llamada.

La libreta mágica.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora