Muichiro también había venido a pasar un rato en la residencia de Kanroji-san, ya que aún no habían cazadores en su propia residencia, todos seguían en el inicio con Uzui-san y otros pocos ya estaban aquí. Entre ellos Inosuke, que cuando yo me fui de la residencia del albino, él también acabó y comenzó a correr hacia el siguiente Pilar.
—¿Porqué debemos usar katanas de madera otra vez?— pregunté agarrando el palo, mirando confundida a la pelirosada. —Con Muichiro, ya entrené con nuestras nichirin's.
—¡Eso sería peligroso y no tenemos el equipo respectivo por si algo sucede!— contestó algo nerviosa, por lo que simplemente asentí.
—Bien, _____. Necesito que te concentres en mi por un momento.— habló Muichiro mientras señalaba su rostro con el dedo índice.
—Siempre.— contesté en broma.
Kanroji-san a nuestro lado río mientras se despedía con la mano para entrar a su residencia, dejándonos en su patio.
Muichiro se sonrojo un poco pero volvió rápidamente a la neutralidad. —Necesitamos que mejores esa técnica de antes. No puedes desmayarte a mitad de la pelea, estarías muerta al instante.
—Lo sé, pero en mi defensa, ese día no había almorzado.— dije cruzándome de brazos, refiriéndome al día de la reunión.
—Aún así tendremos un largo tiempo de entrenamiento, no me contendré ni un poco, y cuando lo necesitemos, Kanroji-san nos ayudará.
Solté un suspiro y ladee la cabeza. —¿Con que empezamos?
—Antes que nada necesito saber algo.— dijo acercándose un poco a mi. —¿Alguna vez has probado solidificar tu sangre en forma de espada? ¿No sería mas potente las sustancias corrosivas de tu sangre ya que estarían en contacto directo?
—Mantener la forma de una espada sin ningún contenedor de por medio, que en este caso sería mi nichirin es algo complicado.— contesté soltando la bokken por un momento, tratando de, con mi sangre, hacer una espada.
Solté una risa al ver la forma extraña que tenía la espada.
—Vamos, trata de que tenga esto un mejor aspecto.— dijo poniendo sus manos en la cintura.
La sangre fue moviéndose hasta quedar medio decente. —¿Funcionará sin usar mi nichirin?
—Habrá que probarlo, corta ese árbol de ahí.— señalo con la mirada varios árboles que habían.
—Umh, lo haré, pero si Kanroji-san nos dice algo le diré que fue tu idea.— dije caminando hacía allí.
Al llegar me acomodé y corté la madera con la espada completamente de sangre, para mi sorpresa cortó mas rápido de lo que esperaba, me aleje un poco cuando comenzó a caer, miré el tronco que quedó de raíz y este parecía como si lo hubieran quemado de manera extraña.
—¿Porqué usas tu katana si es mejor que uses tu espada de sangre directamente?— me pregunto Muichiro con el ceño fruncido.
—No lo sé, supongo que mi padre no me enseño bien las cosas, y quizás él no podía usar la técnica sin una nichirin de por medio.— respondí algo ansiosa, miraba como iba moviéndose la sangre lentamente pero seguía manteniendo la forma de espada.
—¿Estás cansada?
—Solo un poco, pero es lo normal. Todos los días suelo estar ligeramente cansada por lo que no es algo que no pueda soportar.
Muichiro me miro algo preocupado pero asintió. —Bien... ¿qué harás ahora? ¿seguirás usando tu nichirin?
Una pequeña idea cruzó por mi mente. —Pienso que sería genial enfrentarse a demonios sin espada, ¿imaginas la cara que pondrán al verme frente a ellos con traje de cazador pero sin arma alguna? ¡Y luego voy y les sacó una espada rojiza de la nada! ¡Sería genial!
Sin darme cuenta me había acercado a su rostro emocionada, Muichiro me miro algo extrañado pero luego comenzó a reír, haciéndome sentir bien por alguna razón.
—La manera en la que lo dijiste fue muy linda.— colocó su mano en su boca cubriendo su risa por un momento. — Si sería genial, pero es mejor que lleves tu nichirin por emergencia.
—Pero... ¿pero no me estorbaría al pelear solo con mi espada de sangre?
Ambos nos quedamos en silencio mientras pensábamos, nos miramos y ladeamos la cabeza cuando no se nos ocurrió nada.
Muichiro agarró mi hombro y me miro serio. —Siento que cumplir esto será difícil, pero... está bien que no lleves tú nichirin, confío en que sabrás utilizar tu técnica sin problemas, y aunque haya algún inconveniente, yo estaré contigo para protegerte.
Agarré su mano entre las mías, estaba un poco frío en contraste a las mías, le sonreí algo feliz por lo que decía, en cierta parte me recordaba a cuando éramos pequeños.
—Esta bien, confiaré en ti Muichiro, y yo... yo también voy a protegerte, no soy una persona incapaz de protegerse a sí misma. Te protegeré a ti y a los demás. ¡No dejare que nadie muera!
Esta vez Muichiro no pudo esconder el rubor de sus mejillas, seguía mirándome a los ojos cosa que empezó a ponerme nerviosa, y más aún cuando fue acercándose más y más a mi, sentía como mi corazón comenzaba a latir de manera más rápida, parecía que en cualquier momento llegaría a explotar, agarré sus hombros tratando inútilmente de mantener una distancia considerable entre nosotros pero cuando escuchamos que algunas personas se acercaban nos separamos rápidamente.
