Hadley y Víctor regresan varios años después. Ahora tienen todo, hijos, dinero, el territorio para ellos solos, la policía no los sigue... Pero nada dura para siempre. Ellos ahora se enfrentan al único mal que no controlan, sus hijos. Todo comenzará cuando uno de ellos sin querer abra aquel contenedor olvidado por casi todos. Aquel contenedor que oculta en su interior el más grande miedo de Hadley.