𝑿𝑳𝑰 𝑳𝒐 𝒃𝒆𝒔𝒐♡¸.•*

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Llorar se está convirtiendo en algo habitual en mi vida. De un tiempo para acá muchas cosas han sido los principales causantes de sin sabores y lágrimas, dentro de ellas, Caleb. Me pongo a pensar, hoy me refugio en la frase que el fin justifica los medios, saber que en todos estos meses, las humillaciones, malos ratos, maltratos y demás actos de este chico contra mi son minimizados sus efectos por el afecto que le tengo, no sé si me convierte en una idiota o en una ingenua, da igual, al final las dos dicen los mismo de mi, soy una tonta.
Sé que lo quiero, que deseo con todas mis fuerzas que ambos dejemos el pasado, todo el pasado definitivamente atrás y vivamos esto tan bonito que ha despertado sentimientos, emociones y sensaciones que antes no sabía que podría algún día sentir. El simple hecho de pensar en decir adiós a esta oportunidad de ser feliz y dejar a Caleb atrás, siendo parte de ese pasado me hace llorar, y me hace sentir cobarde.
El modo siniestro en el que me miraba su madre, las palabras hirientes, el rencor y desaprobación en su mirada y palabras me han dejado estática, en el mismo lugar, tirada en el suelo sintiéndome la persona más miserable del mundo. Ella si me ha hecho recordar y palpar en carne propia a la Peyton que he luchado durante estos años en dejar atrás. La crueldad de esa chica que solo quería ser notada, popular y amada, escondiendo sus temores y dolor detrás de la máscara que en aquel tiempo se me hizo sencillo construir, hoy, se me dificulta dejar atrás. No es por mi, para nadie es un secreto que he querido ignorar que un día fui la déspota y malvada Peyton Michel, pero para otros como Karla, Abby, la señora Nolan y hasta el propio Caleb, es imposible creer en que algo así fuera posible.

Me levanto del suelo de la sala de estar y camino lentamente hacia la habitación, quiero poner mi ropa y salir de aquí. Mi cabeza es un caos, miles de cosas pasan por ella dando vueltas. Mis neuronas no son capaces de trabajar unificadas y con coherencia. Cuando estoy dentro escucho el sonido de mi teléfono celular pero se detiene, lo agarro y hay 8 llamadas perdidas de Daffne, enseguida me asusto y mi corazón da un brinco. Llamo de inmediato y descuelga de una.

— ¡Peyton te necesito! — su voz suena desesperada.

— ¿Qué pasó Daf?

— Tu madre...

No termina de hablar y un soyoso se escapa de mi. ¿Mi madre?

— ¿Qué le pasó a mi madre? — hago la pregunta que tanto temo escuchar la respuesta.

— Está en el hospital. Me llamaron esta mañana cuando pudieron dar con su identidad. Fue hallada en la calle inconsciente.

Las lagrima bajan sin dificultad alguna. Suspiro y mi nariz está atascada dando un leve dolor a mi cabeza.

— Ya iré para allá. Manda la dirección por sms.

Cuelgo la llamada, no quiero seguir hablando porque, no sé que decir al respecto. Me siento tan mal por mi madre, pero, aunque suene egoísta me siento aún peor por mi. Tengo la sensación de que nunca terminaré de pagar las cosas malas que hice, que día tras día el karma seguirá pisando mis talones esperando la mínima oportunidad para recordarme la persona que fui y así justificar mis desgracias.

Me visto a toda prisa y salgo de aquí. Llamo a un taxi y en menos de 10 minutos estoy en el hospital. A penas mi amiga me ve sale corriendo a mi encuentro y cuando nuestros pechos chocan en un abrazo, me derrumbo emocionalmente. Lloro porque necesito sacar tantas cosas que quiero gritar pero no puedo.

— Ey, calmada. — me susurra Daf al oído. — El médico dijo que ya está estable.

— ¿qué le sucedió? — pregunto unos segundos después de intentar calmarme.

— Entró en un estado de embriaguez profundo lo cual causó un coma etílico. — cubro mi boca y jadeo. — Pero lograron estabilizarla, solo falta que su organismo reaccione a los medicamentos por completo y pues, esperar a que despierte. El doctor explicó que tuvo mucha suerte, en muchos casos las personas no sobreviven, esto pasa cuando consumen un nivel sobre normal de 3 g/l de alcohol.

El deseo del amo (Completa ✔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora