Al llegar todos los ciudadanos a Lioness, todos empezaron a reencontrarse con sus familias, el rey rápidamente se enteró del suceso y de la llegada de los pecados capitales a la ciudad. Por lo que les armo una gran bienvenida.
- Stella...- Elizabeth movía a la chica para que despertara- Stella- volvió a susurrar hasta que la chica fue lentamente abriendo los ojos.
- Q-que... ha pasado...?- preguntó la chica mientras se sentaba en la cama, rápidamente abre los ojos con fuerza- MERLIN!- gritó al darse cuenta que fue dormida por la maga pero se tranquiliza al apretar la mano y sentir otra, en ese momento se da cuenta que estaba acompañada.
- Tranquila- dijo Elizabeth cuando la chica posó su vista en ella- lo hizo por tu bien- dijo, y recibió un abrazo de parte de la rubia.
- C-cuando?- preguntó.
- Llegue hace una hora- dijo Elizabeth acariciando el pelo de la chica- contando esa, has estado durmiendo 4 horas, si es lo que quiere preguntar- dijo.
Ambas se separaron y se miraron con una sonrisa en el rostro.
- Donde estamos?- preguntó Stella al bajar hacia el primer piso junto a Elizabeth.
- Llegamos a Lioness- dijo Diane apareciendo en el primer piso- dormiste bien Stella.
La chica solo la miró para luego cruzarse de brazos.
- Dejaste que Merlin me durmiera Diane?!- dijo la chica gritando mientras zarandeaba a la castaña.
- No sabia que lo iba a hacer- decía Diane mientras era zarandeada por la más pequeña.
- Aún así me dejaste dormir!!!- le gritó.
- Ahhhh!!- gritó Diane por eso con pequeñas lágrimas en los ojos- persóname Stella!!- gritó con sudor en la frente.
- Esta bien- dijo la chica soltando a la castaña. Esta le dio gracias a los cielos por haber sido soltada por Stella. La mejor se colocó su largo pelo rubio en una coleta la cual dejaba a la vista su mechón plateado.
- Oh, te recogiste el pelo- dijo King llegando al lado de las chicas- es raro que lo hagas.
- Lo se- rio un poco- entonces... vamos al castillo?- preguntó a los presentes.
- Vamos- dijo Merlin apareciendo y teletransportando a todos.
Todos llegaron al castillo mientras el rey los presentaba, caminaban por el gran salón mientras los caballeros y ciudadanos presentes aplaudían por ellos.
- Los siete pecados capitales... y mi hija- dijo el rey- hicieron bien en rescatar a los rehenes. Pero veo que algunos miembros no están.- dijo hablando de Meliodas, Ban y Gowther- donde está Meliodas?- preguntó.
- Sobre eso- Elizabeth es interrumpida por Merlin.
- Gowther fue herido drásticamente y aún está bajo tratamiento- explicó- El Capitan y Ban tenían unos asuntos que atender, así que están por su cuenta-
- Ya veo- dijo el rey Baltra, dijo su vista en Elizabeth dándose cuenta de sus ojos- Elizabeth... tus ojos...- dijo sorprendido al ver la marca de las diosas en estos.
- Padre, hay algo que debo hablar contigo más tarde- le dijo Elizabeth
- Bien- dijo este.
Un guardia se acerca a ellos corriendo.
- Majestad- llama la atención del rey
- Y ahora que?- preguntó con un poco de fastidio.
- Gilthunder ha regresado! Y la princesa Margaret esta con el- dijo el guardia
Al minuto de haber anunciado la llegada de los nombrados estos aparecen en el salón bajo la atenta mirada de los presentes.
- Su majestad, le he causado tantos problemas- dijo Gilthunder llegando al frente del rey.
- Ni una palabra más- le pide con una sonrisa- todo lo que importa es que estés a salvo- dijo Baltra
Elizabeth al ver a Margaret junto a un hombre y lo que parecía ser un pequeño niño músico, frunce el ceño, Stella se da cuenta de esta acción y gira a verlos a los tres, analizándolos.
