017

755 47 0
                                    

- por favor Peter Que esté embarazada no significa que no pueda ni sostener una espada -Frunció el ceño viendo a Peter,le arrebató la espada de la mano y la sostuvo

-Su majestad, puede hacerle mal esforzarse demasiado.

-Estamos en una maldita guerra, como no quieres que me esfuerce ?

Si, esa es la reina de Inglaterra, más sensible que nunca, su embarazado ya era notorio, y justamente había estallado una guerra en la frontera Este de Inglaterra.

Los mandatarios de alto rango le pedían que se quedara quieta, y reposará hasta que diera a luz, pero todos sus esfuerzos en vano, su majestad la reina no planeaba quedarse quieta viendo el caos.

-Su majestad, la carta fue enviada -Aseguró Azael a su majestad.

-Muy bien, esa es la única buena noticia hasta ahora. -rodó los ojos.- Muy bien, que tenemos hasta ahora?

-Pues... están atacando con todo, son casi 3 países aliados contra nosotros y estamos solos.

-Y las tropas que envió Mehmed?

-No son suficientes. A este pasó cruzarán la frontera en aproximadamente dos semanas.

-Tan rápido ? -el lord asintió.

La reina estaba preocupada no solo por la ardiente guerra, sino que también por sus seres queridos, Por sus compañeros y por supuesto por su bebé.

-No podemos llegar a un acuerdo con ellos? -preguntó inocentemente su majestad

-Lo lamento alteza, pero, están firmes en su posición y no desean hablar.

-Demonios -soltó la reina un poco frustrada.- Muy bien... se que todos tenemos fe en nuestro poderoso ejército, pero, necesitamos ayuda. Peter, Envía cartas a todos nuestros posibles aliados -con aliados la reina se refería al imperio otomano, ya que Inglaterra nunca tuvo muy buena relación con otras naciones.- Y pídeles apoyo -El primer ministro Peter asintió suavemente con su cabeza, y se dirigió a tu tienda para escribir una carta importante.

Mientras tanto, su majestad el sultán Mehmed empezaba a leer la carta que la reina, su reina; le había enviado.

Para mi sultán,mi gran amor:
He estado desaparecida, lo sé, pero ha sido por precaución amor mío, los enemigos son fuertes y no darán su mano a torcer. Temo por la derrota de mi preciosa nación de Inglaterra.
Pero no hay nada que me asuste más que morir sin haberte visto por última vez, desearía estar junto a ti al alba todos los días, desearía que estuvieras aquí conmigo dándome el apoyo moral que ahora me hace falta.

No paro de pensar en nuestros hijos, ¿cómo están ellos? ¿Están bien? Espero que lo estén, extraño tanto a esos pequeños, extraño nuestras cenas familiares en el jardín privado del palacio, cuando los niños jugaban y tú y yo hablábamos y nos deleitábamos con las delicias preparadas por el cocinero.

Conociéndote estarás preocupado por mi y por mi repentina desaparición, pero no te preocupes, estoy bien y el bebé que llevo en mi vientre también lo está, cada día crece más y puedo sentirlo. Estamos bien, amor mío.

Siempre tuya... Stephanie.

El sultán se alivió y su corazón se alegró al mismo tiempo, se sentía como si lo hubiesen enamorado por primera vez, le aliviaba que su amada estuviera bien, pero también estaba preocupado, por el futuro incierto de aquella guerra, por no poder volver a ver a su preciosa esposa, quien se había marchado meses atrás.

Sultana o Reina [Sehzade Mehmed]Where stories live. Discover now