-¡MÍA!- grita mientras me acorrala contra la pared. Por Dios este hombre está como quiere es perfecto y tiene... esperen ¿Suya? -y..yo n.No.. soy tuya- que ni crea que porque está así voy a caer a sus pies. -Eres sólo mía, quizá aún no lo aceptes pero tu me perteneces- dice en mi oído y después todo se vuelve negro. Orden de las historias: 1- propiedad del alfa. 2- me perteneces 3- en tus garras.