- Margaret?- preguntó Baltra viendo a su hija mayor- esas personas detrás de ti, son nuevos sirvientes?- preguntó, Elizabeth se coloca en frente de su padre.
- No lo son, padre- dijo la princesa- esa no es Margaret-
Al Elizabeth decir eso, Stella no pudo evitar sentir el poder emanante de Margaret y los otros dos, sin quererlo en ambos de sus ojos aparece la marca de las diosas. Stella se da cuenta de esto y frunce el ceño sin saber que pasa. Ve atentamente cómo Margaret abre los ojos revelando las mismas marcas más los otros dos a sus lados.
- Elizabeth, de que hablas?- preguntó el rey
- Para ser precisa alguien está controlando el cuerpo de mi hermana- dijo la princesa acercándose al cuerpo de Margaret.
- Pero que tenemos aquí- dijo la princesa Margaret- cuanto tiempo ha pasado, Elizabeth-sama- dijo sonriéndole- vei que la reencarnación eterna impuesta por tu madre aún está activa- dijo acercando más su rostro a la peli plateada
- Son ustedes verdad?- preguntó Elizabeth mirándola a los ojos.
- Enserio esa no es Margaret?- preguntó nuevamente el rey Baltra- entonces, quien eres?-
De Margaret salen dos pares de alas dejando a todos sorprendidos.
- Soy Ludociel de los cuatro arcángeles del clan de las diosas- dijo presentándose.
- Tarmiel, de los cuatro arcángeles- dijo el hombre más alto dejando ver tres pares de alas del mismo tamaño.
- Sariel, de los cuatro arcángeles- dijo el más pequeño dejando ver sus dos pares de alas.
- Tres de los cuatro arcángeles?- preguntó Stella viéndolos con atención.
- Ludociel? Ese miembro desagradable del clan de las diosas?- dijo Diane. Stella saco sus tres pares de alas llegando al lado de Diane la cual estaba en su tamaño normal.
- Desagradable dices?- preguntó la rubia al lado de la gigante y esta última asiente.
- Si, y pensar que se apropiaría de Margaret entre todas las personas- dijo King.
Stella vuelve al suelo aún con sus alas a la vista y se coloca al lado de Elizabeth. Esta por sus alas llama la atención de Ludociel el cual la mira.
- Que tenemos aquí?- preguntó queriendo acercarse a la chica pero Elizabeth se coloca frente a ella no queriendo que Ludociel se le acerque- quién está dentro de ese cuerpo?-
- Como que quien está dentro de mi cuerpo?- preguntó Stella con el ceño fruncido- absolutamente nadie más que yo misma- dijo con obviedad.
- Elizabeth-sama, quien es esta persona?- pregunto Ludociel mirando a la diosa.
- Me preguntas lo que sé que sabes, Ludociel- Elizabeth se encontraba aún frente a Stella, no quería que este se acercase ni un centímetro a su hija.
El arcángel la analiza desde sus tres pares de alas, sus ojos con la marca de las diosas, su pelo rubio con el mechón plateado y la energía demoníaca que también emana de su cuerpo.
- Es parte demonio- dijo con sorpresa mirando a la diosa frente a él, pero volvió a su postura anterior de calma- pensaba que este ser había muerto hace años una vez el clan perdió sus poderes.- dijo Ludociel con una siniestra sonrisa ladina. Stella gira los ojos y lo mira con fastidio.
El arcángel no le producía confianza y menos con lo que escuchó de parte de Diane y King. Baltra aparece nuevamente en la escena.
- Que pretendes hacer con el cuerpo de mi hija?- le pregunta preocupado por el bienestar de su primogénita- devuélvela de inmediato!- le dio la orden.
- Su majestad, tranquilo, en tanto que ludociel habite en ella, la princesa Margaret estará a salvo.- dijo el caballero Hendrickson
- Si pero...- es interrumpido
- Tener a los cuatro arcángeles cuando la guerra sagrada continúe...- Hendrickson es interrumpido
- Hendy! Ven conmigo!- lo llamo el caballero Dreyfus tomándolo del cuello de su camisa.
