7. ESTÁS QUE LO QUEMAS

23 4 3
                                    

Rhea

— Me acabo de acordar tía, al final fue Zion quién te trajo a casa ¿no? -me mira preocupada.

— Si, al parecer le pote el coche y me hizo ir al gimnasio con él por ello, tengo unas agujetas que no puedo ni levantar el brazo.

— Me pasa lo mismo al hacer skate, de todas las tortas que me pego termino con los brazos llenos de moratones y termino sin poder cocinar.

— Un día tenemos que cocinar algo, pero por ahora, ¿te parece si seguimos trabajando en el proyecto?

— Nop. Prefiero seguir quejándome, la verdad.

— Perfecto, porque yo también.

Francesca y yo nos encontrábamos en mi casa haciendo un trabajo para anatomía, o esa era la intención. Ya llevo unas semanas aquí en Italia y se podría decir que Francesca es la que más me ha ayudado en este proceso, si se le podría llamar así. Me llevo bastante bien con mis padres de acogida, hablo todas las noches con los míos, Zion sigue igual, pero lo que me preocupa es que no he oído nada de parte de Laura o Bruno, intento no preocuparme e irme a lo peor, pero es algo que no puedo controlar, ojalá hubiera un botón en el que al darle todas las preocupaciones desaparezcan. Sigo echando en falta a Lois, se nota que ya no lo tengo en mi vida, pero tengo que seguir adelante. Cómo él decía: pie en el acelerador y sin mirar atrás.

— ¡¿Rhea?!

— Si, perdona, dime. -me ha vuelto a pasar, ya es la tercera en la hora que llevamos, joder. No termino de centrarme.

— Me aburro y además tenemos casi todo el trabajo hecho y es el segundo día, ¿hacemos unas galletas? -esto era lo último que me esperaba hacer con ella.

— Vale, pero yo también cocino, que hace tiempo que no lo hago.

Digamos que cocinar es mi tipo de hobby que siempre quiero dominar y que termino rindiéndome a la primera que no me enciende el microondas; de esos que quieres conseguir, pero nunca los terminas de empezar; bien pues, Francesca al parecer, es la nova más de la cocina, tipo Masterchef. Dijo que sabía cocinar, pero no pensaba que fuese a tener toda la cocina preparada con cosas raras que no he visto o utilizado en mi vida, así que manos a la obra.

-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-

— ¡Rhea, me cago en tu vida, tia!

— Se me ha caído, ¿Qué quieres que haga? ¡¿No pensaba que la masa iba a ser tan liquida?!

— Anda déjalo o te tiro todo por encima. -niega con la cabeza al intentar limpiarlo y ver que no se va tan fácilmente.

— Atrévete.

— ¿Acaso me estas retando? Ven vamos a hacer la forma de las galletas, recalienta el horno de mientras que preparo todo.

Ya teníamos la masa de las galletas hechas. Estaban perfectas con sus virutas de chocolate y su forma redonda. Serían asi si estuviésemos viviendo en un mundo ideal. La realidad es completamente diferente, se ve una cosa deforme y con grumos, pero eso sí, el chocolate no falta. Nunca va a faltar chocolate en esta casa mientras yo esté en ella, además la intención es lo que cuenta cuando haces algo fuera de tu zona de confort o directamente fuera de tu alcance.

— Vale, ya solo queda ponerlas en el horno y esperar veinte minutos -dice a la vez que coge la bandeja con los guantes de cocina para no quemarse- Pusiste a calentar el horno ¿verdad?

— Que sii, lo has preguntado cinco veces, le he dado a los botoncitos y luego a la ruleta rara para la temperatura, he parado en 230 porque no había más, no te preocupes.

— Vale, vale pues vamos a ponerlas espera, ¿230 grados has dicho?

—Si, no me dejaba poner más.

— Rheaa, vas a quemar el horno colegaa.

Nos giramos hacía el horno a la vez, que también daba la casualidad de que lo teníamos en la otra punta de la cocina y efectivamente me había pasado con la temperatura, pero no huele a nada, ¿Cómo voy a saber que se está quemando el horno si no huele? Bueno, horno no, esa cosa no parece un horno. Más bien tiene pinta de ser una chimenea, pero tampoco sale tanto humo solo un poquito. Me acerco corriendo para abrirlo y hacer que ventile un poco mientras Francesca pilla un extintor por si hay fuego o yo qué sé. Lo mio termina siendo una mala idea ya que hay mucho más humo de lo que esperábamos y justo he tenido la grandiosa oportunidad de conocer a que sabe el humo. Estoy toda cubierta de este, pero ya ha terminado de salir todo lo que quedaba adentro, dando paso a una Francesca meándose de la risa acercándose para mirar si me había quemado o algo. No me ha pasado nada obviamente solo era humo, pero las pintas que tengo son como para reírse. Pero por lo menos el horno está bien, menos mal.

— Joder, y yo que solo venía a estudiar y casi terminamos incendiando el horno; me encanta; pero estás que lo quemas tía.

— Ugh, cállate, Francesca.

—Cállame

— Quisieras guapa. Vamos a recoger esto anda.

— Pero que cojones está pasando aquí. -perfecto, el que faltaba.

-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-

Haber, la situación en la que nos encontramos no es algo que ves todos los días, porque dejando aparte el desastre de cocina, que muy amablemente la cocinera nos ha dejado, y ahora está hecha una mierda, me encuentro toda manchada de humo y Francesca sujetando un extintor. Muy normal no es, pero tampoco tiene que meter los insultos. Además, ha estado tirado toda la tarde en la cama, si sólo sabe quejarse que hubiera bajado a ayudarnos, que yo también se quejarme desde ahí.

— Estábamos haciendo galletas, pero nos hemos pasado al calentar el horno y Rhea se ha manchado al abrirlo. -contesta Francesca tranquilamente.

— Ya veo ya, ¿pero por qué no le habéis dicho a la cocinera que os prepare unas?

— Me apetecía intentar cocinar algo, que hacía mucho que no cocinaba.

— Pues si cada vez que cocinas se mancha todo, mejor ni lo intentes

— Tampoco te pases eh, que la idea ha sido mía. -me defiende mi amiga.

— ¿Y tú quien se supone que eres?

— La amiga de tu hermana, aquella que tienes que respetar. Francesca, encantada.

Sinceramente, no me esperaba que hubiera saltado de esta manera, por lo que conozco a Francesca, sé que es muy buena persona, que no le gusta para nada la gente que se mete con los demás, cosa que es lógica. También sé que tiene una hermana mayor a nosotras y que cuando era más joven solían meterse con ella. Por eso tiene como ese instinto protector con las demás personas de su entorno.

Me cae muy bien y me gusta su manera de pensar, en el comedor nos ponemos a hablar sobre asuntos que en principio ni te replanteas, pero una vez que empiezas no terminas de callar porque siempre tienes algo nuevo que añadir. Me encanta pasar el tiempo estando con ella, también he conseguido tener más relación con Luka y Bianca y también me caen muy bien, pero no sé por qué me da la sensación de que Daniela no quiere ni verme, porque cada vez que aparezco o me ve desde lejos se da media vuelta, para no mirarme o marcharse directamente. Peor para ella, porque yo no pierdo nada y la verdad es que cuando estamos todos, ella incluida, siento su mirada, de no muy buenas intenciones, sobre mí.

______________________________

Hola otra vez 💕

¿Qué os ha parecido el capítulo? Yo sinceramente, me he reído muchísimo con estas dos, espero que haya sido algo mutuo.

Recordar votar y comentar si os ha gustado el capitulo. 🥰

Enseguida nos vemos,

Un beso amore ;3

REDES SOCIALES:

Tik tok: izas_fndz

Instagram: izas_fndz

Intercambiando secretosWhere stories live. Discover now