Nezuko seguía delante de Shinazugawa-san, la saliva que caía por su boca era muy notoria, se notaba demasiado que se estaba conteniendo lo mas que podía para no caer en sus instintos, tanto que comenzó a clavar sus uñas en las palmas de sus manos, provocando que estas sangren.
—Iguro-san, estas presionando demasiado.— dijo Kocho-san, al ver como trataba a Tanjiro.
—...Pobrecito, me compadezco de este débil niño, que Dios lo ampare...
En un momento al no soportar mas Tanjiro rompió las cuerdas de sus manos, empezando a correr hacia Nezuko, llamándola por su nombre. Cuando ella aparto su rostro de Shinazugawa no podía creer lo que veía ¿realmente no comía humanos?
—Esto demuestra que Nezuko no ataca humanos.— dijo Oyakata-sama cuando su hija le termino de explicar lo que sucedía. —Tanjiro, ve a derrotar a las Doce Lunas Demoniacas para probar tu valentía, eso cambiara el peso de tus palabras.
—Nezuko y yo derrotaremos a Muzan Kibutsuji... ¡Blandiremos la espada que acabe con esta cadena de tristeza!
Oyakata-sama sonrió. —Aún no puedes vencerlo, mejor empieza con una de las Doce Lunas Demoníacas.
Escuche la suave risa de Kocho-san, y como Kanroji-san trataba de contenerse para no reír, al igual que Uzui-san.
—Los Pilares son espadachines muy hábiles, se fortalecieron a si mismos superando un entrenamiento muy duro, y vencieron a algunas Lunas.
—¡Efectivamente!— respondió Rengoku-san animado, como siempre.
—Por eso todo mundo los respeta, procura dirigirte a ellos de la forma adecuada. Sanemi, Obanai, no sean muy crueles con los menores. ____, espero que te sientas cómoda ahora con tus nuevos compañeros.
—..Si.
—Ya terminamos de hablar Tanjiro, puedes retirarte.
Kocho-san alzo la mano para hablar. —Kamado puede quedarse en mi Finca.— aplaudió dos veces y los chicos de saneamiento obedecieron al instante. —¡Llévenselos por favor!
—¡Disculpen!— ambos jóvenes se despidieron y salieron corriendo, uno con la caja en la espalda y el otro con Tanjiro en la espalda.
—Empecemos la reuni-
—¡¡Un momento por favor!!— Tanjiro volvió a aparecer corriendo con los chicos de saneamiento detrás. —¡Déjenme darle un cabezazo al chico de cicatrices! ¡He de hacerlo! ¡Por las veces que apuñalo a Nezuko!
Los chicos trataban de retenerlo pero no lograban calmarlo, en el momento que trate de decir algo note como unas piedras se dirigían rápidamente a la cabeza del cazador, dejándolo en el suelo.
—No interrumpas a Oyakata-sama cuando habla.— dijo Muichiro con una roca en la mano.
No pude evitar soltar una pequeña risa que cubrí rápidamente con mi mano.
—¡Lo lamentamos mucho, Patrón!
—¡Lo lamentamos Tokito-san!
—Márchense.— ambos asintieron y se fueron corriendo con algo de miedo.
Después de todo el escándalo Oyakata-sama nos invito a pasar para empezar con la reunión. Yo iba detrás de Rengoku-san mirando todo con algo de curiosidad, era un hogar bastante cálido. Todos nos sentamos frente al patrón, detrás de mi estaba Rengoku-san, a mi izquierda Kanroji-san y Muichiro a mi derecha.
—____, ¿ya conoces los nombres de los Pilares?— me pregunto con una sonrisa.
—Si, gracias por preocuparse por mi.
—Espero que todos hayan sido amables contigo, también debes saber que es necesario que les demuestres tu valor para que confíen mas en ti, se que puedes hacerlo.
La voz de Oyakata-sama era muy especial, con solo hablarte parecía que acaricia tu cabeza cariñosamente como lo haría una madre que quiere a sus hijos, todo mi interior no puede evitar relajarse y sentirse bien cuando habla. Salí de mi pequeña fantasía y susurré un si, sin saber que mas responder.
Él aclaro un poco su garganta para continuar. —Tal como dicen los informes, los demonios cada vez causan mas víctimas. Están amenazando la sociedad humana mas que nunca, tendremos que reclutar mas miembros pero quiero oír su opinión.
Antes de llegar aquí mi cuervo me comento algunos datos que debía saber para la reunión, como por ejemplo lo que sucedió ayer en el Monte Natagumo, se enfrentaron a una Luna Inferior que dejo numerosas víctimas, todo tuvo que culminar en el momento en que llegaron dos Pilares.
