~ 8 años después ~
Estaba desnudo con una bata de baño que lo cubría, notablemente enojado. Sus ojos parecían desprender llamas de fuego con las que quemaría a la primera persona que se le atravesara.
Mientras caminaba por un pasillo, se encontró con Nari, quien iba en dirección opuesta.
- ¡Oh, su majestad! - Exclamó alterada.
- Ya te he dicho que me llames...Jungkook. - Intentó calmarse un poco para que su tono de voz no fuese tan agresivo.
- Di-disculpe... - Levantó su cabeza para únicamente poder observar el techo - ¿Qué ha-hace vestido a-así? -
- Es que me estaba bañando y...espera...¡AHÍ ESTAS! - Y nuevamente emprendió carrera, dejando a una Nari muy confundida.
Había llegado al jardín. Estaban en primavera así que los colores vibrantes de las flores abundaban, y, aunque generalmente al estar allí se relajaba, en ese momento seguía muy molesto.
Estaba apunto de subir dos escalones para poder entrar al lugar verde, cuando sintió un brazo que lo tomaba fuertemente de la cintura y lo jalaba.
- ¿Qué haces así, Jungkook? - Le susurró junto a su oreja.
- Ahora no, Taehyung. - El nombrado no lo podía ver, pero Jungkook tenía el entrecejo muy fruncido y los labios muy apretados, demostrando su molestia.
- Vamos, ¿Estás en bata para mí? - Plantó un beso justo debajo del lóbulo de su oreja.
- Que no y ¡Ah, te encontré! - En un abrir y cerrar de ojos, el pelinegro se había zafado del agarre del menor, y ahora entre sus brazos tenía a un pequeño niño, quien tenía un envase en su mano.
- ¿Pero qué...? - Inquirió con confusión. Pensó que su marido estaba así para esperarlo a él, después de trabajar.
- Resulta que nuestro querido WooChong tomó el shampoo del baño, y yo me estaba apunto de bañar. - Explicó mientras bajaba los escalones reteniendo al chico como una camisa de fuerza.
- Ouh...bueno, muy mal Woo. - Lo tomó de la mejilla y le dió un beso en su frente. Jungkook rodó los ojos.
Taehyung podía ser muy buen padre, pero era tan bueno que ni siquiera podía retar a su hijo. Incluso cuando le decía que había hecho algo mal, parecía estarlo felicitando.
- Tae, hoy vendrán Jimin, Hoseok y Seokjin a visitarnos a mi y a WooChong, aunque más a Woo, lo extrañan. - Le informó mientras se dirigían a la habitación.
- Bien, pero recuerda la tradición. - Recordó, el pelinegro asintió.
En ese momento se separaron, así el castaño dejó solo a su marido para que pudiese arreglarse con tranquilidad.
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Escuchó como golpeaban sutilmente la puerta, por lo que dejó el peine con el que estaba peinado a su hijo ya bañado y cambiado, para ir a abrir.
- ¡Hola! - Saludó enérgicamente el más bajito.
- Hola Jimin, hola chicos, pasen. - Se movió un poco dejando espacio para que sus invitados pudiesen pasar a la habitación.
- ¡Hola precioso WooChong-ie! - El pequeño niño corrió hacia Seokjin, quien lo tomó en brazos y lo alzó para hacerle muchos mimos, a la par que Hoseok y Jimin se acercaban para lo mismo.
- Oigan, ¿Ustedes se pueden quedar solos un momento? No es mucho tiempo. - Les preguntó Jungkook, parado enfrente del espejo terminando de arreglarse.
- Claro, ¿Por qué preguntas? - Inquirió Seokjin mientras le pasaba el niño a Hoseok.
- Hoy es el día de la tradición, y tenemos que ir Taehyung, WooChong, Nari, Yoonki y yo. - Les explicó, a lo que su amigo asintió rápidamente, comprendiendo de lo que hablaba.
- Oh, cierto. Claro que nos podemos quedar solos. - Está vez fue Jimin el que habló.
- Muchas gracias. Les prometo que volveré más rápido de lo que piensan, y podremos cenar todos juntos. - Se acercó a Hoseok y tomó a su hijo en brazos.
Luego se despidió de sus tres amigos y se dirigió a la salida del palacio, donde ya lo estaban esperando autos de la Guardia Real.
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Llegaron a ese lugar que para algunos podría ser tétrico o doloroso, pero para ellos no. Parecía más un lugar pacífico.
Los cinco se acercaron. Nari y Yoonki entrelazando sus brazos, intentando estar muy pegadas para mantener una fricción que caliente un poco su cuerpo, puesto que la temperatura bajaba bastante en las tardes, y aún más mientras se oscurecía. Taehyung llevaba en brazos a su hijo, manteniéndolo en el centro de él y Jungkook, para que no sintiera frío.
Poco a poco, recorrieron aquel pequeño trayecto que ya se les hacía, hasta rutinario, ya que lo hacían los terceros sábados de todos los meses, hace ocho años.
Llegaron a la lápida tallada, donde cortaron un semicirculo a su alrededor.
Chong Soowin
(1935 - 2027)
Jefa de la Secretaría de
la Corte Real.
Honor, respeto y lealtad.
- Buenos días jefa Chong, hoy el Reino estuvo demasiado tranquilo, hasta aburrido se podría decir. Tuve trabajos como Rey, pero muy pocos, hasta me asustó un poco. - El castaño fue el primero en hablar, contándole como iba el Reino de Corea.
Hace un año y algunos meses, la jefa Chong, con su nombre completo, Chong Soowin, había fallecido por causas naturales. Con sus 92 años, no había, ni aunque se lo pidieran, parado de trabajar, a ella realmente le encantaba lo que hacía, aunque era muy común verla quejándose constantemente, era muy feliz.
Por esta razón, al morirse, en su testamento dejó muy claras las peticiones, y una de ellas era que tomaran un día al más, los dos Reyes, si quería, el pequeño WooChong (Con su nombre puesto en honor a ella), Nari, parte más controladora del palacio y Yoonki, parte más administrativa, de está manera, siempre estaría al tanto de todo, incluso luego de ya no estar allí presente.
- ...entonces Weng Bin y Sang Tian se terminaron enamorando. Nana Chong, ahora quiero aprender a jugar hockey sobre hielo y poder ser tan bueno como ellos. - WooChong, quién apenas tenía cinco años pero ya sabía hablar bastante fluido y entender muchas cosas, concluyó con su relato del drama que había terminado de ver con sus padres, ya que eso hacían cuando tenían, aunque sea el mínimo tiempo libre.
Woo tenía apenas cuatro años cuando la señora Chong falleció, por ello, la palabra más fácil de pronunciar para el era "Nana", y aunque podía sonar irrespetuoso, la jefa le dejó llamarla así, ya que le parecía muy cariñoso. Desde un principio habían sido muy unidos, como si ella fuese su abuela biológica.
- ...pero los comercios siguen en pie y en muy buen estado, así que no hay que preocuparse por la economía. Muchas gracias, adiós. - Yoonki reverenció al terminar su parte, luego todos volvieron a los vehículos.
Al pasar de los tiempos el aura luego de la despedida con la señora Chong había cambiado. Al principio, poco después de su muerte, era todo muy tenso e intranquilo, pero actualmente era mucho más sereno y pacífico. Habían aprendido a superar poco a poco, el ya no tener a esa persona tan especial, esa persona que le daba consejos con mucha sabiduría, esa persona que los cuidaba día a día. Aunque había costado, pudieron aprender a vivir sin ella físicamente, pero sí de otra forma.
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Al llegar se encontraron en la entrada del palacio con Namjoon y Yoongi, por lo que entraron todos juntos al establecimiento.
Jungkook y sus dos amigos iban un poco más atrás que los demás.
- Es tan bonito. - Dijo Yoongi mientras Namjoon le pasaba a WooChong.
- ¿Qué? Me lo repites por favor, creo que escuché mal. - Jungkook rió al ver la expresión de su amigo - Perdona, pero es que nunca te gustaron los niños, ¿Qué te sucedió ahora? - Cambió su expresión a una más confusa, al igual que Namjoon.
- Es que...estoy intentando encariñarme más con ellos...Jinnie...Seokjinnie habla mucho de ropa para niños, juguetes para niños, comida para niños, que es algo obvio que...el quiere dar ese paso... - Terminó de explicar.
Sonrió al sentir como el pequeño Woo tomaba uno de sus largos y refinados dedos, y lo apretaba con su manita. Algo se removió dentro de Yoongi, sintiendo un sentimiento extraño pero acogedor.
- Yoon...deberían hablar sobre ello, yo pienso que serían muy buenos padres. - Lo apoyó , pasado su brazos por detrás de los hombros de Jungkook para llegar con su mano al del pálido, y brindarle su apoyo.
- Pienso lo mismo. Tal vez antes no estabas preparado, pero ahora sí. - Tomó a su hijo de los brazos de su amigo al llegar a la puerta del gran comedor.
- ¡Por fin! ¿Cómo te atreves a ser el último en llegar? - Le reprochó Hoseok a Yoongi - Jin dijo que no comería hasta que tú llegases, y por alguna extraña razón, ¡Yoonki también!, así que no pudimos comer. - Hizo un puchero, y Jimin lo consoló.
- Ya, ya estoy aquí. Ahora, ¡Comamos! - Se sentó junto con su novio y Namjoon a la par. Mientras que Jungkook rodeó la mesa y se sentó al lado de Taehyung, apoyando a WooChong junto suyo.
Y, como sucedía algunas veces al mes, comenzaron con una cena amena y divertida. Con carcajadas de por medio, se la pasaban genial, como una bella familia. Ellos 10, ya que Nari y Yoonki también se habían vuelto parte de ese gran grupo.
Aunque a Jungkook le faltasen esas dos personas que tanto extrañaba, ya tenía a más que podían llenar ese pequeño vacío que había estado allí por mucho tiempo.
Una vez mi hermana me dijo que su materia favorita era la filosofía, la mía era lengua o letra, y madre era profesora, así que yo simplemente junté todo eso, y lo convertí en mi profesión - Jungkook explicándole a Taehyung hace años, por qué había escogido la carrera de la licenciatura en filosofía y letra.
Todo lo bueno se acaba.
Y esta historia, lo hizo.
[Capítulo sin revisión]
Con mucho amor <3
Atte ; {℘;℘}