Capítulo 33.1 - ¿No puedes confiar en mí?

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A pesar de tener el corazón colgando en el aire, Cen Li todavía fingió estar tranquilo: —Tal vez es una marca que quedó tras la caída del otro día.

Han Chen dijo: —En realidad, no hay una excusa con la que puedas ocultarme este asunto, y además, todavía hay algunas cosas que puedo distinguir.

—... —Al escuchar esas palabras, el corazón de Cen Li se enfrió.

Inclinó la cabeza para mirar a un lado y vió que la puerta del aula estaba cerrada, así que él y Han Chen eran las únicas dos personas dentro de ese espacio reducido. Ambos podían escuchar las voces susurrantes de afuera, pero su mente sólo estaba muy aturdida.

Rápidamente intentó abrir la puerta, pero Han Chen le tiró del brazo: —¿No puedes confíar en mí?

Los ojos de Cen Li esquivaron un poco su mirada, y pensó que nadie se daría cuenta de ese asunto, hasta después de la graduación.

No era más que un juguete, y él no tenía ninguna intención de hacer pública esa relación. Después de todo, a Ning Xiuyuan nunca le faltaba gente a su alrededor y en dónde sea que estuviera siempre habían personas que se le acercaban. Pero para él, esto si fue un golpe fatal.

—Profesor Han, si no hay nada más... me gustaría volver a clases. Cen Li evitó la pregunta de Han Chen.

—Contéstame primero. —Dijo Han Chen.

—... —Cen Li luchó un poco pero no se movió, y ahora su cuerpo estaba tan débil, que no podía ejercer mucha fuerza.

El aire se volvió silencioso, y ninguno de los dos volvió a hablar. Han Chen siempre había sido alguien a quién admiraba, así que no quería exponer su "yo sucio" frente a él, y por un momento, todo lo que Cen Li sintió fue una sensación de asfixia que lo invadía.

El timbre de la clase sonó en sus oídos, y sólo entonces Han Chen le soltó la mano.

Pero justo después de alejarse, Cen Li abrió la puerta y huyó de vuelta al aula de clases.

Ahora, Han Chen... lo sabía.

Durante toda la clase de la mañana, la mente de Cen Li no pudo concentrase en absoluto, aún cuando en los alrededores ya no habían esos sonidos sospechosos. Sin embargo, sabía que mientras tuviera contacto con Ning Xiuyuan, entonces esa capa de falsedad sería perforada tarde o temprano.

Al mediodía, todas las personas en el aula se había dispersado y Cen Li aún seguía sentado en su asiento, dudando en moverse.

—Cen Li. —Una voz llegó desde un lado.

Cen Li levantó la vista, y vió que la persona que se acercaba era Xia Lu.

Los ojos de la otra persona estaban un poco rojos, así que antes, obviamente había llorado un poco.

—Te creo. —Dijo Xia Lu.

—...

—Pero Ning Xiuyuan no es una buena persona, así que deberías involucrarte menos con él en el futuro.

—Si. —Una ligera sonrisa apareció en el rostro de Cen Li, como si estuviera consolando a Xia Lu, y también como si se estuviera consolando a sí mismo.

Xia Lu exhaló un suspiro, como para armarse de valor, y dijo: —Aunque tienes a alguien que te gusta, todavía quiero decirte que me gustas desde que estaba en primer año y quería confesarme antes de la graduación... Por eso, ahora no puedo esperar más.

Al decir esas palabras, la voz de Xia Lu se entrecortó en sollozos.

Esto hizo que un dolor surgiera en su corazón, como si un cuclillo lo desgarrara. Cen Li sólo quería acercarse a ella y consolarla, quería entregarle un pañuelo para que se secara las lágrimas en las comisuras de sus ojos, y también quería ser como cualquier hombre normal que puede tener una relación de igualdad... pero no podía.

Al final, Cen Li sólo se esforzó por sacar unas palabras de su boca: —Lo siento.

—No tienes que disculparte... eres libre de eligir a quién te gusta. —Xia Lu dijo.

—...

En lo que respecta a las relaciones, Cen Li hacía tiempo que había dejado de tener esperanzas extravagantes.

En todos estos días, Cen Li estuvo viviendo una vida confusa y cuando veía a Han Chen, también lo evita deliberadamente ya que tenía mucho miedo de que él sacara a relucir ese tema. Pero ciertamente, parecía que sólo quedaba oscuridad en el mundo, así que no podía hacer nada más que acurrucarse en un rincón y enfrentarse a las acusaciones justas de los demás.

FO - Parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora