No hay héroes ni villanos, solo aquellos lo suficientemente inteligentes para ganar.
El poder no se pide, se toma.
La obediencia ciega es para los débiles; yo elijo mi propio destino.
No hay héroes ni villanos, solo aquellos lo suficientemente inteligentes para ganar.
El poder no se pide, se toma.
La obediencia ciega es para los débiles; yo elijo mi propio destino.