XXI ♡ Control sobre mi ♡

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No he querido salir de la habitación desde que llegué a casa. Llevo más de 3 horas sentada en el suelo con las rodillas pegada a mi pecho mientras pienso una y otra vez lo estupida que fui, por guiarme por un tonto impulso le di lo que quería, no me importó pisotear mi orgullo que se negaba en aceptar que yo también lo deseaba. Me entregué a Caleb, dejé que poseyera cada parte de mi sin pensar en las consecuencias, para luego, estar aquí como una idiota arrepentida hasta del día en que nací. Caleb tiene ese poder en mi, me hace renegar, me hace llegar a odiarme ya sea por las cosas que hice en el pasado, o por las cosas que hago en mi presente.
No entiendo por qué el nudo que tengo en la garganta se niega a bajar y dejarme respirar con facilidad o sentirme bien. Me siento asco, mal conmigo misma, ese chico me acaba de demostrar que follar conmigo fue como hacerlo con una puta metiendo a una bajo este techo y follandola en la misma cama donde no hace ni 24 horas estuve yo.
No quiero llorar, no lo haré, o sea, no tengo por qué hacerlo, pero me las va a pagar, eso lo puedo asegurar.
No recuerdo el momento en el que me quedé dormida, tampoco sé cómo diablos llegué a la cama y me cubrí con las mantas, solo sé que estoy despierta porque mi móvil anuncia una llamada de Daf, la tomo.

— Hola.

— ¿Qué te pasa? Suenas como la mierda. — como cuando tu amiga te conoce incluso más que tú.

— A mi nada, ¿por? — miento.

— ¿Me vienes con mentiras a mi? ¿Por qué crees que mi animado favorito es Pinocho?

— Ok, ya, no estoy bien. No me pasa nada, pero no estoy bien. — le resto importancia. Es que, no le quiero dar más de la que tiene...

— ¿Qué hizo Nolan ahora? — puedo imaginar como pone los ojos en blanco.

— ¿Vas a venir? Prefiero contarlo en persona.

— Si, iré pero, ¿puede Brian venir a por mi? No me siento bien como para ir en autobús.

— Daffne, toma un taxi y lo pago aquí, no le pienso pedir ningún favor a Caleb. — pellizco el puente de mi nariz.

— Bueno, al menos lo intenté.

— Zorra. — medio río y ella se une.

Colgamos la llamada y me vuelvo a recostar en la cama mientras suspiro y miro al techo. Comienzo a crear imágenes sobre lo que vi anoche que hubiera deseado no haber visto realmente. Sé que estoy así porque mi dignidad, la poca que me quedaba fue destruida, obviamente es por eso, el hecho de que se haya follado a una fulana no implica en mi malestar, sino que, es complicado de explicar, lo único que tengo bien claro es que lo odio, lo detesto.

No quería salir de esta habitación en todo el día, pero cuando Daf me avisa que está en la puerta y el del taxi espera por su paga bajo corriendo las escaleras. Es obvio que él sabe que mi amiga está aquí, para entrar al condominio si no vives acá hay que dar reporte de la dirección a la que vas y el permiso del propietario para que se conceda el acceso. Cuando llego a la sala de estar él está sentado viendo algo en la enorme TV, pero lo ignoro y abro la puerta. A penas y veo a mi amiga la abrazo, con más fuerza de la que planeaba.

— ¡Hey! ¿todo bien? — me susurra.

— No...

Ahora que Daffne está aquí me siento más vulnerable y puedo notar como se arma un nudo en mi garganta difícil de tragar, mis ojos duelen por aguantar las ganas de llorar, jamás dejaré que Caleb me vea derrotada.

— Vamos arriba. — me dice mientras besa mi frente. Pagamos al taxista, me abraza y así caminamos.

Pasamos por la sala directo a las escaleras.

El deseo del amo (Completa ✔)Where stories live. Discover now