Porque ustedes lo pidieron aquí les va otro capítulo de La Casa de Acogida...
Me encanta que opinen y dejen sus estrellitas ⭐
Mil gracias por todo su apoyo...
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Luna: Es increíble Tali, no puedo creer lo que hiciste...!
Exijo una explicación....
La pequeña Tali de trece años solo miraba al piso como si de repente lo encontrara muy interesante.
Miriam: Oh... Llegaste Luna.
¿Cómo te fué en la escuela de las niña? ¿Para que te llamó la directora?
Luego notó la presencia de Tali
Miriam: ¿Qué pasó? ¿Porque Tali está aquí tan temprano?
Luna: Lo que pasó es que Tali puso laxante en la bebida de sus compañeras del equipo de básquet.
Y ya imagínate lo que pasó...!
Supieron que fue Tali por la grabación de las cámaras de seguridad.
Para este momento Miriam no paraba de reír...
Miriam: Jajajajaja... ¿En serio?
Luna: No es gracioso Miriam...!
Acaban de suspenderla una semana por eso...!
Miriam: Oh... Si claro... Lo Siento... (Intentando no reír)
Luna volvió a mirar a Tali la cuál tenía ojitos de cachorro mientras hacía circulitos en el piso con uno de sus pies.
La niña destilaba ternura, pero eso no iba a impedir que Luna la corrigiera por su pequeña hazaña del día.
Luna: Aún espero una explicación Tali...
Tali: Es que esas niñas son malas conmigo y con mi amiga Laura.
Luna: ¿Qué pasa? ¿Acaso te están molestando? Porque no permitiré que seas víctima de esas niñas y te aseguro que si es así yo...
Miriam interrumpió a Luna carraspeando un poco su garganta.
Miriam: En em... Luna, deja que Tali te lo explique.
Luna: Oh... Si, por favor continúa Tali ¿Porque dices que esas niñas son malas?
Tali: Es que ellas nunca nos dejan jugar en los partidos solo porque somos más pequeñas y ellas se creen mejores que nosotras. Solo nos tienen como reemplazo.
Luna: ¿Y por eso decidiste indisponerlas haciéndolas enfermar del estómago?
Tali: Lo siento... Pero es que el partido era hoy y tenía muchas ganas de jugar.
Luna: Tali siempre les he dicho que luchen por alcanzar sus sueños pero no de esa manera, haciendo trampa o sin importar a quienes dañemos a nuestro paso.
Está vez fuiste muy lejos jovencita... (Esto decía levantando una ceja y con sus brazos cruzados)
Un tierno puchero asomó en los labios de Tali
Tali: Lo siento mucho... En serio lo siento...
Luna: ¿Sabes que te tengo que castigar cierto?
Tali solo bajó su rostro y asentuando aún más su puchero comenzaron a correr unas pequeñas lagrimitas por su rostro.
Luna sentía que su corazón se encogía de tanta ternura pero sabía que debía ser firme con su pequeña...
Luna: Bien, entonces no lo demoremos más.
Falda afuera y túmbate sobre mis rodillas...
Tali miró a Miriam como buscando quien la libre del castigo
Tali: Tía Miriam... Snif... Snif...
Miriam: Ah... No... Lo siento peque ... Pero no pienso intervenir... Está vez te lo has ganado a pulso...
Tali al ver que no tenía opción se sacó lentamente su falda del uniforme escolar, como queriendo demorar su castigo.
Luna tomó a la pequeña y la inclinó sobre sus rodillas para luego deslizar su ropa interior
Tali al sentir que Luna comenzaba a deslizar su ropa interior, rápidamente la tomó de un extremo para impedir que lo haga.
Tali: No los bajes...
Luna: Lo lamento mucho, pero si no lo hago no podré ver el estado de tu piel y no quiero que se me pase la mano. Tu castigo será duro pero justo...
Luego llevó hacía adelante la mano de la pequeña haciéndola soltar su ropa interior para luego deslizarle los panties hasta las rodillas dejando al descubierto su tierno y blanco traserito que dentro de unos momentos quedaría rojo como un tomate.
Luego se inclinó y descalzado su pie tomó una de sus sandalias de casa .
Tali al notar esto intuyó para que la usaría así que comenzó a desesperarse e intentó levantarse de las piernas de Luna.
Por lo que Luna tuvo que aferrar un poco su agarre.
Luna: Lo siento pequeña, sabes que no me gusta ser dura contigo pero está vez tu travesura ha llegado a otro nivel.
Luego Luna subió un poco más su pierna derecha de manera que Tali quedó un poco más inclinada y sus pompis en relieve para así poder facilitar su correctivo.
Luna: ¿Sabes porque te voy a castigar verdad?
Tali solo asintió con su cabeza.
Luna: Bien...
Y sin más Luna dejó caer su mano estrellando su sandalia de goma justo en el centro de las nalguitas de Tali abarcando los dos glúteos.
Plas...
Tali: Au...
Plas... Plas... Plas... Auch.. plas plas... Plas...snif snif... Plas... Plas... Ay... No tan fuerte.... Plas... Plas... Plas... Plas... Plas... Plas...
Plas... Waaaah...
No... Plas...
Quero... Plas...
Qué vuelvas.... Plas...
Hacer... Plas...
Algo similar... Plas...
A tus... Plas...
Compañeras....plas...
Plas...Plas...Plas... Buaaaa... Nunca más... Plas plas plas ... Ayyy lo prometo... Plas...Plas...Plas...Plas... Para... Waaaaa... Waaaaa.... Plas...Plas...Plas...Plas...
Plas...Plas...Buaaaaa.... buaaaaa.... Plas...Plas...Plas...Plas...
Plas...Plas...Plas...Plas...
Luna se concentraba en repartir los azotes por todo el trasero de Tali de manera que no quedó ningun lugar sin castigar... Luego se concentró por un momento el la parte baja de los glúteos para luego ir subiendo de apoco y dedicarse solo a dar los azotes en el centro del trasero de la pequeña que no paraba de llorar.
Tali lloraba apretando sus nalguitas con cada azote mientras estas se iban tronando de un color rosa cada vez más intenso.
Finalmente Luna se detuvo dejándo que la pequeña desahogue su llanto por un par de minutos mientras le acariciaba la espalda.
Luna: Shhh... Shhhh... Ya peque ya terminó... Eso fue todo...
Tali: Pero me duele... Snif... Snif...
Luna: Lo sé cariño, pero tú te lo buscaste... Mira que poner laxante en la bebida de otras niñas...
Tali: Lo sientooo...
Luna: Lo sé cariño y ya está todo perdonado.
Tali: Nunca más lo volveré hacer
Luna: Eso espero mi pequeña, porque si no la próxima tendré que usar el cinto con esa colita traviesa...
Tali al oír ésto abrió muy grande sus ojos y a negar con su cabeza...
Tali: No... Noooo... No volverá a suceder, lo prometo.
Luna y Miriam rieron al ver su reacción.
Luna ayudó a Tali a ponerse de pie y luego limpió unas lagrimitas que aún se encontraban en su carita
Luna: Bien, que te parece si subes a descansar a tu habitación, tus compañeras ya no tardan en venir y no creo que quieras que te vean con tu colita roja.
Tali solo asintió para luego subir las escaleras sin ningún tipo de vergüenza mientras con una mano sobaba sus adoloridas pompis que aún se encontraban desnudas.
Luna: Viste que roja quedó su colita ¿Crees que fui muy dura?
Miriam: No, la verdad es que ella está creciendo y debes ser firme. Recuerdo que de niña me suspendieron por tres ocasiones del Colegio y mi madre me castigó las tres ocasiones con su cinturón....
Luna: Auch... (Esto dijo arrugando su nariz)
Miriam: Si AUCH...
Y créeme, no fuiste ni la mitad de dura de lo que era mi madre conmigo.
Mi madre fue muy estricta en cuanto a cosas del colegio se refiere, pero creeme que ahora se lo agradezco, porque si por mi fuera no hubiera terminado ni la primaria.
Luna: Valla que fuiste una niña muy inquieta...
En ese momento se oyó a las otras niñas llegar a casa...
Las niñas entraron muy alegres a abrazar a Luna y a Miriam contando las cosas que habían hecho en el colegio...
De pronto Roxi notó algo en el piso de la sala...
Roxi: Mira Anie... Unos calzones en el suelo
Las niñas sabían que por el color lila pertenecían a Tali ya que Luna siempre les compraba la ropa interior del color favorito de cada una para así evitar confusiones pues cada una los usaba de un color diferente y en el caso de Tali era el lila.
Anie: Son de Tali... Te dije que la castigarían.
Las niñas miraban a Luna y a Miriam como acusándolas con su mirada causando así un silencio incómodo...
Miriam: Bueno niñas, creo que ya deben ir subiendo a cambiarse ese uniforme escolar, hasta eso su madre y yo serviremos la comida, no demoren en bajar... Hoy hay pasta con albóndigas....
Niñas: Siiiiii... Qué rico...!
Las niñas amaban esa comida, así que subieron rápidamente a cambiarse.
Luna: ¿Porque les dijiste eso?
Miriam: ¿Que había pasta de almuerzo? Eso es lo que preparé...
Luna: No me refiero a eso
Miriam: ¿Entonces a qué?
Luna: Hablaste con las niñas refiriéndote a mí como "su madre"
Miriam: ¿Y eso te molesto?
Luna: No, claro que no... al contrario, me encantaría que ellas me llamaran así. Es solo que no quiero forzarlas a eso, prefiero que si alguna vez lo hacen salga de ellas y sea de manera muy natural.
Miriam: Pues a ellas les pareció muy natural que yo te llamé así...
Luna: Sabes a lo que me refiero
Miriam: Luna, las niñas te adoran, tu eres como una madre para ellas, no hay nada que una madre haga por sus hijos que tú no hagas por estas niñas... Y eso incluye darles unas cuantas nalgadas cuando se lo merzcan, te aseguro que ellas te ven como una madre, solo dales tiempo...
Luna: Tienes razón amiga...
Miriam: Vamos a poner la mesa, las niñas no tardan en bajar hambrientas...
Luego de comer, las niñas fueron hacer la siesta mientras Luna y Miriam se dedicaron a lavar los trastes mientras conversaban amenamente...
Miriam: La verdad no pude contener la risa cuando oí que Tali había puesto laxante en la bebida de sus compañeras... Jajajajaja... En qué cabecita se le ocurren esas cosas... Jajajajaja...
Luna: Debiste ver la cara de la directora... Estaba roja de lo molesta qué estaba...
¡Por suerte para Tali que ya no está permitido que los maestros azoten a sus alumnos...!
Miriam: Ya me imagino como dejaron los baños esas niñas... Jajajajaja...
Luna: No te rías tan alto... Las niñas te van a escuchar y pensarán que pueden hacer algo parecido...
Miriam: Lo siento, tienes razón.
Luna: Y pensar que todo fue porque quería que le permitieran jugar.
Sabes, cuándo Tali me dijo que esas niñas eran malas con ella y con su amiga por un momento pensé que estaba siendo víctima de bromas crueles por parte de sus compañeras tal como lo fuimos yo y mis compañeras cuando éramos niñas.
Miriam: Si lo noté... Nunca te había visto tan molesta.
Nunca me has contado como la pasaste en la escuela, solo me dijiste que las otras niñas se burlaban cruelmente de su orfandad.
Luna: Y no solo por eso, ellas pensaban que éramos unas presumidas por nuestra manera de conducirnos y por nuestras notas perfectas. Pero nunca imaginaron que éramos obligadas por la señora Dolores a conducirnos como unas damitas.
Miriam: Debió ser muy difícil
Luna: Lo era...
Flashback...
Las niñas ya tenían un par de meses de haber empezado el colegio. Era la hora del recreo y Luna se encontraba junto con Mili y Liz jugando a saltar la cuerda.
Luna estaba muy contenta porque había tenido la nota más alta del salón hasta ese momento y la maestra la había puesto como ejemplo. Sin embargo esto despertó los celos en las otras niñas del salón.
Mary: Mira a esas presumidas, se creen mejor que todas.
Tiffany: Son unas tontas, pero ya nos vengaremos de ellas, por ahora solo me interesa poner en su lugar a la estúpida de Lunarcita, puedes creer que se ha hecho muy amiga de mi primo Nico y creo que el muy tonto gusta de ella...!
Mary: ¡Qué! No puede ser, sabes que a mi me ha gustado tu primo desde prescolar...
Tiffany: No te preocupes amiga, pondremos en su lugar a esa huerfanucha igualada... y ya sé cómo hacerlo.
Mary: ¿Enserio? Me encantaría hacerle algo a la tal Lunarcita... Así aprenderá a no meterse con el chico de otra.
Pero cuéntame ¿De qué se trata?
Tiffany contó a Mary su plan y las dos rieron maquiavélicamente y luego pusieron en marcha su plan.....
Ya casi terminaba el recreo cuando Luna decidió ir por algo de agua. Así que mientras caminaba hacia el bebedero Tiffany y Mary junto con otras cuatro niñas rodearon a Luna.
Tiffany: Hola Luna
Luna: ¿Qué quieres Tiffany? No me digas que de repente te entraron ganas se ser mi amiga... (Esto lo decía de manera sarcástica)
Tiffany: Solo quería hacerte una pregunta... ¿Porque tú y las otras huérfanas caminan de esa manera? ¿Acaso tienen hormigas en el calzón?
Mary: Porque si es así te ayudaremos a que camines mejor...
En ese instante tomaron a Luna de los brazos mientras Tiffany y Mary jalando un poco del elástico del calzon de Luna llenaron su ropa interior de hormigas que tenían en una bolsa.
Las niñas reían a carcajadas mientras Luna de manera desesperada luchaba por librarse de las hormigas haciendo todo tipo de ridículos movimientos.
Las alumnas que se encontraban en recreo comenzaron a amontonarse al rededor de Luna a ver lo que pasaba mientras reían al ver el desesperado baile de Luna.
Luna al sentir que las hormigas la empezaban a picar rápidamente levanto su falda y se sacó su ropa interior para poder sacudirse las hormigas.
En eso llegó la inspectora...
Inspectora: ¿Qué está pasando aquí? ya sonó el timbre... ¿Porque están aquí todas amontonadas y no vuelven a su salón?
Tiffany: Inspectora lo que pasa es que Luna se ha sacado los calzones frente a todas... (Esto dijo entregándole la ropa interior de Luna que se encontraba en el piso...
Inspectora: Qué...!
Mary: Si inspectora, le dijimos que no lo hiciera pero ella insistió en enseñar un lunar que dice tener en una de sus pompas.
Inspectora: Pero... Cómo te atreves desvergonzada...! Acaso no te han enseñado a tener pudor...
Luna: Inspectora eso es mentira, lo que pasó es que...
Tiffany no la dejó terminar de hablar...
Tiffany: ¿Entonces como explicas el que andes sin calzones?
Inspectora pregunte a Vanessa, Carla, Dina y Renata, verá que le estamos diciendo la verdad...!
Las amigas de Tiffany daban la razón a Tiffany y Mary diciendo que ellas decían la verdad.
Mary: Además, entonces ¿como explicas que sepamos lo de tu lunar?
En ese momento Mary bajó un poco la falda del uniforme de Luna mostrando a la inspectora el lunar en el glúteo de Luna...
Mary: Lo ve inspectora... ¿Cómo podríamos saber lo del lunar?
Lo hizo porque quería llamar la atención...
Inspectora: Suficiente Luna. Te llevaré al salón con tu maestra para que seas castigada.
Y las demás, vuelvan a su salón...
La Inspectora tomó a Luna de una oreja y la llevo al salón.
Inspectora: Maestra Pilar aquí le traigo a esta alumna que la encontré sin calzones, se los había sacado para mostrar a las demás un lunar que tiene en su trasero.
Maestra: ¡LUNA...! No sé preocupe inspectora yo me encargaré de enseñarle modales.
Las demás niñas se sentaron cada una en su asiento. Esperando que Luna sea castigada.
Maestra Pilar: Luna, levanta tu falda e inclínate en el escritorio.
Luna: Pero Maestra lo que pasó es que...
Maestra Pilar: No quiero escuchar excusas señorita. Lo que acabas de hacer no tiene nombre...
Mientras Luna se debatía si hacerlo o no la maestra Pilar sacó del perchero una larga vara de ratán.
Luna al ver esto sintió mucho miedo y sumado a la vergüenza de ser castigada con su trasero desnudo frente a todo el salón hizo que entrara en pánico y saliera corriendo.
La maestra Pilar intentó detenerla pero Luna fué mucho más rápida y logró huir.
Luna corrió y corrió sin pensar lo que hacía ni a dónde iba...
Luego de un rato corriendo Luna se cansó y se fué a sentar a una banca en el parque sin saber ahora que hacer.
Sabía que al llegar a casa estaría en grandes problemas con la señora Dolores pues de seguro de la escuela le notificarían lo ocurrido.
Luna: Pero qué opción tenía... Dejar que me castigaran frente a todo el salón era demaciado vergonzoso, una cosa es ser castigada en casa aún que sea en el jardín delantero... Pero que lo hagan en el salón ...
¡Era demaciado!
Además la maestra ni si quiera dejó que le explicara lo ocurrido.
- ¿Que le explicarás qué?
Luna se sobresalto al oír esa voz...
- ¿Te asusté?
Luna : Ay... Nico ... Eras tú!
Nico se había convertido en el mejor amigo de Luna.
Nico: ¿Qué es lo que no pudiste explicar a tu maestra? ¿Y qué haces aquí tan temprano?
Luna solo levanto sus hombros...
Nico: Vamos Luna, no tengas vergüenza de contarme, somos amigos ¿verdad?
Luna: Está bien... Te lo contaré...
Luna contó a Nico todo lo que había sucedido.
Nico: Pero qué mente maquiavélica la de mi prima y sus amigas. Mira que poner hormigas en la ropa interior de alguien... No sé de dónde saca tanta maldad!
Luna: Y no quiero ni pensar la que me espera cuando la Señora Dolores lo sepa.
Nico sintió lastima por su amiga, pues sabía lo dura que era la señora Dolores con ellas.
Luna: Pero... ¿Y tú qué haces aquí? ¿Porque no estás en clases?
Nico: Parece que los dos tenemos un mal día...
Luna: ¿También te metiste en problemas?
Nico: No es eso, solo digamos que hoy no ha sido el mejor de mis días...
Luna: ¿Qué te pasó?
Nico: Bueno, primero que hoy me llevaron a ponerme las vacunas que me faltaban...
Luna: AUCH... Odio las vacunas...
Nico: Yo también, aún me duele el lugar donde me pincharon ¿Ves?
Nico se bajó un poco su pantalón y enseñó a Luna el piquete en su glúteo...
Luna: Lo siento...
Nico: Yo también lo siento... Y mucho... (Mientras se sobaba su parte de atrás)
Esto hizo reír a Luna...
Luna: Que flojo eres...!
Nico: Hey... En verdad dolió...!
Luna: ¿Y segundo?
Nico: ¿Segundo?
Luna: Claro... Tu dijiste primero me vacunaron y ahora te toca decir lo segundo...
Cuando dices primero es porque hay algo más...
Nico: Tienes razón...
Nico suspiro profundamente como si se desinflara al exhalar.
Luna: Vamos Nico, puedes decirme...
Nico: Es que no se cómo decírtelo...
Luna: ¿Decirme qué?
Nico: ¿Recuerdas que te conté sobre que mi padre aplicaría para un trabajo en la ciudad?
Luna: Si
Nico: Pues ayer en la tarde lo llamaron, mis padres me dieron la noticia ayer antes de dormir...
Quieren contratarlo de inmediato, así mañana viajaremos...
Luna: ¿Te irás?
Nico: Yo no me quiero ir...
Luna: Te voy a extrañar...
Luna y Nico se abrazaron y lloraron juntos.
Luego de un rato Nico tomó entre sus manos el rostro de Luna y comenzó a limpiar con su dedo pulgar las lágrimas que caían por las mejillas de Luna.
Nico: Vamos Luna, no llores más... Que te parece si en vez de pasar nuestro último día lamentándonos mejor nos olvidamos de todo y nos dedicamos a disfrutarlo... Déjame hacer de este el mejor día de tu vida.
Luna se esforzó por sonreírle a Nico.
Luna: Está bien... Entonces lo vamos a disfrutar...
Luna se puso de pie y tomando la mano de Nico se dispusieron a disfrutar.
Primero fueron por unos helados, Luna pidió uno de chocolate mientras Nico uno de vainilla.
Luego de jugar por un rato en el parque Nico dijo a Luna.
Nico: Ven, te llevaré a mi lugar favorito, te va a encantar...
Los niños se introdujeron en el bosque hasta llegar a un árbol muy frondoso del cual colgaba una gruesa soga llena de grandes nudos.
Nico: Ven, sube conmigo...
Nico ayudo a Luna a subir aquel gran árbol trepando por sus gruesas ramas.
Luna: Nunca antes había subido a un árbol, es muy divertido.
Nico: ¿Quieres diversión? Has lo que yo hago...
Nico tomó la soga y se balanceo en ella llegando a una parte alta.
Nico: Vamos Luna, no tengas miedo ...
Luna: ¿Miedo yo?
En ese instante Luna se armó de valor e hizo igual que Nico pero al llegar a la loma cayó sobre él haciendo que los dos cayeran sobre tierra.
Nico: AUCH... Estás muy pesada...
Luna se quitó rápidamente de encima de Nico.
Luna : ¿Estás bien?
Nico: Estaré mejor después de esto... ( En ese momento Nico lanzó una bola de tierra húmeda sobre Luna)
Luna: ¡Que tramposo eres!
Y al instante Luna hizo una bola de tierra húmeda para lanzarla a Nico pero antes de poder hacerlo recibió otra bola de parte de Nico...
Nico: ¡Punto para Nico!
Los niños continuaron jugando entre risas a lanzarse entre ellos tierra quedando así muy sucios.
Nico: Está bien Luna... Para... para... jajajaja... Es un empate...
Luego los niños miraron a su alrededor
Luna: La vista es muy hermosa en este lugar
Nico: Si, cada que estoy triste vengo aquí, es muy hermoso, nunca había venido con nadie. Es un lugar muy especial, es mi lugar secreto.
Luna: ¿Y porque me trajiste?
Nico miró a Luna y se encogió de hombros.
Nico: Un lugar especial para una amiga especial...
Luna intentó limpiar un poco el cabello de Nico que estaba lleno de lodo pues tenía que le cayera en el ojo.
Luna: No te muevas, estás lleno de lodo y te puede caer en el rostro.
Nico: ¿Y ya te viste como estás tú?
Hasta ahora Luna no se había fijado en eso...
Luna: Ay no, la señora Dolores me matará si llego así a casa!
(Esto decía mientras intentaba sacudir inútilmente su vestido)
Nico: Y mi madre a mí por darle más trabajo al llegar tan sucio...
Ven, vamos al lago, ahí podremos lavarnos...
Al llegar al lago Nico empezó a sacarse la camisa y luego los pantalones para lavarlos quedando así en ropa interior. Para luego intertar lavar su ropa en el río golpeándola con una piedra
Nico: El los Boy scouts nos enseñaron que golpeando la ropa con una piedra queda igual de limpia que usando jabón...
Luna miraba a Nico debatiéndose si seguir su ejemplo o no...
Nico notó la evidente incomodidad en Luna.
Nico: Ohhh... Si te incómodo el que me sacara los pantalones lo siento mucho... No era mi intención incomodarte...
Luna interrumpió a Nico
Luna: No es eso, es solo que... Ehhhh... Pues.... ¿recuerdas lo que pasó con Tiffany y sus amigas en el colegio?
Nico: Si, lo de las hormigas. ¡Que malvadas!
Luna: Pues yo... Ehhhh... Verás yooo... Pues... este... pues no traigo calzones...
(Luna se sonrojo al decir esto manteniendo su mirada al piso)
Nico: No es culpa tuya y si no quieres no tienes que sacarte la ropa.
Talvez puedas lavarla metiéndote al río con ella puesta, aunque no creo que quede tan limpia si no usamos jabón, y golpearla con piedras teniéndola puesta no creo que sea una opción...
Luna: Tienes razón... Además teniéndola puesta será mucho más difícil que se seque.
De todos modos ya todos han visto cuando la señora Dolores me ha castigado.
Nico solo se encogió de hombros
Nico: Cuando estés lista me lo entregas para poder lavarlo.
Luego se concentró en continuar lavando su ropa.
Luna se empezó a sacarse su uniforme comenzando primero con su blusa.
Nico sin voltear su cabeza extendió su mano para que Luna me entregara su blusa me teniendo su mirada en la ropa que lavaba.
Luego Luna se debatía entre continuar con su falda o no pero al ver que Nico volvió a extender su mano, Luna dió un profundo suspiro y se sacó su falda y luego se la entregó a Nico quedando ella solo con su pequeño brasier que cubría sus pechos que apenas empezaban a desarrollarse.
Nico continúo concentrado en lavar la ropa hasta que terminó.
Nico: Ya casi está, solo falta exprimirla muy bien para que se seque lo antes posible.
Luna por favor ayúdame a formar un cordel con la soga del árbol.
Luna: Está bien.
Luna empezó a atar la soga de un árbol a otro de manera que formará un cordel.
Nico se volteó para exprimir la ropa pero al ver a Luna de espaldas atando uno de los extremos de la soga se quedó como hipnotizado por unos segundos contemplando el hermosos cuerpo de Luna que ya tenía hermosas curvas complementados con unas lindas y repingadas nalgas que ya se habían desarrollado muy bien, ya que había adquirido los genes de su madre la cuál había tenido un generoso trasero.
Luego Nico pesó "es más hermosa de lo que imaginé..."
Luna: Creo que ya está...
Nico desvío rápidamente su mirada pues no quería incomodar a Luna. Así que continuó exprimiendo la ropa.
Luego entre los dos tendieron la ropa.
Luna: Bueno, espero que se seque pronto.
Nico: Eso espero, hace baste calor, eso ayudará...
¿Qué te parece si mientras se seca la ropa aprovechamos para nadar un rato en el río? Así nos refrescamos un poco.
Luna: Es que yo no sé nadar.
Nico: No te preocupes, yo te enseño...!
Luna miró a Nico levantando una ceja de manera pícara, como si tramara algo.
Luna: Pero si se correr y el que llega último es un huevo podridooo...
Luna se hecho a correr y Nico al ver que Luna llegaría primero rápidamente fue tras ella, aunque no se esforzó por rebasarla ya que disfrutaba verla correr mientras sus nalguitas rebotaban libremente.
Lugo los dos niños jugaban muy contentos a la orilla del río hechándose agua el uno al otro y chapuleteando alegremente entre risas.
Nico: Bueno, es momento de profundizar un poco más para que aprendas a nadar.
Luna asintió con su cabeza y apretó fuertemente la mano de Nico.
Nico notó que Luna tensó todos los músculos de su cuerpo con la idea.
No tengas miedo, no te voy a soltar, te enseñaré como lo hizo mi padre conmigo.
Luna: Está bien, confío en tí.
Nico enseñaba a Luna como nadar...
Nico: Bien, ahora es tu turno...
Luna: Está bien, pero no me sueltes.
Nico ayudaba a Luna a aprender a nadar mientras la sostenía del vientre...
Nico: Solo relájate y mueve tus brazos y pies.... Vamos, no dejes de dar brazadas... Intenta mantenerte a flote... Bien.... Casi lo logras.....
Nico fijó su mirada en las lindas pompis de Luna que se mantenían ligeramente fuera del agua mientras ella intentaba nadar...
Luna: Lo estoy logrando Nico.... Estoy nadando... Estoy nadando...!
Luego Luna paró muy emocionada...
Luna: Lo has visto... Puedo nadar Nico... Puedo nadar...!
Nico: Y si continúas practicando luego podrás hacer esto... Y esto... O esto... Y hasta esto....
Nico hacía toda clase de piruetas en el agua intentando impresionar a Luna hasta que en una de las zambullidas Nico perdió sus calzoncillos y paró de hacer piruetas intentando encontrarlos.
Luna: ¿Qué pasa?
Nico: Perdí mis calzoncillos...!
Luna empezó a reír...
Nico se sonrojo avergonzado.
Nico: No te rías... Mejor ayúdame a encontrarlos.
Luna: Está bien.
Luna y Nico miraban alrededor suyo intentando encontrar los calzoncillos de Nico.
Luna: Ahí están.... (Señalando en el agua a lo lejos)
Nico: Iré por ellos.
Nico nadó hasta donde estaban sus calzoncillos para recuperarlos.
Al observar Luna las pompis de Nico que se mantenían a flote mientras nadaba pensó que tenía unas pompas muy lindas. Esto hizo que riera de manera traviesa cubriendo su boca con una de sus manos pero luego se sonrojo al pensar que talvez Nico pudo pensar lo mismo de ella ya ella tampoco llevaba calzones.
Nico regreso con sus calzoncillos en mano y luego de los colocó estando aún dentro del agua.
Nico: Listo... Ahora sigue practicando tu nadó. Pero no te alejes para poder estar al pendiente tuyo.
Luna: Okey...
Luna continúo nadando alrededor de Nico.
Nico no podía apartar su mirada de los hermosos glúteos de Luna. Le encantaba ver cómo lucia su lunar en el, le gustaba pensar que aquel redondito trasero era muy especial y que aquel lunar era como un sello que significaba que le pertenecía.
Luego notó una leve marca en uno de los glúteos y estirando su mano toco aquel zurco en relieve.
Luna al notar el tacto de la mano de Nico paró el nado.
Nico: ¿Esto te lo hizo la Señora Dolores verdad?
Luna: Si, fue hace un par de días porque no sabía bien la lección de violín.
Nico: ¿Porque es tan mala? ¿Porque se desquita con ustedes de su amargo pasado?
Luna: No lo sé... Pero mejor no pensemos en eso, recuerda que este día solo lo dedicaríamos a disfrutar.
Nico: Tienes razón...
Los niños continuaron un rato más jugando en el agua hasta que decidieron salir.
Luna: Veré si se secó la ropa.
Mientras Luna verificaba el estado de cada una de las prenda y las volteaba para que se secaran dónde aún estaban húmedas Nico se dedicó a observar detenidamente a Luna.
Luna lucia preciosa, sus cabellos húmedos caían sobre sus pequeños pechos que estaban cubiertos por su brasier, su blanca y delicada piel se la veía radiante con la luz del sol pareciendo estar agamusada, en su pequeño y lampiño pubis asomaba una tímida rajita haciéndola ver muy pura e inocente, sus piernas eran como dos pilares que sostenían unos hermosos glúteos perfectamente redonditos como si fueran un monumento digno de admirar, toda ella era una obra de arte hecha por Dios que ningún artista fuera capaz de igualar.
Luna: Aún le falta secar un poco.
Nico: Sentemos en este tronco hasta que esté listo.
Luna y Nico se sentaron el aquel grueso tronco que estaba tirado en el suelo mientras miraban la caída del sol.
Luna: Esto es muy hermoso.
Nico pasó su brazo por encima del hombro de Luna y la atrajo más hacia él, a lo que Luna respondió recostando su cabeza sobre su hombro.
Nico: Desde que te ví supe que eras alguien muy especial.... te voy a extrañar.
Luna levantó su mirada viendo a Nico directamente a los ojos.
Luna: Yo también te voy a extrañar...
Los niños no saben cómo sucedió, pero en ese instante cerraron sus ojos y como si de dos imanes se tratase sus labios se atrajeron y se juntaron en un tierno beso...
Nico: Gracias.
Luna: ¿Por qué?
Nico: Yo quería hacer de este el mejor día de tu vida, y ahora tú has hecho de este el mejor día de mi vida.
Los dos niños continuaron abrazados mientras miraban la puesta del sol...
Luego de un momento Luna dijo a Nico.
Luna: Creo que ya debemos volver.
Nico: Tienes razón.
Luna se puso de pie y caminando un poco empezó a sacudir con su mano la tierra del tronco que había quedado en su trasero.
Nico no apartaba la vista de Luna.
Luna: Ya están secos.
Luna estando de espaldas se sacó su brasier par poderlo exprimir muy bien, luego se lo volvió a colocar y comenzó a vestirse, primeramente su falda y luego su blusa.
Luna: Estoy lista. ( Esto decía mientras peinaba su cabello con sus dedos caminando para volver a sentarse en aquel tronco para poder calzar sus pies )
Nico: Oh... Si... Ya me arreglo.
Nico camino hacia el tendedero para tomar su ropa pero antes de vestirse notó que sus calzoncillos aún estaban húmedos así que estando aún de espaldas decidió sacarselos para no mojar sus pantalones. Luego se puso sus pantalones y su camisa, luego guardó sus calzoncillos ya exprimidos en uno de sus bolsillos, para luego dedicarse a calzar sus pies.
Luna daba miradas muy disimuladas de vez en cuando a Nico mientras esté se alistaba.
Luego ya listos, Nico tomó de la mano a Luna y se dirigieron hacia la casa de acojida.
Luna: Bien, hemos llegado... Creo que es la hora de despedirnos.
Nico: Adiós Luna, nunca te olvidaré.
Luna: Ni yo a tí...
Luego Luna empezó a caminar hacia la puerta pero antes de llegar a esta regreso corriendo a Nico y con lágrimas en los ojos se dieron el último abrazo.
Luna: ¿Te volveré a ver? (Entre lágrimas)
Nico: Eso espero....
Luego de deshacer el abrazo Luna limpió sus lágrimas y retomó su camino hacia la puerta de la casa hogar para luego tocar el timbre.
Sra. Dolores: ¿Qué son estas horas de llegar? Entra jovencita, estoy muy molesta contigo...
Esto decía la Señora Dolores mientras tenía una mano en la cintura y con la otra señalaba el interior de la casa.
Pero antes de que Luna pudiera entrar la tomó del brazo y le dió tres sonoras nalgadas con su mano. A lo que Luna solo respondió con unos "Aunch" mientras intentaba cubrir con sus manos su trasero para luego poder entrar.
Nico miraba la escena de lejos cuando escuchó...
- ¡Nico! Ahí estás...
Nico: ¿Mamá?
La madre de Nico corrió a abrazarlo para luego revisarlo como intentando percatarse de que su hijo estaba bien.
Mamá de Nico: ¿Dónde estabas? ¡Nos has dado un gran susto hijo...! ¿Estás bien?
Nico: Estoy bien mamá.
El padre de Nico venía caminando detrás de ella muy furioso mientras se sacaba el cinturón de su pantalón...
Papá de Nico: ¿Porque te fuiste sin avisar? Tu madre y yo hemos estado muy preocupados buscándote toda la tarde...
¿Cuántas veces te hemos dicho que si vas algún lado debes avisar?
Luego el padre de Nico lo tomó del brazo y estampó cinco chirlazos en el trasero del niño.
Con cada azote Nico daba brincos de dolor inclinando sus caderas hacia delante.
Nico: Auchhhh... Papá... Aquí no...
Papá de Nico: Vamos a casa, ahí tendremos una larga charla con el cinto...
Nico y sus padres se encaminaron a casa mientras esté se sobaba su adolorido trasero.
Mientras tanto la Señora Dolores regañaba a Luna pero Luna no la oía realmente pues estaba con su atención fija mirando por la ventana que estaba detrás de la Señora Dolores lo que le acontecía a Nico al encontrarse con sus padres.
Dolores: ¿Me estás escuchando Luna?
Luna: ¿Queee? Ehhh... Sí señorita Dolores.
Ahora subes a tu habitación sin cenar... Ya es demaciado tarde, mañana arreglaremos cuentas tú y yo.
Luna subió las escaleras y se fué directo a su habitación.
Luego se puso su pijama y se acostó y aunque Mili le llevó algo de comer a escondidas, Luna casi no comió pensando en como la estaría pasando Nico.
Por otro lado en casa de Nico:
Papá de Nico: Luego de cenar Quiero que subas a tu cuarto y me esperas ahí.... Y quiero encontrarte sobre tu cama con pantalones y calzoncillos fuera... ¡ME ENTENDISTE!
Nico: Si Señor...
Papá de Nico: Y no olvides poner los almoadones debajo de tus caderas...
Luego de cenar Nico subió a su habitación y se colocó como su padre le había ordenado pues sabía que si no lo hacía sería peor.
Nico estaba muy nervioso pues sabía lo que venía, además le parecía muy vergonzoso esperar a su padre de esa manera con el culo al aire como si fuera un crío.
El padre de Nico entró a la habitación con su cinturón en mano doblado en dos aunque ya se notaba un poco más calmado.
Papá de Nico: Sabes porque te voy a castigar ¿Cierto?
Nico solo asintió con su cabeza.
Papá de Nico: Hijo sabes que no me gusta hacerlo pero no me dejas más opción.
Luego sin más levanto su brazo para así estampar quince azotes en el trasero de su hijo.
Zasss... Auchhhh... Zasss... Zasss... Snif... Sinif... Zasss... Zasss... Zasss... Zasss... Au... Duele...
Zasss... Zasss... Zasss... Waaaa... No más... Waaaa... Zasss... Zas... Waaaaa... ya no papá.... Zasss... Zasss... Waaaah...
El padre de Nico levantó su brazo más en alto para finalmente dar el último azote sobre el adolorido trasero de su hijo.
Zaaasssss....
Waaaaa.... Waaaah...
Papá de Nico: Ya campeón... Tranquilo... Ya terminó.
Luego tomó a su hijo sentándolo cuidadosamente sobre sus rodillas para sobar su espalda intentando calmarlo.
Papá de Nico: Shhhh... shhhh.... Ya campeón, tranquilo... Fuiste muy valiente...ya terminó.
Pero quisiera saber porque lo hiciste.
Nico: Es que quería ver todo el pueblo antes de irme...
Lo sientooo papá... Snif... Snif...
Papá de Nico: Tranquilo hijo, ya está todo perdonado...
Al Día Siguiente....
Mili: Luna, despierta o llegaremos tarde a la escuela.
Luna levantándose de la cama empezó a estirarse.
Luna: Mili tengo miedo, ayer la señora Dolores no me castigó ¿crees que lo haga hoy?
Mili: No lo sé, pero nunca había hecho eso antes. Yo de tí me apresuraría a bajar para no dale más motivos. Ayer estaba furiosa cuando la llamaron de la escuela a notificarle lo que había pasado.
Luna y Mili se apresuraron a bajar ya listas para ir a clases.
La Señora Dolores no mencionó ni una palabra a Luna, solo se dedicó a apresurar a todas para que no llegarán tarde.
Esto le pareció muy extraño a las niñas, sin embargo solo se limitaron a obedecer.
Ya en la escuela las niñas estaban en la segunda hora de clases cuando de repente entró la Directora con la Señora Dolores al salón de Luna.
Las niñas se pusieron de pie mientras decían en coro "Buenos días Señorita Directora"
Directora: Buenos día alumnas. Pueden tomar sus asientos.
Maestra Pilar he venido con la Señora Dolores que es la representante de la niña Luna por lo sucedido ayer, no podemos permitir este tipo de conducta dentro de nuestra institución.
Así que niña Luna venga para acá (Decía esto mientras hacía señas con su dedo indicando que se acercase)
Luna se puso de pie y dando pasos cortos se asercó tímidamente.
Al llegar al frente la directora le dijo.
Directora: Sobre el escritorio... ( Mientras señalaba este)
Luna: Señorita Directora permítame explicarle, lo que pasó es que...
En ese momento la Señora Dolores la interrumpió.
Dolores: Luna no discutas con la Señora directora, si ella te dió una orden obedece...!
Discúlpela Directora... ¡qué vergüenza con usted!
Cómo usted sabrá esta niña tiene poco tiempo bajo mi tulela, parece que sus difuntos padres la malcriaron, por lo visto no eran buenos padres.
Luna se llenó de rabia al oir como la señora Dolores se expresó de sus padres.
Luna: ESO NO ES CIERTO... ELLOS ERAN LOS MEJORES PADRES DEL MUNDO A DIFERENCIA DE USTEDES VIEJAS BRUJAS QUE NI SIQUIERA PREGUNTAN ANTES DE JUZGAR...!
Dolores, la directora y la maestra Pilar abrieron sus bocas muy sorprendidas al oír como Luna se dirigió a ellas.
Maestra Pilar: Pero cuánta insolencia...!
En ese instante Dolores tomó a Luna de la oreja y llevándola por la fuerza la inclinó sobre el escritorio.
Dolores: ¿Cómo te atreves malcriada a dirigirte así a tus autoridades y a avergonzarme de esa manera? Ya aprenderás a obedecer...
Luna daba patadas al aire intentando safarse del agarre de la Señora Dolores que ya había logrado incrinarla sobre el escritorio.
Dolores: Señorita Directora yo la sostendré mientras ustedes enseñan a esta malcriada a obedecer...
Directora: Será un placer...
Es ese momento la directora le levantó su falda y la enrredó en la pretina de esta, luego de un tirón bajó rápidamente sus pantis para descubrir su trasero frente a toda la clase...
Directora: Con que ese era el lunar que tanto querías mostrar.... Desvergonzada, te daré una que nunca más tendrás ganas de andar mostrando ese lunar de tu trasero.
Luego tomó la larga vara que le extendió la maestra Pilar y comenzó a azotar fuertemente el trasero de Luna.
Zuaaasssss.... Plas...
El sonido de la vara silvó en el aire para luego sonar un estrepitoso sonido al estrellarse sobre la piel de las nalgas de la niña.
Waaaaah....
El llanto de la niña no se hizo esperar, Luna empezó a llorar desde el primer azote, sentía como si cada azote cortará la piel se sus glúteos y aunque en realidad no lo hacía si dejaba una muy fea línea en relieve de color lila que parecía que por poco brotaría sangre de ella...
Luna movía su trasero de forma desesperada, aunque los castigos de la Señora Dolores eran duros, esto ya era otro nivel, la vara causaba un dolor casi insoportable que hacía que Luna gritara y brincara desesperadamente del dolor.
Todas las niñas del salón miraban atentamente el castigo de Luna y mientras Liz y Mili sentían un inmenso pesar por su amiga; Tiffany y sus amigas intercambiaban risitas y miradas de complacencia.
Luego de 10 dolorosos azotes la directora dejó la vara sobre el escritorio y dirigiéndose a las demás alumnas dijo...
Directora: Espero que esto le haya servido de lección no solo a su compañera sino también a todas.
Alumnas: Si señorita Directora.
Directora: Maestra Pilar, le pido disculpas por la interrupción, me llevaré afuera a esta niña para que sirva de ejemplo a todo el plantel y no tomen conductas deshonestas como la de ayer.
Maestra Pilar: Me parece muy bien Señora Directora ya que lo que hizo fue en el patio delante de alumnas de otros cursos.
Luego la directora y la señora Dolores se despidieron y se retiraron del salón llevando consigo a Luna que aún tenía su falda levantada y sus pantis por las rodillas.
La Directora le indicó a Luna que se quedara cara a la pared en uno de los pasillos con su trasero desnudo para que sirva de ejemplo a las demás alumnas.
La Señora Dolores y la Directora continuaron hablando.
Directora: Verá Señora Dolores, como usted sabrá no puedo permitir este tipo de conductas en mi plantel, está es una escuela decente, pensaba en expulsar a Luna pero debido a que tiene buenas notas, incluso las mejores de su salón, le daré otra oportunidad.
Dolores: Se lo agradezco Señora directora.
Directora: Sin embargo Luna será suspendida por un par de semanas ya que con su mala conducta ha sido de mal ejemplo y si no corrijo con firmeza este tipo de comportamiento poco a poco las demás alumnas la imitarian.
Dolores: Entiendo su posición Directora, pero usted sabe lo importante que es para mí la educación de estás niñas. Y no creo que dejarla sin estudiar para que esté a sus anchas sea un castigo efectivo. ¿Que le parece si buscamos la manera de que sea castigada sin que pierda clases?
Directora: ¿Y qué propone?
Dolores: Veo que esas marcas en el trasero de Luna van a tardar varios días en borrarse del todo, ¿Qué le parece si durante esta semana envío a Luna mostrando las consecuencias de su castigo? Así todas las alumnas no querrán correr con su misma suerte y Luna no perderá clases.
Además también la podría dejar sin recreo y que en su lugar haga líneas la pizarra del patio, así las alumnas verán que hacer tonterías no es nada divertido.
La directora lo pensó un poco...
Directora: Está bien, de todos modos usted es su tutora, usted sabrá la mejor forma de corregirla.
Dolores: Se lo agradezco Señorita Directora y le aseguro que Luna no volverá a cometer semejante barbaridad.
Directora: Muy bien, entonces me despido ya que tengo mucho trabajo por hacer.
Dolores: Pase bien y gracias. Yo volveré más tarde por mis niñas ya que quiero asegurarme de que Luna no se desvíe, ayer me llegó como a las siete de la noche...
Directora: Uyy... Debe poner mano dura con esta niña, parece que le salió más rebelde que las anteriores...
Dolores: Es eso estoy señorita directora, en eso estoy...
Luna permaneció en el pasillo sintiéndose realmente adolorida y muy avergonzada ya que toda la escuela al verla se amontonaba a observarla y hacer todo tipo de comentarios.
Luego a la hora de salida Dolores fue por las niñas.
Pero antes de que se marchen a casa Dolores tomó una tijera y cortó los pantis de Luna despojandola de estos, después desenredó la parte de atrás de la falda de Luna para luego cortarla de manera que solo le cubría por delante como si fuera un delantal.
Dolores: Ya que te gusta andar enseñando el trasero así vas a andar por los próximos días.
Luego tomó del brazo a Luna pero al ver que está no quería andar le dió tres sonoros azotes en el trasero de Luna, tanto que quedó la marca de sus dedos en este.
Dolores: Camina...!
¿O quieres que use el cepillo que tengo en mi cartera?
Luego jalandola del brazo la llevó a casa.
Luna lloraba muy avergonzada, Tiffany y sus amigas venían detrás de ellas y Luna podía oír sus risas burlonas.
Luego antes de llegar a casa notó que la casa de Nico estaba cerrada completamente y tenía un letrero de "Se vende"
Luna sabía que nunca más vería a su amigo, sin embargo se consolaba de que todo lo que pasó (aunque era horrible) dió lugar a poder disfrutar el último día con Nico.
La siguiente semana fue larga, ya que la humillación de ir a clases con su castigado trasero a la vista de todos y estar así sin pantis y con su falda cortada por detrás era demaciado vergonzoso, sobre todo cuando la Maestra le pedía que salga a la pizarra, cosa que lo hacía con mucha frecuencia para aumentar su castigo.
Aún el sentarse sobre esa fría silla de metal sin ningún tipo de protección mientras recibía clases era bastante incómodo.
En el recreo tenía que mantenerse de pie con el trasero a la vista de todos mientras escribía en la pizarra que estaba en el patio "Debo comportarme en la escuela".
Tiffany y sus amigas se dedicaban a lanzarle bolitas de papel usando unas ligas como resortera, esto hacía que Luna apretara las nalgas al sentir la bolita de papel estrellarse en su trasero para luego sobarse las pompas para apasiguar el dolor, esto generaba las risas burlonas de todas las alumnas que ya la llamaban Lunarcita.
Luna y sus amigas sentían que no podían hacer nada por defenderse ya que las demás niñas siempre tendrían un adulto que las defienda mientras ella solo tenían a la Señora Dolores que solo le importa mantener su reputación de educadora perfecta.
Finalmente las nalguitas de Luna sanaron y le fue permitido ir a clases vestida apropiadamente.
Pero aunque las heridas en sus nalguitas fueron borradas por completo, las heridas de la humillación en su corazón quedaron intactas.
Fin del Flashback....
Miriam: Debió se para tí horrible la escuela.
Luna: Pues... Aunque nunca te acostumbras a este tipo de injusticias sin embargo poco a poco aprendí a evitar caer en las trampas de Tiffany y su grupito para así evitar tantos castigos.
Miriam: Y yo que pensé que Tali se había pasado haciéndole eso a sus amigas, ahora me doy cuenta que hay niñas realmente crueles.
Luna: ¡Cierto... Tali!
Iré a verla para que baje a comer, siento pena por ella, ya que las niñas dijeron que estaba dormida y no bajó a almorzar. Y de paso aprovecho para untarle crema en sus nalguitas.
Miriam: Cómo la consientes...!
Luna: Es que es una de mis chiquitas...
Miriam: Ve a mimarla, pero antes quiero hacerte una pregunta.
Luna: Sí, dime.
Miriam: ¿Algún día volviste a ver a Nico?
Luna: No, después de ese día nunca más supe de él, ya que preguntarle a su prima no era una opción.
Miriam: Ohhh... Qué pena!
Luna se encogió de hombros.
Luna: Bueno si, así es la vida...
Luego Luna subió a ver a Tali llevando un bote de crema.
Luna contempló por unos segundos a Tali que aún estaba dormida.
Luna: Parece un angelito, debió sentirse exahusta luego de su castigo.
La niña dormía profundamente, había decidido solo cubrirse con una fina sábana pero al estar dormidita con sus movimientos se había descubierto un poco de manera que parte de sus aún rojas nalguitas quedaban a la vista.
Luna se acercó a ella y tomó la sábana para cubrirla pero al notar que las nalguitas de la niña aún mantenían un color rojo intenso decidió poner su mano sobre una de sus pompitas para verificar si aún estaban calentitas por la azotaína recibida.
Luna: Aún las tiene calentitas. Pobre pequeña, debe dolerle, le untaré un poco de crema, eso le aliviará el escozor.
Así que Luna descubriéndole totalmente el traserito empezó a untarle crema sobre sus nalguitas de manera circular con mucha delicadeza.
Tali al sentir el tacto de la mano de Luna untándole la crema sobre sus posaderas despertó.
Luna: Miren quién despertó...
¿Cómo te sientes pequeña?
Tali: Bien, aunque aún duelen. (Esto dijo arrugando un poco su nariz)
Luna: Bueno, entonces a portarse bien para que está colita traviesa no pague las consecuencias.
Tali solo asintió con su cabeza.
En ese instante subió Miriam llevando en la mano la ropa interior de Tali que había perdido abajo durante su castigo.
Miriam: Miren lo que encontré...! Un calzoncito lila, me parece que es de una pequeña muy traviesa que los perdió durante su castigo.
Las mejillas de Tali se tiñeron de rosa al ver su pequeño calzón lila en malos de Miriam.
Miriam: ¿Y como sigue esa colita?
Tali: Duele un poquito... (Esto dijo haciendo un puchero, cosa que la hacía ver mucho más pequeña de lo que en realidad era)
Miriam: Hay cachorrita... Espero que esa colita haya aprendido a no meterse en más problemas. (Revolviendole un poco el cabello con la mano)
Luna: Bueno, supongo que esta pancita debe tener mucha hambre...
Luna hacía cosquillas en la barriguita de la niña de manera que ésta reía con una tierna risa infantil.
Luego Luna tomó una bata de dormir y levantando a Tali le sacó su blusa para luego vestirla con la bata.
Luna: Con esto estarás más cómoda ya que no rozará con tu colita.
Miriam observó las nalguitas de la niña que aún estaban teñidas de rosa un tanto intenso.
Miriam: Sí, aún están coloraditas por el correctivo.
Luna: Lista...! ¿Qué te parece si ahora bajamos a comer? Hay pasta.
Tali: Siiiiii... Pasta...
La niña comenzó a caminar muy animada pues amaba esa comida.
Luego paró en seco y regresó dando un tierno abrazo a Luna.
Tali: Gracias... Te amo mamá.
Luna al oír que Tali la llamó mamá le correspondió el abrazo sintiendo su corazón palpitar, era un sentimiento indescriptible que la llenó de ilusión, tanta que no pudo evitar que rodara una pequeña lágrima por su mejilla.
Luna: Yo también te amo hija... Yo también te amo....
Fin...
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Bueno, ¿que les pareció el final de La casa de acojida?
Intenté hacerlo un poco más largo, espero que les guste.
Una vez más gracias por su apoyo 😊
Amo sus comentarios y no olviden dejar su ⭐.
Bye....