—En el monte Natagumo quedo claro, la calidad de nuestros espadachines esta disminuyendo, son prácticamente inútiles. Los instructores no tienen buen ojo.— acoto Shinazugawa-san. —No es tan difícil saber si alguien nos es útil o no.
—El cazador de la mañana Tanjiro parece bastante capaz, no es sencillo golpear tan fácilmente a un Pilar.— dije jugando con mis manos.
—Tsk, eso solo paso porque me distraje por un momento mocosa.
—Mientras mas personas haya será mas difícil supervisarlas a todas, y estamos en pleno cambio de época.— hablo ahora la Pilar Insecto.
—...Algunos se unen porque masacraron a sus familias, otros porque sus familias llevan años haciéndolo es cruel esperar que el resto se equiparen a ellos.
—Es sorprendente que ese chico se encontrara con una de las Doce Lunas tan pronto. Parece tener suerte.— afirmo Rengoku-san. —Ni siquiera nosotros tenemos oportunidades como esas tan seguido.
—Es cierto, pero el hecho que una Luna Menguante actuara sin reservas, me hace pensar que Muzan no esta cerca. Cuando quiere esconder algo, usa una conmoción para distraernos... Es frustrante. Los demonios siguen asesinando humanos sin pudor, fortaleciéndose y sobreviviendo... Creo que los Pilares de aquí son tan hábiles como los espadachines de la respiración original del periodo Sengoku... Espero mucho de ustedes hijos míos
Él le asintió a Himejima-san, que comenzó a preparar una pequeña mesa, vaciandola. Escuché como Kocho-san suspiraba, Kanroji-san soltaba un pequeño grito emocionado y Shinazugawa-san solo chasqueaba la lengua. No entendía que pasaba por lo que continúe mirando atenta.
—¡_____, algo que solemos hacer para recibir y comprobar la fuerza de un compañero es jugar a las fuercitas!— exclamó Kanroji-san sujetándome suavemente del hombro.
—¿Fuercitas?— pregunté confundida.
Ella asintió varias veces emocionada, y Kocho-san a su lado asentía decaída.
—Siempre quedo en último lugar...— susurró la Pilar Insecto.
—Y bueno... Himejima-san siempre queda primero.— volvió a decir la pelirosada.
—¡Estarás bien ____!— me animó Rengoku-san. —¡Confía en tu fuerza! ¡Pero de cualquier manera no dejare que me ganes!
Él soltó una carcajada con sus brazos cruzados, asentí algo nerviosa. No tenía muchas ganas de esto pero bueno.
—Kocho, ¿quieres ser la primera?— preguntó el Pilar de la Roca.
Ella asintió yendo a paso tranquilo hasta la mesita. —Aquí vamos otra vez.— susurró apoyando su rostro en su mano.
—____...— me llamó Himejima-san, por lo que me acerqué de igual manera.
Nos miramos un momento para apoyar nuestros brazos en la mesa.
—¡Empiecen!— gritó Kanroji-san emocionada.
Comencé a ejercer fuerza en la mano de la Pilar, ella comenzó a hacer lo mismo sin mucho éxito, ya que su brazo iba decayendo cada vez mas rápido y ella hizo un pequeño puchero tratando de poner mas fuerza en el último momento, pero fue tarde y su mano tocó la mesa.
Ella suspiró y me sonrió ligeramente. —Eres bastante fuerte _____.
O usted solo es un poco débil... pensé para mi misma, fue bastante rápido y sencillo, supongo que su especialidad no es la fuerza bruta principalmente.
—¿Iguro?— volvió a preguntar Himejima-san, ahora dirigiéndose al azabache.
—Ugh, esta bien...— dijo cerrando los ojos incómodo, acercándose.
Masajeé suavemente mi muñeca y la coloqué sobre la mesa, al igual que él, al iniciar Iguro-san hizo mucha fuerza que me hizo retroceder un poco pero esa pequeña fuerza se le fue acabando, frunció el ceño y una pequeña vena se marco en su frente, puse mas fuerza en mi brazo y acabe dejando el suyo sobre la mesa.
Una pequeña aura deprimente comenzó a rodearlo y se retiró.
—¿Tokito? ¿Dónde esta?
Todos comenzamos a ver por todos lados buscando al Pilar, pero ya no estaba, giramos a ver a Oyakata-sama que sonreía un poco.
—Tuvó un pequeño inconveniente y tuvo que irse, no se preocupen mucho, me pidió permiso antes de salir.
Suspiré un poco al oírlo.
—...Esta bien... ¿Kanroji?
Ella asintió emocionada y se acercó rápidamente. Mire de reojo como Tomioka-san buscaba una manera de irse al notar que Muichiro se fue, pero Oyakata-sama no le dió permiso al pelinegro, que suspiró pesadamente y volvió a sentarse.
—¡Esforcemonos ____-chan!— dijo colocando su mano sobre la mesa y mirándome determinada.
Asentí e hice lo mismo, esta vez me comenzaba a costar más, y a ella también, hice una pequeña mueca tratando de ejercer mas fuerza, pero seguíamos muy iguales, después de varios minutos de ejercer presión por un momento casi logra hacerme perder pero agarré mucho aire y toda la fuerza que tenía para comenzar a empujar su mano lentamente hacia la mesa, ella soltó un quejido al perder, y yo un suspiro aliviada, era bastante fuerte y posiblemente haya ganado por algo de suerte.
—Ay... ____-chan...— se deprimió por un momento pero luego sonrió. —¡Eres muy fuerte para ser pequeña! ¡Almorcemos juntas alguna vez!
Un pequeño brillo lleno mis ojos y asentí con una pequeña sonrisa. —Estaré esperándola.
Ella volvió a su sitio mas feliz por aceptar su propuesta.
—Rengoku, Tomioka, ¿quién desea ir primero?...
Rengoku-san alzo la mano con una sonrisa, mientras Tomioka-san alzaba los hombros como respuesta.
Él Pilar se acerco con una gran sonrisa y colocó su mano en la mesa. —Suerte pequeña.
Sentí las mejillas algo tibias por la calidez con la que hablo y asentí. Imitando su acción.
Esta vez solo duramos unos minutos, trate de ganarle pero estaba bastante cansada por jugar con Kanroji-san y no pude evitar perder, solté un suspiro y masajeé nuevamente mi adolorida mano.
—Lo hiciste bastante bien ____, lograste ganarle a cuatro Pilares si contamos a Muichiro que no esta, fuiste "jugando" con ellos según los puestos que ya estaban escritos, la última vez que jugaron quedaron de esta manera.
Oyakata-sama me paso una pequeña hoja, donde estaban dibujadas las caras de los Pilares.
—¡Oh, ese dibujo es mío!— dijo Kanroji-san sonrojada al ver que Oyakata-sama había guardado su pequeño arte.
La lista era de esta manera:
Himejima-san ——> Extremadamente fuerte.
Uzui-san ——> Muy fuerte.
Shinazugawa-san —> Fuerte.
Tomioka-san —> Fuerte.
Rengoku-san —> Fuerte.
Kanroji-san —> Fuerte.
Al costado se los cuatro nombres había una nota que decía, "estos puestos son perfectamente intercambiables".
Tokito-san ——> Normal.
Iguro-san ——> Algo débil.
Kocho-san ——> Débil.
Kocho-san al ver el papel soltó un pequeño suspiro avergonzada, al igual que Iguro-san.
—____-chan, ahora tu irías después de mí, no te preocupes, me aseguraré de dibujarte tan bonita como lo eres.— dijo la de cabellos trenzados con una sonrisa.
—Oh, gracias, creo...
Todos nos fuimos despidiendo del Patrón cuando nos dió a entender que la reunión había culminado, salí hacia su jardín después de hacerlo y miré a Muichiro a lo lejos, estaba hablando con Himejima-san y comenzaba a irse otra vez.
Me arme de valor y caminé hacía él, ¿mató muchos demonios todos los días y tengo miedo de hablarle a mi amigo de la infancia que parece estar enojado conmigo?. Suena estúpido.
Antes de agarrar su hombro alguien agarró el mío provocando que me sobresalté.
—¡____!— gritó Rengoku-san con una sonrisa. —¡A Oyakata-sama se le olvidó decirte algo!
—Ah, ahora mismo voy, gracias por avisarme.
Él asintió con una sonrisa y se fue. Entré nuevamente, Oyakata-sama seguía sentado al lado de sus niñas.
—____, disculpa que te haga regresar, necesito hablar contigo a solas.
—No se preocupe Oyakata-sama. No es molestia en lo absoluto.— respondí mientras me sentaba frente a él dejando mi katana frente a mi.
—____, ¿Tú conoces a Muichiro de algún lado?
—¿Eh? Bueno... lo conozco de niños.
Él me extendió una pequeña hoja de papel, la agarre y note como casi toda la hoja estaba algo borrosa, la tinta estaba corrida y lograba ver algunas salpicaduras de sangre seca.
—Fíjate al final de la carta, dice tu nombre y apellido...
Revisé y tenía razón, era lo que más se lograba entender de la hoja.
—No entiendo, ¿qué es lo que sucede con esta carta?
—...esa carta la encontré en la casa de Muichiro, él sufrió un accidente... cuando llegamos mi esposa y yo a su hogar todo estaba destruido, mas que uno... pienso que Muichiro sufrió bastante, al conocerlo solo vivía con su hermano gemelo, me dijo hace tres años que sus padres habían fallecido recientemente su madre por bronquitis y su padre tratando de encontrarle medicinas sufrió un accidente dónde murió, y desde entonces se mantenían solos, yo les ofrecí entrenarlos como cazadores ya que ellos pertenecen a una descendencia directa de uno de los mejores espadachines al igual que tu familia. Pero su hermano gemelo se negaba rotundamente. Un día, al llegar a esa casa encontré a Muichiro con unas heridas graves pero su hermano... su hermano había fallecido a causa de un demonio.
Escuchaba atenta la historia, al final no pude evitar fruncir el ceño y sentirme demasiado culpable, quizás si los hubiese ido a ver... No en realidad... en ese entonces yo no hubiese podido cambiar nada. Mi padre poseía control total de mi.
—Lo traje a casa conmigo, pero antes de salir de su hogar notamos mis esposa y yo que había una carta en su mesa, la recogimos y regresamos a mi hogar, cuando Muichiro se levantó... él...
—¿Él? ¿Él que?— pregunté nerviosa porque se demoraba en contestar, poniéndome ansiosa, apretando la tela de mi ropa con mis manos.
—Él perdió la memoria ____, le preguntamos por lo que recordaba pero decía que no sabía nada, le preguntamos por la carta, su contenido y sobre quien eras tú para él pero... ya no lograba recordarte.
Me levanté del suelo y agarre mi katana. —Comprendo, gracias por decírmelo antes de hacer alguna tontería.
—___... quizás haya-
—No se preocupe Oyakata-sama, trataré de que Muichiro recuperé su memoria, pero... pero si no hay solución no se preocupe por mi, puede que sea mejor para él seguir adelante sin sus recuerdos traumáticos del pasado. Si me disculpa.
—_____, puedes llevarte la carta, iba dirigida a ti desde un principio en realidad.
Agarré la carta desgastada algo nostálgica, me recordaba a la carta que me dio Muichiro cuando me fui, aún la mantenía en casa, era un recuerdo especial para mi y no podía tirarlo.
Luego él asintió dándome permiso para retirarme, lo cual hice y cuando caminaba por los jardines bien cuidados del Patrón mi cuervo apareció, reposando en mi cabeza.
—¿Una misión?— pregunté.
—¡Si! ¡Misión!
Asentí y salí de la residencia, tendré que comprar algo para comer por el camino.
—¿Rengoku-san? ¿Tiene una misión?— pregunté al Pilar que estaba frente a mi con los brazos cruzados.
Nos habíamos encontrado de paso, yo regresaba de una misión y él al parecer iba a prepararse para una.
—¡Si! Han habido muchas víctimas y se cree de la presencia de una Luna Menguante.
—...Luna Menguante... suena difícil.
—¡Ja Ja! No te preocupes por mi pequeña, me irá bien.
—Si...— cerré lo ojo y baje la cabeza. —Parece ser muy fuerte Rengoku-san.
—No lo dudes, protegeré a cada persona que necesite ayuda. Para eso estoy aquí.— soltó una carcajada y colocó sus manos en la cintura.
—Buena suerte, me gustaría entrenar con usted cuando regresé.— dije y volví a caminar, pasando por su lado.
—____.— giré mi paso y lo mire de reojo, su voz sonaba un poco más seria de lo normal. —Los capullos sin florecer no deberían ser cortados... Tokito-kun y tú son tan jóvenes y siento que les espera un futuro brillante a ambos.— me miro y sonrió mirándome fijamente. —¡A mi también me gustaría entrenar contigo cuando regresé!
Solté un suspiro y sonreí de lado. —Lo estaré esperando.
—Calienta tu corazón y sigue adelante. Es lo que le digo a los jóvenes con lamentos y miedo.
Comenzó a reír entonces ambos continuamos con nuestro respectivo camino, mire al cielo estrellado y note como mi cuervo me seguía. Me siento de una manera extraña después de escuchar a Rengoku-san, algo así como un presentimiento... y me gustaría que fuese bueno.
—Ehh, no me saque la información de la nada a, aquí esta de donde lo saque uwu.
SUFRI con el gif, me salia q pesaba mas de 3mb y tuve q hacer maravillas para colocarlo, era el único que podía representar este capítulo ahre.
Este capítulo esta mas largo de lo normal, casi 3000 palabras lolol, ehh. Eso fue porque al final tuve que agregarle varias cosas mas que no podían ir en el siguiente capítulo ahre.
En fin, espero les haya gustado ( ´◡‿ゝ◡')