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POV BECKY


Esta noche había optado por un vestido lila de corte elegante que se amoldaba perfectamente a mi figura, acompañado de unos zapatos altos de Prada. Dejé mi cabello suelto y apliqué un labial en tono nude. Mis joyas eran discretas pero complementaban mi look. Me gustaba cómo lucía.

Salí a la sala donde Alexandra ya me esperaba. Sin duda alguna, ella se veía perfecta. Creciendo en un entorno privilegiado, le habían enseñado a vestirse y lucir espectacular. Además, su madre manejaba la mejor compañía de moda de Londres.


"Luces hermosa, Beck" - me observó detenidamente de pies a cabeza, lo que me hizo sonrojar.

"No tanto como tú. Vaya, que te esmeraste" - respondí.


"Llevas nerviosa estos días. Supuse que debía causar buena impresión" - dijo.

"El abuelo es demasiado autoritario y no quisiera que sonara imprudente. Si te sientes incómoda, házmelo saber" - le respondí, preocupada.


"Beck, descuida. Todo saldrá bien. Confía. Es hora de irnos" - dijo, tratando de tranquilizarme.



Llegamos a la residencia familiar y el valet parking estacionó el vehículo de Alex. Ambas nos dirigimos con cautela hacia el enorme jardín que habían acondicionado para el evento.El jardín estaba decorado con luces brillantes, toldos elegantes y flores exóticas. Los invitados eran recibidos con cócteles y canapés servidos por camareros elegantemente vestidos.


Había una mesa buffet con una selección exquisita de platos gourmet y una estación de barbacoa con mariscos frescos y carnes premium. Músicos en vivo amenizaban la velada.Ya había varias personas del círculo empresarial del abuelo y familia lejana, no muy allegados pero los conocía. Sin embargo, no veía a mis padres ni a mis abuelos, así que optamos por permanecer en un rincón, observando alrededor.


"Vaya, esto es enorme, Beck. Tu familia sabe cómo pasarlo bien" - dijo Alexandra, sonriendo.


"Sí", respondí automáticamente. En realidad, no escuché nada de lo que dijo. Mi mano se movía con nerviosismo y mi cuerpo temblaba ligeramente. Sentía calor, frío, muchas sensaciones. Alexandra lo notó y tomó mi mano entre las suyas, haciendo que me calmara.

"Tranquila, Beck. ¿Deseas agua?" -  preguntó, preocupada.


Pronto, una oleada de aplausos inundó el ambiente. Volteé y vi que llegaban mis padres junto a mis abuelos. Suspiré y traté de calmarme.


Mientras la abuela comenzaba a atender a los invitados junto a mis padres, quienes saludaban a los familiares, sentí cómo los ojos del abuelo se posaban en nosotras. Con paso firme, se acercó hacia donde estábamos y Alexandra soltó mi mano, su rostro se torno serio.


"Cariño, tan hermosa como siempre" - me saludó el abuelo con un abrazo, y luego posó su mirada en Alexandra.


"Señorita Saint-Clair, sígame por aquí" - le indicó el abuelo.


"Abuelo, ella es importante" - logré decir, realmente nerviosa y sin querer que Alexandra se alejara.


"Descuida, Beck, enseguida regreso" - me sonrió Alex y solo pude ver cómo se alejaba con el abuelo.


Estaba aún más nerviosa ahora. No sabía qué podría decirle el abuelo. A veces, por protegernos, intimidaba a las personas, así que el calor por los nervios aumentó. Decidí alejarme un poco del tumulto. Dado que la mansión se encontraba en lo alto y exclusivo de una montaña, contaba con un mirador. Caminé hacia allá para calmar mis nervios. Era un lugar tranquilo, y desde allí podía visualizar en cuanto Alexandra saliera. Solo esperaba que todo estuviera bien. Iba a ser una noche larga.


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POV ALEXANDRA


Cuando conocí a Becky y mi familia se enteró de que era mi amiga, nunca habían investigado nada sobre ella. Con el tiempo, Becky me contó su vida y fue duro. Conocí a Freen a través de fotos, pero hace poco me di cuenta de que era la CEO con la que mi abuelo estaba colaborando desde hace un año.

"Señorita Saint-Clair, tome asiento" - dijo Luan Sarocha.


"No quiero que haya inconvenientes con nuestra inversión. En cuanto se entere de que soy la encargada del proyecto, se negará" - hablé inmediatamente.

"Como sucesoras de grandes empresas, deben dejar de lado lo personal. Los negocios son aparte, pero no es por eso que quise hablar contigo" - dijo.

"Es por la agresión hacia su segunda nieta. Le ofrezco una disculpa, pero carece de modales. Su veto de los hoteles no lo quitaré" - lo miré molesta y él solo entrecerró los ojos.

"¿Tuvieron que ver ellas en que Rebecca abandonara la residencia?" - preguntó.

"Señor Sarocha, las apariencias engañan. No quiero ser imprudente, pero sus nietas son bastante competitivas y lamentablemente Beck era parte de esa lista pendiente para sus nietas" - respondí.

"Haré una transferencia importante a su cuenta por los inconvenientes y la hospitalidad que le está ofreciendo a Rebecca" - dijo.


"No hace falta, estamos bien. Beck se molestaría si se entera de que me dio dinero", - respondí.


"Desde Londres la has cuidado, pero ¿no es malo estar cerca de ella?" - cuestionó.


"¿A qué se refiere?" - pregunté.


"Bueno, sus sentimientos se verán afectados si Rebecca no corresponde a ese amor, señorita Saint-Clair"- dijo.


"Mi ayuda hacia Beck es genuina. Aunque no me vea de la misma manera, le aseguro de que estaré para ella" - respondí.


"Si corresponde a sus sentimientos, la familia Saint-Clair es muy aristócrata y no aceptarían fácilmente su relación" - comentó.

"Sé la situación de Beck. Mi familia lo sabe y la adoran. Aquí el problema es que cree que la única que merece a Rebecca es su nieta Freen" - comencé a irritarme.


"No me malentienda, solo quería conocerla y darle el permiso de estar a su lado. Quería asegurarme de que de verdad quería a mi nieta. Entiendo por qué ella la quiere tanto" - dijo.


"Y yo la quiero, señor Sarocha" - afirmé.


"Ve con ella, debe estar nerviosa. Será una noche larga" - concluyó.

Salí del despacho sabiendo a qué se refería con una noche larga. Freen llegaría y habría problemas al verme con Beck. Quería expresarle tantas cosas con respecto a sus adoradas nietas, pero no me correspondía. No quería la colaboración con Sarocha Group, pero eso sería un golpe para la economía de ambas empresas.


Busqué a Beck y caminé por varios minutos hasta encontrarla. Estaba en un pequeño mirador, observando el cielo a través de un telescopio que estaba montado. Bajé las pequeñas escaleras con cautela, caminé con sigilo y la abracé por detrás.


"Hola, cariño", susurré en su oído. Aunque sonrió divertida, sentí la tensión en su cuerpo.Así permanecimos por un largo minuto hasta que sentí un fuerte jalón en mi brazo, apartándome de ella. Volteé y ahí estaba, con una mirada furiosa, Freen Sarocha Chankimha. Después de tanto tiempo, por fin la conocía.

El Lazo Que Nunca Se RompioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora