Tu nombre en mi piel

By neftali140

2.5M 194K 27.2K

Noan Salvatore y Aline Vial, ¿estaban realmente destinados el uno al otro? Un amor de juventud que traspasó... More

Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66
Capítulo 67
Capítulo 68
Capítulo 69
Capítulo 70
Capítulo 71
Capítulo 72
Capítulo 73
Capítulo 74
Capítulo 75
Capítulo 76
Capítulo 77
Capítulo 78
Capítulo 79
Capítulo 80
Capítulo 81
Capítulo 82
Capítulo 83
Capítulo 84
Epílogo
Agradecimientos
Capítulo extra 01
Capítulo extra 02

Capítulo 35

34.2K 2.3K 451
By neftali140

Aline.

-¿Se besaron?- Allan frente a mí pregunta mientras sus ojos se abren más de lo normal- ¿se besaron?- pregunta de nuevo y no puedo evitar reír.

-nos besamos- confirmo de nuevo, estábamos en un pequeño departamento que él había rentado por algunos días, se quedaría un poco más en Francia.

Entonces Allan comienza a reír mientras grita emocionado, joder, me dejaría sorda.

-Aline- habla dejando su copa de vino sobre la pequeña mesa a nuestro lado- ¿entiendes esto?- pregunta- todo está comenzando a tener sentido de nuevo- prosigue- hace tan sólo unos días eras una mujer despechada e infeliz en Oxford que tenía que soportar al idiota de Adrien Curie-  continúa bajo mi atenta mirada- y ahora las cosas están volviendo a la normalidad.

-aún no sé que pasará con nosotros, Allan- interrumpo comiendo una uva- solo fue un beso- prosigo- además, aún hay cosas que arreglar entre nosotros y mucho que hablar.

Me mira tomando su lugar de nuevo y tomando de nuevo su copa entre sus dedos.

-Aline, ya lo dejaste ir por cinco años- habla- lo dejaste ir por cinco años, no cometas el mismo error de hace años, tienes la oportunidad de ser feliz con el hombre que amas- hace una mueca que me hace reír- no vuelvas a ser esa Aline que perdió buenos años de su vida.

Sólo pienso en lo que dice, no quería ser de nuevo esa Aline.

-Adrien está casado- hablo regresando a la realidad y mirando al moreno, su expresión pasa ahora a una de asco, asombro y terror.

-¿Adrien?- pregunta y asiento- que maldito hijo de puta- suelta bastante molesto- el muy cínico cabrón tenía el descaro de seguir buscándote- asiento de nuevo- ¿quién habrá sido la valiente que se casó con un idiota como él?- solo niego.

-eso no lo sé- respondo- no le he preguntado a Noan al respecto.

Y ahora que lo pensaba, me entraba la misma duda, ¿quién sería la esposa de Adrien?¿cómo sería posible que estuviera casada con un hombre como Adrien que solo engañaba?

-¿cómo te sientes?- Allan me habla sacándome de mis pensamientos- ¿estás mejor?

Asiento con una pequeña sonrisa.

-comienzo a aceptar la realidad- respondo- mi abuelo no regresará- prosigo- y a él no le hubiese gustado verme mal todo el tiempo- asiente él- así que estoy aprendiendo poco a poco a vivir con su ausencia.

-y quienes te amamos te ayudaremos a superar eso- sonrío en su dirección y él hace lo mismo.

Llego a casa y solo entro para ir a mi habitación.

Encuentro a Jessica y a mi madre en la sala, solo las miro rápidamente para después seguir mi camino aún sintiendo sus miradas en mi.

Estoy a punto de meterme a la cama pero mi celular suena haciéndome tomarlo para ir hasta el balcón de mi habitación y responder la llamada, sonrío al ver que se trata de Noan.

-señor Salvatore- hablo en cuanto respondo, escucho su risa del otro lado de la línea, aquella risa que lograba erizar mis vellos por completo.

-bella- su voz se escucha- ¿qué tal ha ido todo hoy?

Sólo comenzamos a hablar hasta que después de unas cuantas horas de estar al teléfono con el francés terminamos la llamada para finalmente ir hasta la cama en donde caigo rendida.

Después de vestirme y arreglarme por completo salgo de mi habitación y bajo a la primera planta, no planeo desayunar aquí así que solo camino hasta la puerta.

-ahora que tu abuelo ya no está más aquí espero que te vayas pronto- la voz de mi padre habla antes de que pueda abrir la puerta.

-tienes toda la razón- respondo- ahora que mi abuelo ya no está aquí no tengo ningún motivo más para seguir en esta casa- continúo- y no te preocupes, me iré más rápido de lo que crees.

Salgo y voy hasta uno de los autos ordenando que me lleve a un restaurante cercano para desayunar, llego después de unos minutos y solo bajo del auto para adentrarme a este, me asignan una mesa y tomo asiento en esta mientras leo la carta.

-cuñada- una voz me hace levantar la vista de la carta sobre la mesa, miro a aquel hombre, Max Salvatore está aquí, sonríe mientras sus ojos azules me miran.

-Max- saludo con una sonrisa también- Hola.

-¿puedo?- señala la silla desocupada frente a mi y solo asiento así que la jala y toma asiento en esta- ¿cómo va todo contigo?- pregunta mientras acomoda su cabello rubio.

-bueno- comienzo- estoy bien- respondo- ¿y tú?

Sonríe más.

-también estoy bien- asiento- ¿mi hermano no ha hablado contigo?- pregunta y elevo una ceja curiosa.

-¿sobre qué?- pregunto.

-nada interesante- responde después de unos segundos de parecer analizar mi respuesta- solo que hemos tenido unos cuantos problemas, ya sabes, problemas familiares.

-entiendo- suelto y asiente.

Está a punto de decir algo más pero la voz de su hermano mayor interrumpe.

-lárgate de aquí, Maximiliano- Noan aparece junto a nosotros, mi mirada va hasta él pero se detiene específicamente en el pequeño golpe que hay en su rostro.

-¿Noan?- pregunto y me mira, sus ojos azules me miran rápidamente para después regresar la mirada a su hermano quien sólo lo mira de la misma manera.

-vámonos de aquí, Aline- Noan habla, su voz no es dura pero tampoco es tranquila, sé que lucha por mantener la calma y lucir sereno.

-solo hablaba con mi cuñada- Max responde- hace mucho que no la veía.

-ella y tú no tienen ni un mierda de la cual hablar- Noan suelta bastante molesto, me mira y me pongo de pie tomando mi bolsa.

-¿entonces simplemente me dejarás a un lado?- Max pregunta haciendo que su hermano vuelva a mirarlo.

-me importas una mierda ahora- responde- has lo que quieras con tu vida de mierda y deja de meterte en la mía.

El rubio mayor toma mi mano y solo comenzamos a caminar para salir de aquí, abre la puerta del copiloto de su auto para mí y después de que él sube a su asiento arranca, está bastante molesto, sus manos se cierran con fuerza al volante mientras su mirada es dura mientras mira la carretera frente a él.

-¿por qué ahora no soportas a Max?- pregunto, recuerdo que antes eran inseparables, ambos tenían una buena relación y ahora creo que eso no existe.

-porque hizo cosas malas- responde entre dientes- la cagó.

-todos nos equivocamos.

-él sabía lo que hacía- comienza- secuestro a una chica, permitió que abusaran de ella, la mantuvo cautiva por un mes- me mira rápidamente y trago saliva duramente- todo eso pasó mientras él sabía lo que hacía, no se equivocó, no fue un error, él estaba consciente de todo.

Ahora entendía la actitud de Noan hacia su hermano y sin duda alguna estaba de lado de Noan, ¿cómo una persona podía hacer eso? Mierda, el solo imaginarlo me deja un mal sabor de boca, no puedo siquiera imaginar el infierno que esa chica debía de haber pasado o lo mucho que posiblemente estaba luchando para superarlo.

Mi estómago ruge y me hace volver a la realidad dejando a un lado mis pensamientos, Noan ríe.

-¿no desayunaste?- pregunta.

-no- respondo- estaba a punto de hacerlo cuando llegaste.

-desayunaremos en mi casa- me mira rápidamente- ¿está bien?

Asiento y solo continúa manejando mientras comienzo a mirar por la ventana.

-¿qué te ha pasado en el ojo?- pregunto, habíamos terminado de desayunar y solo estábamos en la pequeña mesa que se encontraba en su jardín.

-nada- responde bebiendo de su jugo.

-no te creo- continúo y me mira con una ceja elevada.

-¿qué crees tú que me pasó?- pregunta mientras se relaja en su asiento esperando por mi respuesta- veamos que tan buena imaginación tienes, bella.

Pienso por algunos segundos.

-posiblemente Raffael se harto de que le dijeras amargado y te dio un puñetazo- respondo y una sonrisa comienza a dibujarse en su rostro- o Agapios te golpeó después de posiblemente te burlaras de algo que él haya dicho.

-buena imaginación- responde y sonrío también- pero no ha pasado nada de eso.

-¿entonces?- pregunto de nuevo.

-Adrien me golpeó cuando estaba saliendo hacia Italia- abro mis ojos con sorpresa, que hijo de puta, ¿por qué debía de seguir metiéndose en nuestra vida?

-supongo que le gusta el masoquismo- respondo- porque apuesto a que no te quedaste de brazos cruzados.

-¿quieres saber lo que hice?- niego de inmediato, en realidad, no, no quería saber.

-¿tienes pomada?- cambio el rumbo de la conversación- no se ve tan mal pero debemos curarlo antes de que se ponga peor.

-está en el botiquín del baño- asiento y me pongo de pie para ir hasta allá, regreso a la mesa del jardín pero esta está vacía así que me encamino hasta donde escucho su voz, en su oficina, entro cerrando la puerta detrás de mi y me acerco, está detras de su escritorio, sentado en su silla mientras atiende una llamada en el teléfono de aquí.

Solo muestro el frasco en mis manos y él asiente mientras me hace una seña de que espere un poco, asiento y me alejo mientras camino a uno de los muebles que se encuentra aquí, me acerco y miro cada fotografía que este tiene hasta que llego a una hilera completa de portaretratos, una sonrisa se pinta en mi rostro, eran fotografías de ambos, empezaban desde que éramos más jóvenes hasta la última fotografía que era de ambos en mi graduación de la Universidad.

-¿te gusta?- pregunta sobresaltandome, no me había dado cuenta en el momento que llego a mi lado.

-creo que es de lo mejor que tienes en esta oficina- suelto en broma y él ríe.

-opino lo mismo- responde, solo nos quedamos en silencio hasta que hablo de nuevo recordando lo que venía a hacer.

-siéntate- hablo- te pondré un poco de esto.

Asiente y caminamos hasta uno de los sofás aquí, toma asiento y quedo frente a él mientras me siento sobre la mesa a nuestro lado quedando solo un poco más alta que él, comienzo a untar aquella pomada en la zona afectada en su rostro.

-¿por qué estás nerviosa?- pregunta de repente.

-no lo estoy- miento, sí lo estaba.

-sé que lo estás- habla de nuevo, puedo sentir la intensidad de su mirada sobre mi rostro pero sólo me concentro en su golpe- te conozco tan bien que sé que lo estás.

Trago saliva y él ríe.

-listo- termino y solo así puedo mirarlo de nuevo- estará bien ahora, señor Salvatore.

-debería de ser mi enfermera personal, señorita Vial- habla mientras su mirada conecta con la mía, muerdo mi labio evitando que una sonrisa salga.

-no sé si podría concentrarme en mi trabajo con un paciente tan apuesto como usted- sonríe- así que creo que estaría despedida desde la primera hora- me pongo de pie y antes de que pueda alejarme me toma de la cintura para sentarme sobre él haciendo que cada una de mis piernas se apriete a cada lado de su torso.

-Noan- advierto intentando sonar seria pero no funciona, sus manos se colocan en mi cintura al mismo tiempo que sus ojos azules me miran, estos están aún más oscuros y profundos.

-te necesito, Aline- habla, su rostro está en total seriedad- está matándome el saber que te tengo a mi lado pero que no eres mía de nuevo.

Mi respiración comienza a agitarse un poco, mi cuerpo pedía que sus manos tocarán más de mí, quería más, mi cuerpo lo pedía y yo moría por él también.

-sé lo que quieres- comienzo a hablar en voz baja, mis manos comienzan a desabrochar cada botón de su camisa sin romper la conexión entre nuestros ojos, llego hasta el último botón y abro esta por completo admirando cada músculo en su torso, joder, este hombre se había puesto más bueno en estos años.

-te quiero a ti- levanto mi mirada y toma mi nuca para acercar nuestros labios en un beso que es salvaje y desesperado, nuestros bocas se mueven con el mismo frenesí mientras la una se acopla a la otra, saco su camisa por completo mientras siento como sus manos comienzan a desabrochar la mía ahora, cada botón menos logra crear una sensación nerviosa en mi estómago, saca mi camisa por completo dejándome solamente en sostén mientras siento sus manos deshacerse de este también liberando mis senos, se separa de mí y entonces sus labios comienzan a dejar besos húmedos por mi cuello, bajando por mi clavícula y llegando hasta mis senos, gemidos salen sin permiso de mi boca mientras muerde y succiona mis pezones, mi feminidad comienza a palpitar llena de placer y esa sensación aumenta al sentir su pene erecto bajo la tela de su pantalón.

Deja de besar mi cuerpo mientras sube su mirada para conectar con la mía de nuevo, su respiración es entrecortada y agitada, sus ojos muestran el deseo y pasión que desborda en él.

-¿qué quieres, Aline?- pregunta mientras toma mi cintura de nuevo y comienza a moverme sobre él, nuestros sexos rozan haciéndome soltar algunos jadeos, sus dedos se entierran en mi piel al mismo tiempo que una sonrisa se pinta en su rostro mientras comienza a moverme con más rapidez, no puedo esperar más, lo quiero a él.

-te quiero a ti- respondo entre jadeos, no se detiene, crea una maldita fricción entre ambos que está matándome.

-se más específica, bella- maldito, sabe lo que hace, sabe que está torturándome.

-quiero que me folles- suelto mientras mis manos se aferran a sus hombros, una sonrisa de superioridad se dibuja en sus labios y entonces me deja sobre el sofá quedando él entre mis piernas, sus manos van hasta el cierre de mi falda y comienza a bajarlo para después quitarla por completo llevando con esta mi ropa interior, abre más mis piernas y aprieto mis labios mientras siento sus dedos recorrer mi sexo, arqueo mi espalda en el momento que introduce uno de sus dedos dentro de mi.

-por favor- suplico al sentir como su dedo entra y sale de mi, cada vez con más rapidez, besa mis labios mientras escucho el sonido de su hebilla, toma mis piernas y las cierra mientras las dobla sobre mi pecho  aún con él sobre mi y ambos soltamos un gemido en el momento que él comienza a entrar en mí, mi interior se amolda a él, a su grosor y tamaño, joder, su miembro entra hasta el fondo y la imagen frente a mi solo logra excitarme más, Noan tiene sus ojos cerrados mientras su boca está entreabierta, algunos de sus mechones rubios caen sobre su frente, abre sus ojos lentamente y me atrapa mirándolo, una sonrisa se pinta en rostro y entonces tomo su nuca para atraerlo a mí y besarlo mientras que él comienza a embestir de forma rápida y profunda haciendo a mi cuerpo temblar, separa mis piernas de nuevo colándose entre estas aún dentro de mi, cada estocada es más profunda que la anterior, cada embestida es aún con más rapidez, sus labios no dejan los míos ni un solo segundo y el sonido de nuestros cuerpos en cada choque es lo único que se escucha en la habitación, mis piernas se enredan en su torso mientras puedo sentir sus caderas subiendo y bajando con cada movimiento que hace.

Entonces un orgasmo llega a mi, un orgasmo que me hace explotar como hace un buen tiempo no lo hacía, mis piernas flaquean dejando la cadera del rubio y mis manos poco a poco dejan de enterrarse en sus hombros poco después siento la liberación del francés dentro de mi para finalmente caer por completo sobre mi pecho.

