Capítulo 16

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Feliz sábado, zorritos!

En un inesperado giro de los acontecimientos, he reencontrado mi impulso y pasión por escribir, y logrado terminar dos caps en menos de una semana. Espero lograr mantener este ritmo. Muchas gracias por todos sus mensajes de amor y apoyo, y por siempre andar compartiendo cosas sobre mis historias en  las  redes.

Qué piensan de "El ladrón de mundos" hasta el momento? Qué es lo que no pueden esperar a leer?

Como siempre, no se olvide de votar y comentar al final!

Xoxo,

Sofi

***

Chichi.

Tenía sentido.

Nix permaneció en silencio, sintiendo el peso del estilete en su mano. Aun contra toda probabilidad, Keira Sakura Feza se había aferrado a su ser en medio de tanto caos. Aunque ni siquiera ella lo supiera. ¿Entonces qué se suponía que hiciera? ¿Decirle la verdad? Con todo el desgarrador dolor que aquello implicaba...

Ella había gritado, y él la había sostenido, hasta que se había calmado, o simplemente agotado. Key ni siquiera se había resistido o hablado al momento de regresar a la vieja mansión. Se había mantenido quieta mientras él lidiaba de mala gana de nuevo con sus heridas. ¿Acaso no podía detenerse un instante a pensar en su integridad? Ella le había ofrecido sus manos para que las atara, él no lo había hecho.

Había intentado escapar, pero había regresado. Fuera lo que fuera que hubiera cambiado en su mente entonces, ella ya no tenía intención de huir. ¿Entonces qué podía haber sido? Porque era Key, y tampoco lo era. Mostrando su habilidad al escapar, solo para luego rendirse. Riéndose de haberlos dejado atrapados allí, mientras gritaba por su padre también. La chica amable que se había ofrecido para que la atara, la misma que había intentado matarlo y lo había atacado con sus única debilidades que le había confiado.

Qué complejo acertijo, intentar comprender cómo llegar a ella. Seguía siendo la joven de mente calculadora y manos letales, aun con sus ideas cambiadas. Pero a veces, al menos por un latido, había pequeños destellos de ella. Cosas que ciertamente le pertenecían. Aunque solo fuera llamar por su padre, como siempre que sus heridas eran demasiado graves.

Nix suspiró, intentando alejar el amargo sabor en su boca. Tonto de su parte dejar que algo similar le afectara. ¿Qué importaba a quién llamara? Key era una llorona, y su preciosa Agencia siempre había estado sobre todo. Como si no pudiera confiar en nadie fuera de esta. Como cada vez que Derek Bower había aparecido, y ella había corrido a sus brazos sin dudarlo.

Y comprendía que había años de camaradería allí detrás, quizás algo más también, ella habiendo guardado sentimientos por el antiguo agente alguna vez. Y su padre siempre sería su padre, aunque llevara más de una década muerto. ¿Entonces por qué le molestaba tanto que Key siempre llamara a otros? ¿Que recurriera a las personas incorrectas? Una que solo la traicionaría, y otra que ya no existía. ¿Por qué nunca lo llamaba a él?

Alejó esos tontos pensamientos, no tenían lugar allí. Key era Key, y no lo era. Lo único que necesitaba en ese momento era comprender cómo regresar al mundo humano, pero la diosa estaba siendo celosa con esa información. Él había intentando concentrarse, ella había guardado silencio. Kira tenía un cruce, pero Key aseguraba haber robado y destruido el único modo de abrirlo. ¿Cómo siquiera lidiar con aquello, si desconocía los detalles del asunto?

Dune se sentó a su lado en el porche, un cigarrillo encendido. Nix estuvo casi agradecido de olfatear las kenkas. De todos modos, la diosa no habló. Era consciente de Key sentada en el techo. Incluso si ella parecía colaborar, era mejor no dejarla sin vigilancia. Resultaba tan silenciosa como siempre, pero si prestaba la suficiente atención, podía escucharla suspirar cada tanto. Como si cual fuera el problema en su mente, todavía no pudiera resolverlo.

El ladrón de mundos (trilogía ladrones #3)Where stories live. Discover now