Capítulo 16.

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La semana acabó en un parpadeo.   Takemichi apenas tuvo tiempo de registrar lo que había pasado los últimos días, su repentina amistad con Senju y la entrada patética al club de Karate.

Desde que empezó con las cartas a Mikey, su vida había cambiado. No podía quejarse, hizo  nuevos amigos y  estaba cada vez más cerca del amor de su vida, con la excepción de que seguían siendo sentimientos unilaterales.

Como ya  era sábado, Draken quedó de recogerlo para ir a casa del capitán. Y más pronto de lo que calculó, lo tenía en la puerta tocando repetidas veces.

— Ya voy. — Gritó terminando de embutirse la comida en la boca. Draken siguió tocando hasta que Takemichi abrió. Lo primero en lo que se fijó el rubio teñido fue en la moto a un par de metros.

— ¡¿Es tuya?! — Cuestionó, pero Draken lo ignoró. 

— ¿Estás listo? — El del tatuaje en la cabeza, lo detalló sin una pizca de sutileza. Takemichi se encogió cohibido.

— Lo estoy, menos mal vienes a recogerme. Olvidé pedirle la dirección a Mikey. — Comentó Takemichi, el doble de apenado.

— Lo supuse, por eso te mande ese mensaje más temprano.— Draken no pareció darle importancia al asunto.— Te ves diferente hoy, ¿Te peinaste?

— No, de hecho no. — Dijo, llevando sus manos a sus cabellos revueltos, tratando de darle forma. Se rindió al darse cuenta que era imposible.

— Vamos, Mikey debe estar esperándonos.

Takemichi asintió y esperó a que Draken subiera a su motocicleta para luego seguirlo. No estaba acostumbrado a subirse a ese tipo de vehículos, pero eran tan geniales.

El viaje a casa de Mikey fue tranquilo y muy silencioso. 

El lugar era amplio hasta donde podía ver, un estilo muy tradicional.  Con un amplio jardín y árboles alrededor.

Draken lo guío sin tanta presentación por un pasillo recubierto de madera de bambú y en el camino se encontraron con una chica que aún no conocía. Muy linda y con el cabello del mismo estilo del de Mikey.

—  Hola, hola, tu debes ser Takemicchi.— Le saludó la joven,  inclinándose curiosa hacía él. Lo estudiaba con esos ojos claros que se cargaba.

—  ¿Me conoces? — Inquirió Takemichi, confundido.

— Por supuesto, Mikey habla de ti. Soy su hermana Emma. Es un placer por fin conocerte.

— ¿En serio? ¿Habla de mí? — Preguntó desorientado y ruborizado. Emma no parecía estar bromeando.

— Diviértete mucho. No dejes que mi hermano se aproveche de ti.— Emma sonrió y luego pasó a través de Draken y él. El más alto chasqueo la lengua y Susurró algo a Emma que no comprendió del todo.

Ella simplemente siguió su camino, levantando sus hombros mientras doblaba por una esquina de la casa.

—  Sigamos o Mikey se impacientará.

Asintió aturdido, caminando hasta una puerta corrediza que Draken fácilmente empujó. Del otro lado estaba mikey, acostado en el suelo con las piernas flexionadas. Se veía tan relajado y cómodo.

Cabe aclarar, que el salón donde estaban, era una especie de dojo personal. Por eso Mikey debía ser tan bueno en Karate.

— Mikey-kun.— Susurró emocionado, acercándose al chico.

— Takemicchi, llegaste. — Mikey apenas levantó su cabeza y le sonrió.

Ambos se miraban felices, olvidándose de Draken, quien tosió para llamar la atención.

Team Takemichi Vs Team Mikey.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora