Capítulo 33.2 - Quedarse contigo

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La nieve casi se había derretido, y el frío afuera de la casa era aún más intenso.

Su cuerpo ya no se sentía tan mal como antes, quizás porque Jiang Yan había vuelto a China y así tenía algo más de tranquilidad.

Cen Li iba al hospital de vez en cuando, y el médico le había dicho antes que el estado de salud de su madre se estaba deteriorando de nuevo, pero cuando fue hoy, ella pudo sentarse en la cama e incluso hablar con él.

La joven enfermera se rió aparte: —La tía te echa de menos, siempre me dice lo bueno que eres y lo orgulloso que has estado de ella.

Una sonrisa afloró en el rostro de Cen Li, ya que sabía lo que su madre esperaba de él. A ella le había costado mucho esfuerzo mantener su educación durante tantos años, pero él aún no había tenido la oportunidad de apoyar a su madre y darle unos días de buena vida.

Agarró una manzana con la mano, la peló y cortó cuidadosamente la pulpa en trozos antes de pasarla a los labios de la mujer y decirle a la enfermera: —Gracias por cuidarla en estos días.

El rostro de la enfermera enrojeció ligeramente: —Esto es lo que me corresponde hacer, así que no tienes que agradecerme nada.

Cen Li tenía un buen aspecto, con mejillas finas y cejas bonitas, sin mencionar que sus labios eran ligeramente pálidos, lo que le hacía parecer un poco más ascético, y a la vez hacía que la gente quisiera chupar sus labios hasta ponerlos de un rojo intenso.

La mujer que yacía en la cama del hospital era naturalmente consciente de la situación, y de que Cen Li iba a cumplir veintitrés años a finales de año. Además, debido a las facturas del hogar, Cen Li fue a la universidad con dos años de retraso, pero todavía tenía un aspecto limpio y las personas en su clase ni siquiera podían notar la diferencia de edad.

—Xiao Hui es una buena chica. —La mujer insinuó, y luego miró a Cen Li: —No eres demasiado joven, así que dime... ¿ya has conocido a una chica que te guste?

Los movimientos de Cen Li se detuvieron: —Todavía estoy en la universidad, así que no estoy pensando en eso por ahora.

Como madre, por supuesto, quería ver a Cen Li formar una familia y como se liberaba de sus responsabilidades, pero sabía que sus días estaban contados, así que sólo se conformaba con verlo salir con una buena chica.

La vida es demasiado corta como para pasarla sin compañía.

—¿Qué piensas de Xiao Hui? Estoy aquí gracias a que ella me ha cuidado en el hospital estos últimos años, de lo contrario probablemente no habría salido adelante.

—... —Cen Li no respondió.

La enfermera estaba un poco avergonzada, así que se apartó y dijo: —Tía, es mi trabajo cuidar de ti.

La mujer miró a Cen Li y añadió: —Le he preguntado a Xiao Hui, y a ella no le importan las malas condiciones de nuestra familia... Es una buena chica, y mamá quiere ver a alguien a tu lado, que pueda quedarse contigo.

Los ojos de Cen Li se pusieron vidriosos y su voz se volvió ligeramente entrecortada: —No lo pienses mucho, el hospital te curará.

La mujer dejó escapar un leve suspiro: —Sé muy bien en qué estado se encuentra mi salud, y también que le debo todos estos años al apoyo financiero de Sr. Ning. Él es un buen hombre, y si tienes la oportunidad en el futuro, también deberías pagarle bien.

—... Si.

Después un largo período de trabajo duro y una dieta irregular, su madre fue sometida a un estricto control para el cáncer de estómago. En un principio, ella quiso ocultarle su enfermedad, pero él vio el historial médico y su familia había estado tan escasa de dinero que no podían financiar para el tratamiento. Así que Cen Li pensó en dejar la escuela y ponerse a trabajar, pero entonces obtuvó el apoyo financiero de la familia Ning y su madre lo sabía todo.

Tenían una deuda de gratitud con los demás, por lo que ella se lo mencionaba de vez en cuando.

—El hijo de Sr. Ning y tú fueron compañeros de clase, ¿verdad? —La mujer volvió a preguntar.

—Si, ya te lo he dicho antes.

En los últimos años, su madre había sido más propensa al olvido, así que sacaba a relucir ese tema una y otra vez.

—También debes llevarte bien con él, y ayudarlo si puedes.

Las pocas veces que se mencionaba a Ning Xiuyuan en sus conversaciones, Cen Li sólo decía que sí, pero esta vez susurró: —Lo haré.

Cen Li se quedó en el hospital durante mucho tiempo, le contó a su madre sobre su reciente período académico y también cenó con ella. Luego, antes de irse, vió cómo se quedaba dormida, y en general, ese era el momento más gratificante que siempre esperada.

Pero en cuanto a los malos momentos, esos los tenía que sufrir él solo.

Cuando salió del hospital, ya había oscurecido en el exterior, así que Cen Li se sentó tranquilamente en un banco durante un rato, y se quedó observando el cielo iluminado por las estrellas.

En ese amplio espacio, solamente quería tener un lugar para él.

FO - Parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora