La abuela de Yoongi regresa a la sala para presenciar la sonrisa que su nieto intentaba reprimir. Él tenía su vista posada en su celular.
Jimin:
"Serendipity: Circunstancia de encontrar por casualidad algo que no se buscaba."
¿Te gustaría que ese fuera el nombre de la canción?
Yoongi:
Tiene sentido, llegó de casualidad. Me gusta...
- Min... - lo llama. Estaba de pie a un lado de Yoongi, sosteniendo un vaso de vidrio medio lleno. - Y ese chico te gusta, ahorrate problemas y hacele caso a tu abuela. - ríe a carcajadas. Amaba ayudar a sus nietos con sus problemas de adolescentes.
- Abuela, eso es mentira. A mi no... - ella lo interrumpe.
- No me digas eso cuando hace dos segundos le sonreías cómo un idiota al celular... - comenta mientras el timbre suena. - Voy a abrir la puerta.
Segundos después se escuchan gritos de júbilo.
- ¡Abuela Min! - escucha Yoongi las voces de sus mejores amigos desde lejos. Corre a la entrada y encuentra a Hobi y Namjoon siendo abrazados por la señora.
- ¡Cómo han crecido! ¡Hasta están más altos que el terco de mi nietito! - con cada una de sus manos toma una mejilla de los muchachos para apretarla tal y como haría una abuela.
- ¡Hey! - Namjoon y Hoseok lo miran intentando no reírse.
- Pasen, muchachos. - dice. - Voy a la cocina para dejarles más privacidad. - sonríe y desaparece.
Los tres jóvenes se dirigen, entonces, a la alcoba del dueño de casa. Ingresan a la modesta habitación y rápidamente se ubica Namjoon en una silla, Yoongi sentado en su propia cama y Hoseok tomando en brazos a Holly para luego sentarse en el suelo a hacerle caricias.
- Hyung... - Namjoon empieza a hablar con nerviosismo. - ¿Recuerdas que mañana es mi cumpleaños?
- Ajá. Si, claro que lo recuerdo. - contesta con duda. Sus amigos eran un tanto impulsivos y era sumamente consciente de que su respuesta a ese comentario iba a ser impredecible. - ¿Qué hay con eso?
Los restantes en el cuarto se miran, intentando acordar implícitamente quién sería el encargado de darle la noticia.
- Sabemos que odias los planes improvisados, pero... - empieza Nam, quien había perdido la guerra de miradas.
- Oh por dios, ¿qué? - Yoongi ya empezaba a impacientarse.
- Quizás Hoseok y yo hayamos organizado una fiesta de último momento. - dice rápido y cerrando los ojos, esperando la reacción de su amigo. - Para dentro de pocas horas.
- Ok, ¿a qué hora es? - ambos amigos levantan la vista para mirarlo, extrañados.
- ¿Hyung? ¿Se siente bien? - dice Hoseok, soltando a Holly para chequear la temperatura de Min.
- Si, ¿porqué?
En otro momento hubiese asesinado a sus amigos por tan poca antelación, pero ese día estaba inusualmente calmado.
Sereno.
- ¿Me van a decir el horario o qué? - dice.
Todos se quedaron a ultimar los detalles y quedaron en que Hoseok vendría a buscar a Yoongi para alcanzarlo a la casa de Namjoon.
La fiesta estaba muy concurrida. Definitivamente la fiesta de cumpleaños más grande que Namjoon hizo en su corta vida.
Gente que no conocía, compañeros del gimnasio de Namjoon, compañeros de la universidad... Toda clase de personas que causaban un gran amontonamiento en la modesta casa.
Pero allí estaba Yoongi.
A pesar de que odiara los lugares tan atiborrados de personas debía hacer ese sacrificio por Kim.
De repente y en su camino hacia la improvisada barra, es retenido por un muchacho que rápidamente reconoce como Kihyun, un viejo conocido.
- ¡Yoongi hyung! - abraza al muchacho para luego separarse y comenzar una amena charla para ponerse al día.
Era un poco complicado charlar con la música tan alta, pero eso era otro tema.
Aquella conversación iba excelente hasta que unas horas después, cuando se despedía de Kihyun, siente su hombro colisionar con no tanta fuerza contra otro ser humano.
- Deberías tener más... - mira a su costado para ver de quién se trataba. Abre sus ojos, totalmente sorprendido. - ¿Qué haces aquí?
Algo tomado, Jimin relata con torpeza cómo es que llegó a aquella fiesta. Tambaleaba como si hubiese consumido la mitad del alcohol disponible.
- Nam hyung invitó a Kookie, Kookie invitó a TaeTae y TaeTae me invitó a mi... - ríe. Su boca emanaba un cierto olor a alcohol.
- ¿Y te dejaron sólo? - pregunta. Jimin se acerca más a la barra dispuesto a tomar el vaso que Yoongi tenía en sus manos. - Creo que tomaste suficiente enano, hora de irse.
- Noooooo~, no sea aburrido hyung. - comenta mientras es tomado por los hombros por Min. Sin duda iba a entregarlo a su mejor amigo para que este se hiciera cargo de él y así seguir tranquilo la velada. - ¡Bailemos!
Yoongi niega, entendiendo que aquella tarea iba a ser tediosa.
Luego de cinco minutos pudo constatar que ni Taehyung, ni Jungkook, ni sus mejores amigos aparecían en su rescate.
- No puedo creer que vaya a decir esto, pero te llevo yo. - le habla a un Jimin borracho, quien claramente no entendía nada. - Caminando... - suspira, sabiendo que sus pies iban a pasarle factura de aquello al día siguiente.