Capítulo 6

230 20 1
                                    

El día me había resultado agotador, todo en la cocina era un caos con tantas prisas no me había dado tiempo ni de comer, pero ya no podía comer debía marcharme para arreglarme, tenía que asistir a la cita que me tenía preparada Julien con su abuela.

Me monté en el bus como siempre sentándome la primera para evitar las miradas de los demás pasajeros, me incomodaba algo que mantuvieran la mirada puesta en mí.

Al llegar a mi pequeña casa me doy una ducha rápida, llamo a Ilse para que me ayude a ir un poco presentable reconozco que los nervios me comían por dentro descubriendo como ese pequeño hormigueo se centraba en mi estómago. Una sonrisa boba salió de mi rostro sin dejar de imaginarme como sería la abuela de Julien.
Ilse me ayudó con mi vestido turquesa que me llegaba por debajo de mis rodillas. Debo reconocer que Julien tiene buen gusto, me veía como una actriz de cine, de eso era lo que se trababa de ser una buena actriz ante los ojos de esa mujer. Sacudo mi cabeza volviendo a preguntarme qué demonios estoy haciendo, y por qué me había prestado a este juego.

Al abrir la puerta todas mis dudas se despejaron de golpe. Ante mí estaba un hombre alto, pelo castaño claro con unos ojos azules claros y una expresión en su rostro de pillo que podía derretir a cualquier mujer.

«Menos a mí» Yo debía ser fuerte, muy fuerte, para mí el amor no existe, todas las personas que me daban su amor y cariño por desgracia han desaparecido. Este hombre atractivo y desconocido no me va convencer con halagos y flores. El amor es algo que se nace, se vive en tu interior y lentamente se va esparciendo por todo tu organismo consiguiendo que tu corazón bombee de una manera incontrolable para que tú mismo ansías estar con esa persona. Para mí eso es amor.

― ¿En qué piensas Samia? Te veo un poco como perdida en tus pensamientos, si quieres que hablemos antes de llegar.

― Estoy bien, tan solo pensaba en lo que me comentaste sobre tu abuela. No sé si echo bien o no, en mí poco tiempo libre he buscado información en Internet sobre vuestra familia, no sabía que erais tan importantes reconozco que me da algo de miedo, no sé si estoy a la altura.

― No tienes nada que temer, aunque mi abuela es una bruja con certificado y sin escoba no se come a nadie su mayor hobbie es hacerme la vida imposible con regalos costosos.

— Pero ya eres todo un hombre, debes de saber lo que quieres en tu vida, este juego es peligroso.

— ¿Entonces porqué lo haces?

Aquella pregunta me pilló de sorpresa. Inmediatamente me puse nerviosa, busqué las palabras adecuadas para ser sincera con él sin que pensara que soy de otro planeta.

―Sinceramente no lo sé. Lo único que puedo decirte es que no soy una mujer como las que tú estás acostumbrado a tratar y deseo abrirme un poco más a un mundo donde debo de aceptar que es distinto y al ser posible descubrir lo que se siente estar con un hombre.

― ¿Nunca has estado con ninguno?

Comencé a ruborizarme,  bajo mis ojos con mi rostro hirviendo de la vergüenza y mejor  guardo silencio.

Noté como me miraba mientras nos bajamos del auto, alzo mis ojos hacia delante quedándome impactada con todo lo que veía mientras Julien me conducía explicándome algo que casi no podía ni escuchar, estaba tan embelesada con lo que veía que casi no prestaba atención a sus palabras; Era una mansión muy grande, con jardines decorados con un hermoso césped bien cuidado y flores de todos los colores y estilos, una piscina en mitad, una entrada de mármol de granito marrón claro con oscuro, adornos con distintas figuras y cuadros...No faltaba ningún detalle y más con el mobiliario que disponía. Me acomodé donde me dijo Julien, una chiquilla joven me acerca una bandeja con un vaso con jugo. Vi como Julien desaparecía entre uno de los pasillos de la casa al verme sola no tardo en alterarme no me hacía mucha gracia que me dejara sola.

Debo Ser FuerteWhere stories live. Discover now