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BECKY

Antes de que pudiera decir algo, Freen se acercó y comenzó a besarme. Sus dedos se deslizaron suavemente por mi mejilla, acariciándola con ternura. Siempre me volvía loca la forma en que me besaba, cada roce de sus labios era un torbellino.

El aliento de Freen se mezclaba con el mío, y sus labios mordían los míos con ansias, como si deseara más de mí en cada instante. Sin pensarlo dos veces, mi lengua se adentró en su boca y se encontró con la suya, comenzando un vaivén delicioso y apasionado.

Mis manos instintivamente se posaron sobre su nuca, atrayéndola más hacia mí, buscando profundizar el beso. Freen acortó aún más la distancia entre nuestros cuerpos, y nuestra respiración se volvió agitada, mezclada con jadeos.

Sus manos comenzaron a recorrer mi cuerpo, haciendo que temblara de excitación. Nos separamos por la falta de aire, pero nuestras miradas seguían conectadas.

"Me encantas, Becky", dijo Freen, mirándome a los ojos con intensidad. "No tienes idea cuanto".

Quería huir de la habitación, pero al verla chuparse los labios mientras me miraba, era imposible resistirme. El deseo que había estado reprimiendo durante tanto tiempo se apoderó de mí, y supe que ya no podía negar lo que realmente quería.

Mis labios ardían mientras Freen me jalaba nuevamente para besarme. No pude resistirme y me dejé llevar, nuestras lenguas jugaban en un frenesí que me hacía gemir dentro de su boca.

"Te haré mía..." - susurró Freen entre gemidos contra mis labios, y su voz me hizo estremecer aún más.

Me condujo hacia la cama mientras sus ojos miel recorrían cada centímetro de mi cuerpo. Freen empezó a quitarse la blusa y el pantalón, poco a poco quitó todo quedando completamente desnuda. La admiré de pies a cabeza, su figura era realmente espectacular. Luego, intenté desabrochar mi blusa, pero los nervios me traicionaron y no pude hacerlo rápidamente. Freen negó con la cabeza y me detuvo.

"Ven, déjame hacerlo", dijo con esa voz ronca que tanto me fascinaba.

Me acerqué a ella y me dejé llevar mientras desabotonaba mi blusa con maestría. Luego, me giró para bajar la cremallera de mi falda, dejándola caer hasta el suelo. Sentí un escalofrío recorrer mi piel cuando sus manos se deslizaron por mi espalda hasta llegar a mi cuello, que comenzó a besarlo y lamerlo mientras sus manos viajaban por mi abdomen, subiendo lentamente hasta llegar a mis senos. Los apretó por encima de mi sostén y yo cerré mis ojos disfrutando de sus caricias que me hacían gemir de placer.

Con una mano, Freen desabrochó mi sostén y lo lanzó a un lado. Sus besos húmedos fueron descendiendo por mi espalda hasta el borde de mis bragas. Sus dedos fueron deslizando suavemente mis bragas hasta mis tobillos los cuales quitó totalmente, mientras ella no dejaba de besarme y acariciarme.

Freen volvió a estar de pie y sentí cómo presionaba su cadera contra mi espalda. Me agarró de las caderas y frotó su sexo sobre mis nalgas, haciéndome sentir lo mojada que estaba. Esto solo aumentaba mi excitación mordía mi labio por la intensidad del momento.

Me volteó y me hizo caer en la cama, posicionándose a horcajadas encima de mí. Una capa de sudor cubría su cuerpo, haciéndola ver aún más deseable. suspiraba ante cada roce de su piel contra la mía.

"Eres fascinante, Becky. Eres tan hermosa" - dijo mientras yo la jalaba para que quedara completamente encima de mí.

"¿Me deseas?" - pregunté con voz llena de excitación.

El Lazo Que Nunca Se RompioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora