Capítulo 11

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Feliz sábado zorritos!

Ya se han pasado por mi Instagram para la dinámica de este día? Me han sacado un buen par de risas con sus ocurrencias y los amo por esto. Mi próxima semana es muy ambiciosa, y espero en este nuevo año lunar las cosas se alineen de nuevo y todo empiece a tener sentido. Cualquier buen deseo es recibido!

Muchas gracias por tanto amor y apoyo <3 <3 <3 No puedo decirles lo que vi ayer, pero es increíble y espero poder lograr al menos la mitad de mis ambiciones este año para comenzar a devolverles tanto amor.

Como siempre, no se olviden de votar y comentar al final del cap! Y recomendarles mis historias a todos!

Xoxo,

Sofi

***

Todo dolía.

Podía sentir la sangre manchando su rostro, y la desgarradora agonía donde se suponía estuvieran sus ojos. Quería gritar, pero su cuerpo no tenía fuerza para aquello. Resultaba algo abrumador, el sufrir tanto que el dolor consumiera toda energía y la inconsciencia amenazara. Más fuerte que cualquier gran esfuerzo o uso de magia, peor incluso. Era más terrible de lo que recordaba también.

La oscuridad era cruel, vengativa. Fue peor que cualquier golpe. Tan esperada y a la vez tan repentina. Se había olvidado de lo despiadada que podía llegar a ser. Como una amante despechada, haciéndole pagar por su abandono.

Tal vez había sido todo un sueño, una ilusión producto de cabrear demasiado a la persona equivocada. Tal vez se había golpeado la cabeza tras la última emboscada. Kira aparecería en cualquier momento, para decirle dónde y cuándo estaban, y cuál fuera su plan para ese día. Y él lo seguiría, porque eran socios y disfrutaba de lo que lograban juntos. El obtener cualquier cosa sin esfuerzo, los demás manteniéndose fuera de su camino, cualquier poder al alcance de su mano. Todo lo que deseara, era tan simple de obtener como ir a por ello. Y Kira hacía que la lenta existencia no fuera tan aburrida, ni la oscuridad tan terrible.

Ese maldito se estaba tomando el tiempo en aparecer. Reiría, y lo palmearía en la espalda a pesar de cuanto le disgustara aquello, y comenzaría a explicar otro de sus grandes planes para lograr su tierra prometida. Porque Kira hablaba demasiado, y él lo escuchaba lo suficiente, y a cambio cada uno tendría su contraparte. Alguien para mantener el balance. Alguien para no sufrir tanto su maldición.

Era una vida oscura para un brujo oscuro. Tal vez por eso se sentía atraído por la luz de Kira, del mismo modo que el otro debía sentirse atraído por su oscuridad. Había aprendido a vivir con el temor de los demás. ¿Pero vivir sin ningún desafío? Qué vacío debía resultarle a su compañero, que todos le obedecieran y siguieran por la simple ceguera de la magia. Debía ser un soplo de aire fresco entonces que alguien no cayera en ese hechizo y le discutiera.

Aun así, sería otro monótono día, como cualquier otro. La horrible pesadilla desaparecería. La oscuridad le daría la bienvenida. Kira estaría entusiasta ante una nueva oportunidad para llevar a cabo sus planes. Y él lo seguiría, como siempre. Los demás brujos los evitarían. Los guardias los cazarían. Otro día durmiendo donde encontraran. Otro buscando comida como fuera posible. Uno más entre tanta miseria, y lejos de su familia. Y si tenía la desgracia de cruzarse con Ronan...

Ronan estaba muerto.

Fue como un golpe directo a la mandíbula. Su hermano había muerto. Dessangrado entre sus brazos. Sus últimas palabras una súplica de que hiciera las cosas bien y se salvara. Ninguna magia capaz de deshacer una decisión ya tomada. La diosa no aceptaba negociaciones.

El ladrón de mundos (trilogía ladrones #3)Where stories live. Discover now