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-Eres estúpida? -me abofeteó la madre sultana.- Te di una orden! ¡ No hagas nada hasta que yo te de el permiso! En especial porque se trata de la esposa de tu sultán !

-Lo- Lo lamento, me precipité.

-Lo peor es que tu criada acaba de delatarte. El sultán no estará contento. ¿No pudiste encontrar a alguien leal? -me gritó otra vez.- Una vez me preguntaste, que tenía ella que tú no... la diferencia es que Stephanie usa el ingenio antes de actuar. Y tú no tienes cerebro.

[Días atrás ]

-Ahora ¿porque lloras Alev? -preguntó la madre sultana.

-Madre, que tiene esa serpiente que yo no tenga ? -pregunté casi llorando.

-Alev, ya lo hemos hablado, llorar no te llevará a ningún lado. Te ves patética.

-Sultana, ayúdeme a deshacerme de ella, yo se que usted también tiene algo en su contra.

-Me estás pidiendo ayuda para asesinar a la esposa de mi hijo?! -Me dio una bofetada. - Nunca escuche tal insolencia. Sí, tienes razón, tengo algo en su contra. Pero no es momento de tomar las riendas del asunto, No aún. Y tú, no harás nada, hasta que yo te lo diga. Entendiste? -no contesté.- Entendiste Alev?!

-Si sultana...

Esa había sido mi última conversación con ella, sin embargo, mi deseo de acabar con aquella serpiente terminó venciéndome, y le ordené a una criada que pusiera veneno en su comida.

Lastimosamente me descubrieron.

[..]

-Quiero que traigan ante mi al que hizo esto! -Gritó enfurecido el sultán.

-Su majestad, Está criada, confesó, que la sultana Alev, dió la orden.

-Traigan a Alev ante mi. -pidió el sultán. Parecía más calmado, pero en realidad, estaba decidiendo que era lo que iba a hacer con esta mujer.

Los guardias se hicieron presentes con Alev, y la presentaron ante el sultán.

-¿cómo te atreviste a intentar envenenar a la esposa de tu sultán ?! -preguntó enojado.

Alev estaba llorando, temía por su vida y la de su hija. Lo que más temía era que mataran a su hija, que ninguna culpa tuvo.

-Lo lamento su majestad -se inclinó ante Mehmed, bajo su cabeza y besaba su manto.- Por favor perdóneme, por favor...

Su majestad, se hizo a un lado, evitando que Alev tocara su manto.

-Por nuestra hija, no te mataré. -Alev sonrió aún con la cabeza baja.- pero ahora servirás a la Haseki sultana, como una criada. -en ese momento una carga de electricidad pasó por su cuerpo haciéndola estremecerse.

-Pero su majestad...

-Te atreves a hablar?! Di una orden, servirás a la sultana, con tu sudor y lágrimas. Ese será tu castigo hasta que yo! Decida emanciparte de el. Entendiste?!

Alev, Asintió suavemente con la cabeza.

-Ahora largo de mi vista!

Sultana o Reina [Sehzade Mehmed]Where stories live. Discover now