Iino corría por los pasillos apesar de que al ser integrante del comité de moral pública ella era consciente que estaba prohibido hacerlo, sus lágrimas salían de sus ojos como si se tratase de una fuente, sus ojos rojos e hinchados no le impidieron ver a la persona con la que estaba apunto de chocar. Tanto Iino como la otra chica cayeron al suelo, una frente a la otra.
La bajita hizo un gesto de dolor antes de disculparse.
Miko: Lo siento no vi hacia donde iba, en verdad disculpe.-dijo sin ver a la chica que también se encontraba en el suelo.
??????: ¿Miko-chan?.-contesto confusa.
Iino reconoció la voz apacible de la chica que estaba frente a ella, era Osaragi Kobachi, su amiga, en ese instante Iino no pudo seguir conteniendose, sus mejillas se tornaron carmesí y sus lágrimas se derramaron. Esto dejo más que sorprendida a Kobachi.
Osaragi: ¡¡¿¿¿Miko-chan???!!.-exclamó perpleja.
Kobachi se levantó del suelo y con ella también a Miko, la llevo hasta el salón del comité de moral pública, la castaña aún lloraba y su amiga le consolaba hasta que estuvo lo suficientemente tranquila para contarle lo sucedido, Koba sólo escucho atenta mientras Miko relataba poco a poco lo que había ocurrido con los integrantes del consejo estudiantil.
Osaragi: Estoy segura que ninguno de ellos dijo eso como burla ni nada parecido, no deberías de ser tan dura Miko-chan.-decía dándole una servilleta.
Miko: Tú mejor que nadie me conoce Koba-chan, no sólo eso, tú eras la única que sabia de la existencia de esa nota y de la sutera, confíe en ellos.-bajo la mirada al decirlo.
Osaragi: ¿Sabes que es lo que pienso Miko-chan?, Pienso que ellos en verdad te aprecian y sólo quieren lo mejor para ti.-contesto acomodando sus lentes.
Entonces Iino levantó la mirada y contempló a Kobachi.
Miko: Ve al grano Koba-chan.-respondio mirándola a los ojos.
Osaragi: Creo que es hora que dejes de vivir en esa fantasía y de deshagas de esa cosa.-apunto al libro que Iino sostenía.
Iino miro el libro y el valioso tesoro que contenía.
Osaragi: Vivir esperanzada a esa cosa no te puede traer nada bueno Miko-chan.-intento acercar su mano a la de Miko pero esta la separo rápidamente.
Osaragi: ¿Miko-chan?.-su confusión se disparó nuevamente.
La castaña se levantó del asiento y salió del aula.
Miko: Koba-chan.......idiota....-dijo antes de salir.
Osaragi:...................Miko-chan.......-la despidió susurrando su nombre.
Miko estaba sentada en el jardín de la escuela cerca de una árbol de Sakura, miraba las verdes hojas y supo que la primavera aún estaba lejos, cerro el libro que sostenía entre sus manos y deslizó el marcapáginas, el blanco de la flor de sutera era tan puro como el amor que ella afirmaba este representaba pero.......
Miko: ¿Quien............p-podría.............?.-suspiro al decirlo.
La duda parecía un brote que estaba creciendo en su corazón, recordó las palabras de sus amigos y compañeros del consejo estudiantil, "en serio ¿Puedes simplemente amar ha alguien a quién ni siquiera has visto su cara?".
En ese momento solo pudo sentir indignación pero al estar calmada y serena por primera vez la duda había calado muy profundo en ella..........Miko Iino....la chica que jamás se rinde......no..... Miko Iino era la chica que había sido salvada por una persona desconocida a tal punto que creía firmemente que este era el acto de amor más puro que existía pero.....en este nuevo punto su corazón estaba lo suficientemente confuso como para empezar a cuestionar su propio razonamiento e ideales, entonces.......¿Quien pudo haber sido....? Ella reconocía que tanto como la justicia como el amor verdadero no demanda compensación pero aún así se preguntaba por que esa persona nunca intento llegar a ella........si,......eso empezó a calar mucho más profundo.....Y si esa persona realmente se preocupaba por ella....entonces ¿por qué.......?...................¿Por que ella seguía estando sola.....?.
El rostro de Iino se tornó rojo al reaccionar ante sus propios pensamientos, ¿Por que de repente había pensado en esas cosas? Hizo una mueca y apretó sus puños al punto de poner sus dedos blancos, sus ojos estaban llorosos.
Miko: .............soy....una......mala chica.......soy egoísta......-susurro en voz baja.
La luz de la tarde empapó a Iino y al árbol de Sakura que era su único testigo.
En la sala del comité de moral pública se encontraba únicamente Kobachi, estaba sentada apoyada en el escritorio hojeando una revista, tenía tantas ganas de ir tras Iino, su amiga, pero también sabia que ella debía ser independiente; ella no estaría toda la vida con Iino aunque le doliera admitirlo, odiaba saber que algún día ambas se distanciarian y odiaba más saber que su amiga estaba sufriendo sin embargo tenía que reprimir sus instintos para no correr detrás de ella, Miko tenía que ser fuerte y superar esta adversidad por ella misma.
Iino caminaba por los largos pasillos, ese día no había ido al comité, mayormente por que se sentía apenada con Koba-chan y por que aún no se sentía en óptimas condiciones sin embargo eso no debía ser un pretexto para evitar su trabajo se dijo así misma. La tenue luz iluminaba los salones vacíos, sólo el ruido de las zapatillas de Iino destacaban ante el penumbral silencio ni siquiera las cigarras hacían ruido apesar de haber sido un día caluroso, un delicado sudor corrió por la frente de Iino, ella estaba tan distraída que ni siquiera lo notó; abrió la primera puerta para cerciorarse que no había nadie pero para su suerte ahí estaba un chico de largo cabello azuludalo y de expresión seria, este encuentro fortuito era la gota que derramaba el vaso.
Ishigami Yu estaba sentado sobre el escritorio del profesor, sus dedos se deslizaban por los botones y el joystick de su consola portátil, los audífonos evitaban oír cualquier sonido proveniente del exterior pero al estar sentado mirando hacia la puerta le fue imposible toparse con la bajita castaña que acababa de entrar. Los ojos de ambos se observaron pero no dijeron absolutamente nada, Yu libero una de sus orejas para poder oír cualquier cosa que le fuera decir la integrante del comité de moral pública sin mucho éxito ya que está no abrió la boca para nada, los segundos transcurrieron hasta que el decidió hablar.
Ishigami: Mmmm....eres tú.-hablo por lo bajo.
Iino soltó un suspiro resignado.
Miko: Hoy no tengo ganas de discutir contigo Ishigami, así que tampoco pienso decirte nada sobre esa cosa que te he dicho cientos de veces que no traigas.-puso su mano en su cien.
Ishigami: Ya veo......luces horrible.-dijo indiferente.
Miko: Decirle horrible a una chica en su propia cara, en verdad eres asqueroso.-recrimino.
Ishigami: Por supuesto, por eso soy Ishigami Yu, en fin, ya te puedes ir.-decia mientras movía su mano como si espantara a un insecto.
Una vena de ira se marcó en el semblante de la bajita.
Miko: Como si alguien quisiera estar en la misma habitación que tú, tonto.-respondio enfurecida.
Eso irritó un poco a Yu.
Ishigami: ¡Ah! El burro hablando de orejas.-contraresto el comentario de Iino.
La vena de Iino se marcó aún más.
Miko: Si que eres grosero, primero diciendome horrible y ahora burro, soy la mejor estudiante de primer año, el único burro aquí eres tú.-señalo con su dedo.
Yu se levantó del escritorio, pauso su consola y se dirigió hacia Iino mientras sacaba algo de su bolsa, Miko de repente se sintió amenazada y sintió la necesidad de hacer algo pero cuando reaccionó ya era demasiado tarde. Lo único que pudo hacer fue cerrar los ojos lista para gritar por ayuda cuando sintió algo topar con su frente, instintivamente llevo sus manos hasta ella; era un pañuelo.
Ishigami: Luces horrible, límpiate el sudor, estuvo haciendo mucha calor hoy.-hizo a un lado a Miko y salió del aula.
Iino estaba sorprendida y confusa, miro el pañuelo antes de poder decir algo.
Miko: Puaj.....debe de tener tu sudor, ¡Que asco!, ¿Que se supone que haga con esto?.-recrimino al chico que se encontraba de espalda con su lento caminar.
Ishigami: Puedes tirarlo si quieres.-dijo sin detenerse y sin voltear a ver.
Iino se quedó ahí mismo sin mover ni un músculo.
Miko:.............tonto....como si pudiera ser tan cruel para hacer algo como eso.....-apreto su puño junto al pañuelo.
La tarde cayó, Iino soltó un suspiro como si todas sus preocupaciones fueran expulsadas de ella, miro hacia adónde se había desvanecido Yu, miro el pañuelo y se dirigió en dirección contraria.
Espero que les haya gustado, se que va algo lento pero para los ya han visto mis trabajos saben que me gusta profundizar lo más que pueda las historias, pido disculpas a todos los queridos lectores que hayan esperado tanto tiempo para la actualización, el trabajo extra y la universidad no son una buena combinación y si a eso le sumamos las tras nochadas pues creo que ustedes entenderán, sólo les pido algo de paciencia
Un saludo en especial para estos dos queridos lectores:
Jelly4315
CrisUnU
Gracias por apoyo constante, espero poder seguir contando con el más adelante, este capítulo fue posible gracias a ustedes, muchísimas gracias, su amigo Akairo1093.
Voten y opinen, nos vemos en la próxima.
Kaguya-sama love is war no me pertenece todo el crédito es para akasaka aka.