Desvíe de manera veloz mi vista de él, y mire como un chico rubio trataba de huir de la residencia de Kanroji-san, por medio del patio.
—¡N-no quiero hacer eso! ¡N-no voy a ponerme ese ridículo traje!— murmuraba para si mismo, escalando la pequeña muralla que cubría el patio de la Pilar.
—Y-yo...— al momento de darme cuenta que tartamudeé me puse más nerviosa. —¡Iré a ayudar a Kanroji-san! ¡Entrenemos después!
Iba a entrar pero nuevamente choque con alguien conocido.
—¿¡Monitsu?! ¡¿Acaso ya paso este entrenamiento?!
—¿Inosuke?— pregunté mirándolo sin la máscara de jabalí.
—¿¡Eh?!— me miro y acercó su rostro ligeramente hacia el mío, mirándome detalladamente. —¿¡La niña Pilar?!
—_____...— dije incómoda.
—¡Perfecto! ¡Entrenemos ahora!
Se alejo y colocó sus manos en la cintura, dándome una mirada confiada.
—Eso seria maleducado de mi parte, debería entrenar con Kanroji-san primero, cuando acabe, si sigo aquí, podemos entrenar.— respondí aún algo nerviosa por sentir la mirada de Muichiro detrás nuestro.
Antes de que él más alto me respondiera entre a la habitación donde estaba la Pilar con algunos cazadores, que vestían trajes extraños y ajustados.
—¿Oh? ¡____-chan! ¿Acabaste de entrenar con Muichiro-kun?— preguntó la de cabellos rosas, distrayéndose por un momento del grupo.
Una gota de sudor bajo por mi mejilla, comencé a jugar con mi cabello y asentí. —Algo así, pero me gustaría más que nada practicar con usted Kanroji-san.
Un pequeño sonrojo apareció en las mejillas de la mayor. —Acabare con ellos rápido e iré a verte al patio ¿Si?, espérame un poco ____-chan.
Solté un suspiro y volví a regresar al patio, Inosuke volvió con el pequeño grupo que estaba entrenando, al niño rubio ya no lo veía y Muichiro estaba recostado bajo un árbol con los ojos cerrados, al parecer descansando.
Moví mis dedos un poco, entonces comencé a formar la katana de sangre en mis manos, respire profundamente algo aburrida. —Practicar la técnica especial...— susurré para mi misma clavando la espada en el suelo, comenzando a guiar mi sangre por varias dirección hasta un punto en común.
Al no estar sosteniendo a alguien o algo en especifico no me agotaba tan rápido como cuando la probé en Muichiro, pero de todos modos al cabo de varios minutos mi cabeza comenzaba a palpitar, trate de seguir con la técnica un rato más pero sentí mis piernas flaquear, termine cayendo al suelo con la sangre volviendo a mi cuerpo.
—Teniendo en cuenta la fuerza que tiene Muzan, tu habilidad solo lo contendría por pocos segundos, necesitamos varios minutos de tu técnica, debes soportar más. ¿Estas comiendo bien?— habló Muichiro detrás de mi, seguía con los ojos cerrados cuando gire a verlo.
—Estos meses no he estado comiendo bien, no tengo mucho tiempo para cocinar y siempre cojo comidas rápidas, quizás por eso mis síntomas de anemia están regresando de manera más fuerte que lo usual...— explique volviendo a formar la espada en mis manos.
—Puede que no lo hayas notado pero te ves mas enfermiza de lo normal...— dijo abriendo los ojos mirándome sin expresión alguna. —¿No seria mejor que te quedes por un tiempo con Kanroji? Ella tiene el mismo apetito que tú al parecer...
Lo pensé por un momento, volviendo a usar la técnica mientras tanto. —No creo que Kanroji-san me quiera por mucho tiempo en su casa.
—¡¿Qué dices ____-chan?! ¡Me encantaría!
Mire desconcertada a la de ojos verdes, ella acababa de llegar y me miraba con una sonrisa.
—¿Esta segura?, digo, a mi no me molestaría pero... pero eh, quizás...
Sentí las manos de la pelirosa en mis hombros, aún sonriéndome cálidamente. —Esta bien ____-chan, no te pongas nerviosa, a mi tampoco me molesta y no le veo problema.
Asentí mientras sentía como mis mejillas se calentaban un poco.
—¿Entrenamos los tres ahora?— preguntó Muichiro interrumpiéndonos, mientras se levantaba del suelo.
—¡Bien! ¡ ____-chan, con nuestro entrenamiento estoy segura que lograrás dominar tu técnica al doscientos por ciento!— dijo alegre Kanroji-san, alejándose un poco de mi y yendo a buscar algunas cosas.
—...Eso espero.— susurré mirando la espada de sangre en mi mano.
—Ando emocionada con Prodigio, estoy haciendo los gráficos de el último arco y meencanta, ya quiero que llegue el día en que los vean HSHSH.
Meencanta leer sus comentarios pidiéndome que no mate a Muichiro xD, en fin, como dijo un grande: siempre esperen, lo inesperado.
Fium.