- Que! Dreyfus!- se quejo empezando a forcejear con el caballero.
Ambos hombres desaparecieron del salón dejando a todos confundidos por tal acción que tomó Dreyfus y el comportamiento de Hendrickson hacia los arcángeles.
- Que les sucede a esos dos?- se preguntó Hawk.
- La Guerra Santa, eso es- empezó a hablar Elizabeth- esa fue la razón por la que viniste aquí, no?- pregunta la chica
- Exacto. Para prepararnos para la feroz batalla en contra de el clan de los demonios, debemos hacer un pacto con el reino de los humanos y usar la fuerza de los caballeros sacros de este reino- explicó el arcángel- como también la de los siete pecados capitales. Se rumorea que han enfrentado al clan de los demonios y han salvado al reino muchas veces.- dijo Ludociel sobre lo que ha escuchado- lo que más me sorprende es que su capitan no es nada menos ni nada más que Meliodas, pero por qué no lo veo aquí?- preguntó
- Eso no te incumbe- le dice Stella fastidiada por este. Elizabeth la reprende con la mirada
- Oh.. entonces al final los traiciono a último momento- asumió Ludociel.
Stella iba a decir algo pero Elizabeth se le adelantó.
- No ha traicionado a nadie! Retira lo dicho!- dijo la diosa mirando al arcángel
Ludociel ríe- no has cambiado nada en todo este tiempo- dijo con burla- es momento de que dejes de vivir en un dulce sueño- le dijo- que mejor prueba, de que mientras hablamos, Meliodas les ordeno a sus hermanos cierto plan?- se acercó más a Elizabeth- El linaje de la oscuridad y la mano guiadora de la luz están destinados a destruirse mutuamente.
Stella aprieta con fuerza sus puños para no propinarle un golpe al arcángel solo por estar en el cuerpo de Margaret.
- Estás equivocado- dijo la chica, la vista de Ludociel vuelve a esta, viendo sus marcas oscuras haciendo presencia.
- Lo dices tu? No me hagas reír- le dice ludociel.
- Stella no- le pide Elizabeth.
- No puedo quedarme callada viendo cómo... este habla mal de Meliodas- dijo frunciendo el ceño.
- Oh cierto tu eres parte Diosa y parte Demonio- Ludociel se acerca hacia la chica apartando a Elizabeth- pero dime, se que tú oscuridad es más fuerte, esta en tu sangre, en cualquier momento podrías perder el control y matarnos a todos- le hablo entre dientes y con el ceño fruncido mirándola directamente a los ojos- lo mejor para todos es que mueras, y no te preocupes, no sentirás absolutamente nada si lo hago yo. Prometo ser rápido.- dijo a punto de sacar su espada pero Stella sostiene con fuerza su mano evitando que este logre su cometido.
- Se de antemano que ustedes me quieren muerta, y con solo escucharte decir "en cualquier momento podrías perder el control y matarnos a todos" - le dijo imitando su voz lo cual hizo reír a muchos- me hace ver claramente el miedo que tienes de mi poder, porque sabes que yo- hizo una pausa dramática acercando un poquitín más su rostro del arcángel- soy más poderosa que tú por el simple hecho de ver mis alas- dijo alejándose de él y dejándolo con el ceño muy fruncido- te ves tranquilo y calmado arcángel Ludociel, hasta que te vez amenazado, trata de disimularlo más.
Stella se iba a marchar del salón ya que no quería permanecer en el mismo lugar que ese arcángel.
- Cuando llegue el momento de la guerra!- el llamo su atención- a cual clan elegirás?! Estoy seguro que- es interrumpido.
- La guerra se divide en dos lados, el bueno y el malo, sin importar clan. No todas las diosas son buenas como no todos los demonios son malos.- dijo y salió del lugar con la suficiente rapidez para ya no escuchar nada que diga el arcángel.
Continuará...