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Odín es reconocido como la deidad principal de todos los dioses nórdicos y padre de algunos dioses como Thor y Balder. La magnificencia de su poder lo hace ser reconocido como el dios de la sabiduría, de la guerra y de la muerte, otorgándole supremacía sobre todos los demás dioses nórdicos y habitantes de Asgard.
También le atribuyen el nombre de Wotan o Woden en los pueblos germanos, y encierra en sí todo el poder incluso sobre los nueve mundos a los que se refiere la mitología escandinava.
Se le conoce comúnmente como el padre de todos, ya que se le atribuye la gobernación del mundo de los hombres y los dioses. Según la mitología nórdica, Odín creó a la primera pareja de humanos llamados Ask y Embla, así como también inventó las runas.
Por ser el rey de todos los dioses se caracterizaba por ser el más sabio, para llegar a serlo tuvo que realizar ritos y hasta sacrificó su ojo izquierdo para beber del pozo de Mimir y así obtener la sabiduría universal. Debido a esto, también se le califica como el dios del conocimiento del pasado, podía saber el destino de los hombres.
Las esposas de Odín
Jórd: representaba la tierra en su estado natural, sin tener alguna relación con el hombre. Con ella tuvo dos hijos que le colocó por nombre Balder y Höör.
Frigga: es la tierra, pero ya transformada y cultivada por el hombre. El hijo de ella es el famoso dios Thor.
Rind: igualmente representa la tierra pero en un estado nuevo salvaje. Al hijo que tuvo con ella le llamaron Vale.
Residencias de Odín
Contaba con tres ubicadas en Asgard.
La primera era Glaösheimr, que era un extenso salón donde presidía sobre los doce jueces y regulaba los asuntos de Asgard.
La segunda casa era la llamada Valaskjálf, ahí se encontraba el trono o Hliöskjálf que fue construido en plata.
La tercera es el Valhalla, lugar donde recibía las almas de los guerreros muertos, allí servían y se alojaban las Valquirias quienes se convertían en las hijas de Odín.
Muerte de Odín
En el final de los tiempos, Odín guiará a los dioses y a los hombres contra las fuerzas del caos en la batalla del fin del mundo, el Ragnarök.
Muere en este enfrentamiento apocalíptico, siendo este un rasgo común entre los dioses nórdicos ya que no eran eternos, tenían poderes pero podían morir.
El dios Odín dejó todo un legado de grandeza, no hubo terreno en el que no se destacara, todo esto gracias a la sabiduría absoluta que poseía. Era temido por todos sus enemigos que se atrevían a enfrentarlo, tenía la habilidad de detener cualquier objeto que le lanzaran con tan solo su mirada.
