El ladrón de mundos (trilogía ladrones #3)

Capítulo 18

Feliz sábado, zorritos!

Espero hayan tenido una buena semana y aprovechen estos días para descansar. Por mi parte, solo debo aguantar hasta mañana para poder atacar mi conejo de chocolate. Muchas gracias a todos quienes me han recomendado últimamente, nada ayuda tanto como eso al momento de hacer que las historias lleguen a más personas. Y infinitas gracias a todos quienes administran las cuentas de Instagram y me hacen reír con sus memes. Estoy intentando ponerme al día con mensajes, así que no duden en escribirme por Twitter, Instagram o Facebook.

No puedo creer que ya estemos en el cap 18. ¿Cómo creen que terminará todo?

Como siempre, no se olviden de votar y/o comentar el cap al final!

Xoxo,

Sofi

***

Había logrado escapar. Por los pelos.

Las hermanas Taiyo la habían acorralado, demandando respuestas que ella no comprendía del todo ni se suponía compartiera. Y Pip se había preguntado qué haría Key en su lugar, y luego Nix, y finalmente había hecho lo que Pip haría. Porque Key hubiera mantenido su cabeza en alto y hablado sin dar respuestas, tan experta en mantener su postura y no ceder. Y Nix las hubiera atacado en cuanto hubieran terminado con su paciencia. Y fuera una opción u otra, Pip no estaba a la altura de ninguna.

Así que había huido. Había aprovechado su pequeño tamaño para escabullirse fuera, su magia para hacerla correr como si volara. Había saltado la cama de Takeo sin problema, la ventana se había abierto de una ráfaga de viento, y ella había saltado fuera. Había corrido sin detenerse, hasta encontrar un árbol decente y subir lo más alto que pudiera en este. Y había guardado silencio. Incluso cuanto Rai y Yuki Taiyo habían salido a buscarla, gritando su nombre.

Había recordado a Key ordenarle que dejara de trepar árboles, y a Nix quejándose de que seguro se caería. Lo había hecho la última vez, y él había estado debajo para atraparla. Un caballero, incluso con su malhumor. Pero ahora no había nadie debajo, y ella solo podía pensar en aferrarse con fuerza al tronco, deseando que su agarre no fallara.

No había mentido. No sabía nada sobre Key, ni qué podría haber hecho Nix para que ahora todos estuvieran tras él. Además de romper el bonito arco rojo de los Feza en la entrada al parecer. Supuso que los humanos no estarían contentos por eso. ¡Pero aun así estaban exagerando! ¿Qué tan terrible podía haberse comportado?

No quería bajar, porque sabía que las hermanas Taiyo debían seguir buscándola. Y tenía respuestas, o parte de estas, pero le había prometido a Nix guardar su secreto. Él ni siquiera había intentado engañarla, nunca lo hacía. Simplemente la trataba como un igual, a diferencia del resto, y había estado tan tranquilo al decirle que habían usado la sangre de Anton para despertar a Yuki y que si Pip decía algo, su hermano terminaría en un exprimidor de jugo de naranja para que los humanos despertaran al resto.

Y tanto como ella deseaba ayudar a los Feza, no deseaba estar sirviéndoles licuados de su hermano para lograrlo. Tenía que guardar el secreto, al menos el tiempo suficiente para que Wess pudiera encontrar una alternativa a juguito de Anton. Sabía que el mundo no era perfecto, ni todos actuaban del mejor modo. Sabía que escogería a su hermano siempre sobre los demás

Aun así, eso le dificultaba si deseaba hablar a solas con Takeo. ¿Él siquiera la escucharía, o estaría demasiado distraído con Yuki? Gia una vez le había dicho que las personas enamoradas se volvían estúpidas. Pip no estaba segura de si aquello afectaría a todos por igual, pero estaba comenzando a temer que fuera el caso. Wess había dicho algo muy parecido sobre Nix.