Nuestras respiraciones están agitadas, algunas gotas de sudor bajan por su frente y puedo verlo intentando recuperar el aliento mientras apoya su cabeza en mi pecho y se abraza a mi cintura sin salir de mi aún, solo después de unos minutos ambos estamos en mejores condiciones.

-no he utilizado condón- habla y asiento.

-está bien- respondo mientras una de mis manos peina su cabello- sigo tomando anticonceptivos.

Sólo lo siento asentir sobre mi pecho.

-¿tenías sexo con él a menudo?- frunzo mi ceño.

-¿qué?- pregunto confundida.

-con Adrien.

-¿esto es lo que dirás después de que terminamos de tener sexo?- pregunto y se mueve un poco apoyando su quijada ahora en mi pecho para así mirarme, sus ojos azules coinciden con los míos- pensé que dirías algo como "oh bella, has estado fantástica".

Ríe.

-siempre estás fantástica, bella- responde y sonrío aún con mi mano sobre su cabello.

Puedo sentir su mano recorriendo de arriba a abajo mi muslo.

-solo tuve sexo dos veces con Adrien- respondo a su anterior pregunta- no era la gran cosa- prosigo- siempre terminaba usando un vibrador en el baño- confieso- ya que al parecer a él solo le importaba su propia liberación.

-que hijo de puta.

-lo sé.

-puedes utilizarme cuantas veces quieras para tener un orgasmo, bella- habla burlón- me ofrezco a ser tu esclavo sexual.

-¡Noan!- regaño y ríe.

De un momento a otro nos mueve quedando ahora él sobre el sofá y yo sobre su pecho.

Miro el tatuaje con mi nombre en su piel y solo comienzo a seguir el manuscrito de mi nombre con la yema de mi dedo.

-a él le molestaba que tuviera tu nombre en mi piel- comienzo, siento su mirada sobre mi pero sólo miro a su pecho, a aquel tatuaje- no podía utilizar camisas que dejarán ver tu nombre- comienzo a recordar- incluso algunas veces se ofreció a pagar el mismo para que me lo quitaran- prosigo- siempre que podía me sacaba en cara eso diciendo que yo con él nunca tenía ni una pequeña muestra de afecto y que en cambio seguía teniendo el nombre de mi ex novio tatuado en mi cuerpo.

Su mano ahora recorre mi espalda lentamente con sus yemas.

-una de las mujeres con las que me acosté también se molestaba siempre que veía tu nombre- habla- no éramos más que amantes- continúa- pero siempre creía que tenía más poder sobre mí.

-¿no te ofreció dinero para que te lo quitaras?- pregunto y niega riendo.

-una vez se comparó contigo- suelta- diciendo que ella era mejor que tú- aquello solo me hace elevar una ceja- pero se equivoca- acaricia mi mejilla- nadie es como tú, bella.

Aquellas palabras hacen que mi corazón se acelere y solo me inclino a besar sus labios.

Capítulo nuevo.

Espero que les guste.

Ya saben que no soy muy buena en este tema de las escenas candentes y así entonces espero que esté intento fallido de la escena que tanto esperaban les haya gustado.

Nos leemos pronto.

-Neftali.

Continue Reading

You'll Also Like

329K 21K 35
[SEGUNDO LIBRO] Segundo libro de la Duología [Dominantes] Damon. Él hombre que era frío y calculador. Ese hombre, desapareció. O al menos lo hace cu...
1M 90.3K 44
Emma Brown es una chica que desde niña supo que todos los hombres eran iguales. Cuando creció se permitió salir con ellos pero dejando los sentimient...
1.6K 112 10
ADVERTENCIA: En la historia encontrarás contenido adulto. Sexo explícito y duro. Trios y relaciones fuera de lo común. Guardaespaldas sexy, frío, cal...
4.6M 247K 61
[Libro #3 de la serie amores verdaderos] Nota: Las cinco historias están relacionadas pero ninguna es secuela de la otra; no es necesario leerlas en...