20 de agosto de 2013

3.5K 275 56
                                    

Fuimos a un Starbucks en nuestra segunda cita. Esta vez hacía calor y yo estaba usando una camiseta liviana. Tú estabas vestido como si el frío no se hubiera ido. Ese detalle no me importó hasta que descubrí la verdad que escondía. Pero aún no es momento de reflexionar sobre toda tu mierda, es algo con lo que no tendría que lidiar.

Nunca habías ido a Starbucks y yo te arrastré allí. Tenías que ir e irías conmigo, como si fuera una aventura en donde el tesoro era un café moka y un rol de canela.

Adoraste ese lugar pero, viéndolo desde esta perspectiva, quizás solo lo hiciste porque era un lugar que me gustaba a mí. Volvimos a ir por frapuccinos y más roles, incluso cuando yo no tenía suficiente dinero. Pagabas por mí y eso parecía hacerte feliz. A mí solo me incomodaba.

Ahora es a ti a quien incomodaría y a mí a quien haría feliz. Supongo que ya es tarde, que es mejor así. No se puede comprar amor con un poco de café, canela y chocolate.

* * * * *

Hoy me desperté demasiado temprano. Detesto hacerlo y, en estas épocas, lo detesto aún más. El sol no mejora mis ánimos, nada lo hace. Salgo de casa, enfrento mi día y me vuelvo a esconder. Repito esa misma rutina durante toda mi semana. No se me escapa ni una sonrisa, a menos que esté con Dylan. Ya no hablo con mis amigos y ellos no me hablan a mí. Mis amigas están ocupadas con sus propias vidas como para acordarse de que la mía se desmoronó como un castillo de naipes. ¿Entiendes por qué ya no hay sonrisas?

Trabajo. Pienso en números. Trato de bloquearme. Miro a los demás, fijamente, tratando de decidir si son felices o no. Si tuvieron un mal día, si cargan con malas noticias, si les agrada lo que hacen y lo que les espera. A veces, cuando recuerdo lo nuestro, duele y quema y me hiere por dentro.

Deberías saber que recuerdo todo el tiempo.

De tu ex, con amor (Emma & Chase #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora