Acabe de cenar, con un Muichiro mirándome preocupado, ya había anochecido y estaba muriendo de sueño.
—Gracias por la comida...— le dije cansada a la señora Tokito.
—Descuida cielo, puedes ir a descansar.— sonrió agarrando mi plato vacío para ir a lavarlo.
Me estire un poco y me levanté, Muichiro imitó mi acción de manera rápida.
—Iré a dormir ya Muichiro, ¿vienes conmigo?
Él soltó un gran bostezo mientras asentía.
No era muy tarde, pero aún así estaba cansada. Al llegar a la pequeña pero acogedora habitación noté como Yuichiro ya estaba acostado, mirando el techo usando sus brazos como almohada.
—Hola y buenas noches Yuichiro, Muichiro.— empecé a acomodarme en el futón que había para mi, despidiéndome de ambos gemelos para no ser grosera.
Cuando ya estaba lista para dormir escuchaba la pequeña discusión que tenían los pelinegros, sin embargo no le tome mucha importancia porque me quedé dormida rápidamente.
—¡____ es genial!— exclamó Muichiro que estaba a mi lado, con su gemelo acompañado.
Me aparté un poco cuando el árbol comenzaba a caer, limpié el poco sudor que bajaba por mi frente y le devolví el hacha al padre de Muichiro.
—_-____, tienes... mucha fuerza.— me dijo el mayor de los tres mirando el árbol en el suelo.
—No es nada, ehh, supongo que entrenamiento duro ¿no?— respondí algo avergonzada, hasta Yuichiro me miro sorprendido.
Ya habían pasado varios días desde que llegue, no quería ser un completo estorbo aquí y les ofrezco ayuda cortando árboles para su venta de leña, en una semana acabaría de entrenar aquí y el tiempo se me paso demasiado rápido siendo sincera.
Muichiro y Yuichiro empezaron a ayudar con la leña y su padre me acarició la cabeza suavemente.
—¡Buen trabajo!— dijo con una sonrisa, yo sentí mis mejillas calientes y asentí. Aún no me acostumbraba a las muestras de afecto, tanto del padre, como de la madre de los gemelos.
—Papá, Muichiro y yo ya tenemos suficiente leña para llevar.— acotó Yuichiro con una gran cantidad de madera en su espalda, al igual que Muichiro.
—Mm...— su padre miró lo que quedaba de leña, ellos solo podían llevar en su espalda lo que podían, y aún quedaba algo más. —Creo que... tendré que volver para recoger lo que falta.
Los miraba discutir sin decir nada, lo que quedaba no era mucho.
—Señor, yo puedo llevar lo que falta.
—¿Estas segura?, pesa un poco.
—Si, después de esto debo continuar entrenando, y esto me sirve de calentamiento.
—Si en un momento ya no puedes con el peso, solo dímelo, ¿si?
—Bien.
Comenzábamos a caminar de vuelta a casa, el lugar era un sitio bastante tranquilo para vivir, por el camino había uno que otro árbol cortado, además de que, en el tiempo que llevo aquí, no e visto algún demonio cerca, podría decirse que es seguro.
Llegamos a su hogar sin inconvenientes, el padre de los gemelos me preguntaba de vez en cuando si estaba bien, pero aparte de eso, no hubo problemas. Deje las maderas en el suelo y me estire un poco.
—Debo ir a entrenar ahora.
—Oh, espera ____.— el mayor me habló justo cuando empecé a caminar, entonces pare mi paso. —Mi esposa al parecer tiene un regalo para ti, ¿por qué no vas a verla?
Parpadeé varias veces confundida. —Claro... ahora voy.
—¡Yo te acompaño!
Abrí la puerta con Muichiro detrás de mi, caminé hasta la habitación de ambos padres tocando la puerta varias veces, escuchaba como Muichiro se reía suavemente emocionado.
—Con permiso.— susurre antes de abrir después de escuchar un suave pase.
—____, bienvenida, ¿cómo les fue?— preguntó de manera amable la mayor.
—Bastante bien, conseguimos bastante leña.— respondí con una pequeña sonrisa.
—¡Mamá, vamos! ¡Enséñale lo que le hicimos!— exclamó Muichiro a mi lado.
Su madre río y asintió.
—Pequeña ____, Mui-chan y yo te hicimos un haori, un poco mas grande de tu talla para que puedas usarlo durante mucho tiempo.— ella me mostró la prenda de ropa perfectamente doblada en su regazo.
—¿Para mi?... ¿cuanto dinero sería?
—No seas tonta ____.— dijo él de ojos menta, golpeando suavemente mi hombro. —¡Es un regalo! ¡Papá siempre dice que hay que ser amables con las personas que quieres! ¡Y mamá y yo te queremos!
Lo mire sin poder entender lo que decía en realidad, ¿me quieren? ¿aunque solo nos conozcamos por un poco menos de un mes?
Sonreí demasiado, como nunca antes y me acerqué un poco a la señora Tokito.
—¡Muchas gracias por su regalo! ¡Realmente le daré un buen uso, gracias!— extendí mis manos para que ella dejará la ropa en estas.
Lo hizo con una sonrisa. —Te diré un secreto,— me habló en voz baja. —en realidad fue Muichiro quien me dió la idea, él quería hacerlo solo pero no sabía coser, entonces me vino a pedir ayuda.
Apreté ligeramente la tela sobre mi pecho, sentía una extraña sensación de calor hacía este.
—...muchas gracias.
Ella acarició mi cabeza de forma cariñosa mientras Muichiro me abrazaba.
Pasamos un agradable rato hablando, su madre nos preguntaba varias cosas sobre como nos iba, Muichiro de ves en cuando también preguntaba sobre mi, mis gustos, color favorito, comida favorita, mi cumpleaños, cosas que... nadie me había preguntado antes, era raro pero se sentía bien. Pronto sin darme cuenta había pasado la mañana, lo supe porque tanto como Muichiro y yo, nos dio algo de hambre, por lo que su madre fue a la cocina a ayudar a su padre con el almuerzo.
—Olvide por completo el entrenamiento.— dije algo triste, papá confía en mi y me dejo aquí pensando que estoy entrenando... y estoy hablando con Muichiro sobre si las nubes sabrían dulces o saladas, o si tuvieran algún sabor en especial.
—____, ¿por qué entrenas? estamos muy pequeños para eso, papá nunca me dejaría solo en un sitio que no conozco...
—Es algo así como una tradición en mi familia. ¿Quieres saber un secreto de mi familia?— pregunté mientras miraba a todas partes asegurándome que no había nadie.
—¡Si! ¡Prometo que no diré nada!— alzo su dedo meñique hacia mi, mirándome serio, yo imité su acción a pesar de que no entendía lo que hacíamos en realidad. —¡Promesa del meñique! ¡Si no la cumplimos nuestro meñique desaparecerá!
Agarre mi meñique con mi otra mano. —A mi me gusta mucho mi meñique, no quiero perderlo.
—No lo harás, no diré nada.— me mostró una sonrisa, cuando la vi por alguna razón sentí que hablaba muy en serio.
—Mi familia es... muy peculiar. Podría decir que mi nacimiento desde el inicio fue un error...
—¡Claro que no! ¡Si dices eso de nuevo voy a...— dejo de hablar un momento pensando algo. —a decirle a Yuichiro que te moleste!
—No voy a hacer eso.— dijo de la nada Yuichiro que pasaba por la puerta para ir al comedor.
Reí un poco.
—E-entonces... ¡no voy a hablarte durante una hora!...
—¿Enserio harías eso?
Él me miro apenado. —No... me caes muy bien.
Reí otra vez, realmente Muichiro es muy... es parecido a su padre. —El punto es que, en mi familia siempre nace un niño, que se convertirá en la próxima cabeza de la familia, eso paso con papá, el abuelo, y varios más, pero... bueno, esta vez nací yo.
—¿Y que tiene que seas niña? Yo creo que puedes ser igual o más genial que tu papá o tu abuelo.
El pequeño bajón que tuve desapareció al momento de escucharlo. —¿Tú crees que pueda lograrlo?
—¡Si!— se paró y colocó una de sus manos en la cintura y la otra apuntando al cielo. —¡Llegará el día en que seas la mas conocida en Japón por ser la mejor de tu familia!
Yo de igual manera me levanté del suelo y le di un pequeño empujón. —No exageres tanto Muichiro.
—Y yo estaré allí para apoyarte.— respondió agarrando mi mano que estaba en su hombro.
Nos quedamos mirando por un segundo, hasta que llego Yuichiro.
—Oigan debemos...— empezó a hablar algo malhumorado pero fue bajando su tono al vernos. —ir a comer... ya esta lista la comida, perdón si... ¿interrumpo algo?— preguntó confundido al final.
—Nop, para nada.— respondió Muichiro acercándose a su hermano. —¡Vamos a comer, tengo hambre!
—¿Vamos ____?
—Si, ahora los alcanzó.
Ellos asintieron a la vez, uno mirándome con una sonrisa y otro mirándome aún algo confundido, para seguidamente salir de la habitación mientras hablaban de cosas triviales.
Agarre mi ahora nuevo haori, lo desdoble con cuidado y sonreí para ponermelo.
—Es ligero y cómodo, me gusta mucho.— dije para mi misma, empecé a ir al comedor, escuchando como discutían amigablemente los gemelos.
—EHHH, HOY SALIÓ EL AFTER ENDING DE MI ESPOSO SAERAN :( —mystic messenger por si no lo conocen— y como estuve ahorrando relojes para este momento me envicie ahre.
Eso es un pequeño problema, ya que esta semana llevaba escribiendo capítulos constantemente, a tal punto que escribía un capítulo al día, pero HEHSHEH eso acabó hoy, esta semana me daré un tiempo para jugar mystic messenger 👉👈
Igual no se preocupen, seguiré publicando los capítulos ya escritos luego de editarlos un poco, actualizo los días pares por si les interesa.
Hoy también sale el último capítulo de Haikyuu:( así que este viernes esta lleno de cositas a.
Esperó les haya gustado el cap, en el próximo acaba la etapa de los niños chikitos, y ya luego comienza el anime y blabla.