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[tiempo después ]

Pasaron algunos años, llenos de prosperidad, mis hijos habían crecido mucho y estábamos muy bien. Junto a Mehmed llegue a un acuerdo, los Niños podían ir a Inglaterra, a estar conmigo siempre y cuando volvieran en menos de 3 meses, aveces Bahadir o los gemelos se quedaban más tiempo, Dilay, se sentía mal por dejar "solo" a su padre, así que, debía volver antes.

Bahadir por su parte, a pesar de tener solo 6 añitos parecía adorar Inglaterra, incluso pudo hacer algunos amigos, hijos de algunos nobles que frecuentaban el palacio.

Los Gemelos, eran aún muy pequeños como para distinguir diferencias entre el palacio de Topkapi y el palacio de Placentia.

Y Dilay, bueno, a ella parecía no gustarle mucho estar en Inglaterra. Por eso, no frecuentaba demasiado el país.

Mirihmah, finalmente dio a Luz a un hermoso varón, al cual se le dio el nombre de su padre, Peter.

Ahora me encontraba en Estambul en una reunión sorpresa, que los Lores, habían organizado con urgencia.

-Inclínense ante su majestad la Reina!

-Cual era la urgencia Lord Grant? -pregunté sentándome en el trono que habían traído los ingleses.

-Su majestad, usted bien sabe, que el parlamento y la sala de los lores no nos oponemos a que usted, venga de vez en cuando a visitar Estambul. Es un acuerdo entre los funcionarios y su alteza.

-Al grano, Lord Grant.

-Su majestad... la princesa... es decir... Lady María escapó de el calabozo -Me levante de golpe.

-Como pasó esto?! -alcé la voz.- Le pedí claramente que La vigilaran Día y noche! Y que la mantuvieran aislada!

-Su majestad... -Se acercó Ansel.- Por favor no se altere, mantenga la calma.

Me volví a sentar para seguir escuchando.

-Según algunos testigos, ella...se dirigía a Roma en un barco. -bajo la cabeza Lord Yorkshire.

-Dios mío -puse mi mano en mi frente.- Muy bien, esto es terrible. Ansel, Tú irás con los lores, a Inglaterra, encárgate de preparar el ejército. Tal vez haya una guerra por el trono inglés. 
Yo misma, volveré lo más pronto posible. Se levanta la reunión.

Salimos de el salón.

-Dios mío, me siento mareada.

- esto te afecta -aseguro Peter.- Volvamos al palacio. Ahí podrás descansar.

-Si creo que sería la mejor...

Me sentí tambalear, si no fuese por Peter habría caído al suelo, y me hubiese golpeado fuertemente.

-Gracias. En verdad no me siento bien.

-Será el estrés -asentí.

Volvimos al palacio a salvo, Las sultanas estaban en el jardín privado, fingí no haberlas visto, ya que no quería hablar con nadie, necesitaba descansar.

Apenas llegue a mis aposentos me acosté en mi cama, sin embargo no pude dormir.

Me movía de un lado para otro, tratando de encontrar una posición cómoda. Sin embargo no podía dormir.

Abrieron la puerta de mis aposentos, y entró un Mehmed, corn expresión preocupada.

-Peter me dijo cómo estabas. ¿Qué sientes? -se acercó a mi y puso su mano en mi mejilla.- No tienes fiebre, no quieres que llame a la Doctora?

Iba a levantarse pero lo tomé de la mano.

-Estoy bien. Solo me sentí mal un momento, No es nada.

-Insisto, llamaré a la doctora.

-Mehmed... estoy bien.

-Pero, no estaría mal que te revisen, solo para estar seguros.

-No voy a lograr convencerte de lo contrario ¿cierto? -el negó con la cabeza y reí.- Bien, Llamen a la doctora -Amelia que estaba ahí, salió para llamar a la doctora.

-Sus majestades... La doctora -entró Amelia luego de un rato con la doctora a su lado.

Se acercó a mi y me examinó.

-No parece tener fiebre su majestad, tal vez el estrés le causó cierta debilidad.

-Se lo dije Su majestad, estoy bien -me giré a Mehmed.

-Mmm...

-Puedo prepararle un té de hierbas curativas, para que la sultana se sienta mejor.

-Sí haz eso.

La doctora salió de los aposentos.

-cuéntame, como estuvo la reunión ? -preguntó curioso.

-Debo volver a Inglaterra, Maria escapó y, debo estar en el trono si sucede algo.

-Sabes que cuentas con mi ejército también...

-De igual manera... tener a Francia, España, Venecia y el Vaticano como enemigos no es muy bueno -llevé una de mis manos a mi cabeza, en señal de frustración.

Mehmed tomó mi mano y la besó.

-En ese caso... tendremos que atacar antes... -sugirió viéndome a los ojos.

-Por el momento, necesito ver las intenciones del Vaticano con Inglaterra, también debo asegurarme de que planean invadir o mínimo tienen razones para hacerlo.

-Bien, pero recuerda que en nuestros planes, De ambos -Enfatizó.- Siempre estuvo invadir Francia y con suerte también Roma.

-Lo sé...

La doctora llegó y me dio un té.

Los días pasaron, aún me sentía bastante débil, la doctora no entendía que pasaba, ya que aparentemente mi cuerpo estaba sano.

- Te dije que no! Dilay -levante un poco la voz.

Mi hija seguía insistiendo en que me quedara con ella, no lo había repetido una vez, sino cinco, y terminé agobiada. Sin contar que estoy muy sensible.

-P- perdona madre -salió de la habitación casi llorando.

Me senté y sostuve mi cabeza con una de mis manos.

Peter se sentó a mi lado y me abrazó.

-Estás muy estresada, deberías relajarte.

-Lo intento, pero no se qué pasa, es como si mi cuerpo no me respondiera, es como si hiciera totalmente lo contrario a lo que yo quiero.

-Quien lo diría, ni en tus 2 embarazos estuviste tan sensible -dijo para luego reír levemente.

Ambos nos quedamos en silencio.

-Y si estoy...?

-Bueno, yo no lo sé, eso es seguro -reímos.- ve a ver a la doctora o yo que se.

-Sí.

Salí de los aposentos, para dirigirme a la enfermería del haren.

-Sultana! -hizo reverencia la doctora.- se siente mal otra vez?

-No, yo... quiero saber si estoy embarazada.

-Oh por supuesto.

La doctora me revisó, para luego sonreír mientras me miraba.

-Felicidades sultana, Usted está embaraza, y por los síntomas que me mencionó, probablemente tenga más de 2 meses embarazada. Allah mediante no tendrá ninguna complicación en el parto.

-muchas Gracias -sonreí

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Muchas gracias por leer :D

Sultana o Reina [Sehzade Mehmed]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora