11. EL MEJOR BURRITO

14 2 0
                                    

Rhea

Ugh, cuanta luz. ¿Anoche no bajé las persianas o qué? Bueno mejor, porque madre mía, que mala noche he pasado. He tenido una pesadilla súper rara. Estaba atrapada en mi cama sin poder salir, como si estuviera encerrada en un burrito. Intento abrir los ojos ya que no voy a poder dormir otra vez, muchas gracias dichoso sol, pero desisto la idea. A decir verdad, con lo bien que se está aquí metida adentro, con el calor de la manta y todo, me permití estar un rato más acurrucada antes de bostezar. Bueno va, arriba Rhea.

Empiezo a abrir los ojos y efectivamente tengo un rayo de luz iluminándome en toda la cara, para cuando consigo adaptarme a esta, me doy cuenta de que no estoy en mi habitación. Todo está muy limpio y no hay nada tirado en el sofá. ¿sofá? Que hace un sofá ahí, que narices Ay no. ¿Dónde estoy? ¿Qué narices? No puedo moverme. NO PUEDO MOVERME. Estoy atrapada. Soy un burrito, estoy soñando. SOY UN BURRITO. No, no, no. A ver Rhea, mantén la calma, los burritos se giran. Intento girar mi cuerpo, pero tampoco puedo, lo vuelvo a intentar, pero esta vez más fuerte cosa que hace que al girarme me dé con algo. Perfecto, ahora soy un burrito con un moratón.

—¡¿Quieres pararte quieta?! No eres un burrito.

—Aaahh, ¡pero que cojones Zion! -grito a la vez que me levanto de un salto de lo que viene a ser el sofá.

—Buenos días a ti también, payasa.

—Vete a la mierda. ¿Qué haces aquí?

—¿Yo? Ver la tele, ¿Qué te parece?

— Opino que te vayas a la mierda

—Que graciosa eres.

—Lo digo en serio, ¿por qué hemos dormido en el sofá?

—Anoche llegué borracho, me viste, bajamos, nos enrollamos y nos acabamos de despertar. -suelta tan tranquilo llevándose un codazo por mi parte. – Qué te pasa a ti ahora.

—Nada. -me mira con cara de no me mientas-es increíble, eres increíble. Recuerdo que pasó idiota, el borracho eras tu no yo, pero pensaba que había subido a mi habitación.

—Pues me da que no.

—Eso ya lo veo, pero gracias por recordármelo. -levanto los brazos exasperada por la situación.

—Nada, hombre.

—Increíble. Subo a mi habitación, luego nos vemos.

—¡Que duermas bien, payasa! -grita justo antes de que le saque el dedo.

Que estrés y acabo de levantarme. Menos mal que es domingo, llega a ser lunes o jueves y no solo se hubiera llevado un almohadazo sino más bien un puñetazo. Llego a mi habitación, o como yo le digo, mi cueva. Madre mía, que desordenada está. Mejor me rio para no llorar. Esto no puede quedar así. Así que mientras pongo algo de música para despejarme, empiezo a recoger lo que pueda de ella.

-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-

Vale, ya es casi la hora de comer y tengo toda la habitación recogida. Un logro. Me he despistado con la música y tal, pero cómo no despistarse cuando False Confidence suena a todo trapo por tu habitación, es imposible no hacerlo. Hago una croqueta por la cama para pasar al otro lado de la habitación y así poder coger mi móvil. También he aprovechado todo este rato para hablar con Chesca y al ver que tengo un mensaje pienso que es ella, pero el teléfono del que proviene el mensaje es desconocido.

Cómoda anoche ¿no?

Puto Zion, juro que lo voy a matar. Ya tiene mi número ¿por qué me escribe por este? Se cree que haciendo otra de sus bromitas va a hacer que me enfade o me asuste, pues no. En tu cara idiota, porque no me voy a enfadar y caer en otro de tus juegos raros y retorcidos.

Para cuando me doy cuenta es la hora de bajar a comer así que termino de guardar mis cosas y bajo corriendo, no sin antes echarle en cara a Zion que me deje en paz y que no vuelva a mandarme otro mensaje de esos.

—¿De qué mensaje estás hablando payasa? Yo estoy sin movil, tengo que comprar otro.

—¿No has sido tu? -Si no es él, ¿Quién es?

—No he sido yo, no. Deja de culparme por todo, anda. -dice asqueado, pero al ver mi cara de preocupación cambia drásticamente. -Vamos a comer, no te preocupes por el mensaje. Será un imbécil de turno.

—Si, mejor. Siento haberte echado la culpa sin antes preguntar. ¿Bajamos ya? Tengo hambre.

Será mejor olvidarme del mensaje ese, no me tengo que preocupar de nada. Es un mensaje y Zion tiene razón. No todo lo que me pase es cosa suya, pero tampoco me puede negar el hecho que sospeche de él con ciertas cosas teniendo en cuenta como habían sido las primeras semanas. Pero ahora a lo que estamos, en el presente y específicamente vamos a centrarnos en el plato de risotto alla milanese que tengo delante mio. Es uno de los tantos platos tradicionales de Italia y se podría decir, mi favorito. En verdad que las comidas con la familia son muy agradables, siempre suele haber un orden. Primero Antonela nos pregunta que tal el día y normalmente es Angelo el que empieza a contarnos los dramas de la oficina, cosa que nos hace reír casi siempre, y luego vamos Zion y yo con nuestros dramas del instituto o mejor dicho, yo me quejo y los demás me escuchan. Si, así sí.

La tarde se me ha pasado volando y he conseguido hacer varias cosas la verdad. He leído medio libro, cosa que me parece poco para mí teniendo toda la tarde libre y he conseguido ordenar la habitación. Todo un mérito por mi parte. La música está a tope, como no y En Blanco y Negro suena a todo trapo por mi habitación. Me extraña que Don Aburrido no venga a quejarse, mejor. Mas tarde, me acuerdo de que es un domingo, que son las nueve de la noche y que puede que haya personas durmiendo. Por ende, decido bajar la música solo para que yo pueda escucharla. Tocan mi puerta, pero oigo como la abren sin avisar, no tengo que adivinar quien es.

—Un hola que tal, ¿puedo pasar? Estaría muy bien eh. Pero nada, tu como en tu casa.

—Es mi casa. Tu eres la infiltrada. – Me pasa por hablar y razón no le falta.

—¿Qué quieres Zion?

—Solo venía para ver como estabas, ya sabes, el mensaje ese.

—Aaa, si, no te preocupes. Estoy bien, se habrán confundido de número, pero gracias por preocuparte. Ya se me había olvidado.

—No es nada. Pero si te vuelve a pasar algo parecido, no dudes en decírmelo para investigarlo.

—Wow, Zion, no te preocupes de verdad. No he vuelto a tener ningún otro percance, pero serás el primero en saberlo, sin dudarlo.

—Vale, bien. Ahora intenta descansar antes que bajemos a cenar ¿vale? Antes en la comida has dicho que mañana empezáis con un proyecto y sé cómo te pones en los trabajos de grupo, no quiero tu humor de mierda desde la noche anterior.

—Tan amable como siempre. No cambias ni un poco ¿eh? Igual es por el chip de la cabeza. ¿Te lo has ido a mirar? Se estará estropeando por falta de funcionamiento.

—Que graciosa. Descansa payasa, luego nos vemos en la cena. A y me han preguntado por si quería participar en una carrera el finde que viene. Les he dicho que íbamos a ir. Cuento contigo ¿no?

—Por supuesto, luego nos vemos Zion.

_______________________________________

Holaa, espero que os haya gustado este capítulo con nuestro burrito favorito.

¿Qué creéis que significa el mensaje, se habrán confundido como cree o será otra cosa? Os leo. 💕

Recordar votar y comentar en la historia para ayudarme a saber si os ha gustado. Nos vemos pronto.

Un beso amore. ;3

REDES SOCIALES:

Tik tok: izas_fndz

Instagram: izas_fndz

Intercambiando secretosWhere stories live. Discover now