My angel |Nanatsu no Taizai |(Ban y tu)

Cap.25

- A ver si entiendo, Meliodas- hablo Stella viendo al hombre- golpeaste a Ban por qué tardó mucho tiempo en encontrarme?- le dijo levantando una ceja.

- Exacto!- dijo tranquilo desde la barra- ya estás lista para ir a Camelot?- le preguntó a la chica.

- Qué?- preguntó Ban viendo hacia Stella. Esta se encoge de hombros, gracias a los acontecimientos recientes, no se acordaba.

- Es hoy?- preguntó Stella ignorando a Ban y viendo a Meliodas, este asiente- lo había olvidado por completo- dijo rascándose la nuca. Miró a Ban- decidí ir a Camelot para entrenar con Merlin, para controlar la otra parte de mi- Ban se acercó a ella.

- Voy contigo- le dijo tomándola de la cintura. Ella le acarició el rostro.

- Eso quisiera, pero Merlin es muy estricta- rió amargamente- no quiere que tenga distracciones- le dijo y el asintió- pero ve a buscarme en una semana-

- En una semana ya lo lograrás?- preguntó Diane-

- Merlin dijo que con su ayuda me tomaría máximo 3 días, pero extendí más el tiempo, por cualquier cosa- dijo.

Stella se sintió mal durante un segundo, pero al ver que nadie se dió cuenta no le dio mente y fue a arreglar sus cosas con ayuda de Ban. Al rato volvieron a bajar al bar y ahí ya se encontraba Merlin.

- Ya estas lista?- le preguntó la mujer a Stella, ella asintió y se despidió de todos.

- Una semana- le dijo Ban dejándole un beso en la frente.

- Solo una- dijo Stella y desapareció junto con Merlin.

Todos se quedaron un segundo quietos hasta que se colocaron a trabajar en el bar.
Stella y Merlin llegaron a Camelot en cuestión de segundos.

- Entonces Ban y tu?- le preguntó Merlin, Stella se sonrojo por esto- no te preocupes, tu secreto está a salvo conmigo, pequeña- le dijo a Stella - Entonces quieres quitar el alma del hada que se te introdujo?- le preguntó a lo que asintió.

- Si. Quiero que ella se sienta en paz, mientras esté en mi no lo lograra.- le respondió

- Pero sabes que si lo haces tú parte demoniaca, la cual es más fuerte, será totalmente liberada.- le dijo, Stella mantuvo su semblante serio.

- Tengo eso claro- dijo Stella recordando porque le colocaron el alma de Elaine- por eso me iré lejos durante un tiempo.

- Pero le dijiste a Ban que viniera a buscarte.- le dijo Merlin.

- Tu irás con ellos pronto, tú les dirás todo- le dijo mirándola a los ojos, Merlin sonríe de lado.

- Bien. Vamos a empezar.- tronó sus dedos para transportarnos a otro lugar- Perfect Cube.- dijo extendiendo su mano hacia Stella- el hechizo no es simple, y puede llegar a matarte ya que estoy dividiendo tu alma, no es la primera vez que lo hago, así que tienes suerte.- le explicó Merlin mientras Stella se encontraba dentro del Perfect Cube- Te dolerá.

- Bien- le dijo Stella- Estoy lista, Merlin.- en ese momento Merlin empezó a recitar el hechizo, el cielo sobre ambas mujeres se empezó a oscurecer y el viento soplaba con fuerza el lugar.

Stella aún no sentía nada, pero de pronto sintió una fuerte presión en su pecho, lo tocó con fuerza, después por su cuerpo sintió como se quemaba por dentro, cada rincón de su cuerpo se sentía caliente como si le hubiesen introducido lava. Stella cayó al suelo gritando de dolor con todas sus fuerzas, se empezó a halar su cabello aún sintiendo el dolor que recorría cada rincón de su ser.

Merlin desde afuera veía lo que pasaba, entonces algo empezó a despegarse del cuerpo de Stella, respirando entrecortadamente Stella miró hacia arriba desde el piso, el sudor rodaba por su frente y por los bordes de su boca se podía ver saliva.

- Stella?- preguntó una voz- Por qué?- le preguntó la chica.

- Tenia... q-que hacerlo... Elaine. L-Lo... siento.- dijo entrecortadamente, intentando recuperar el aliento.

- Stella! No! Tú estás...!- Elaine se desvaneció en el aire sin poder terminar lo que decía.

Stella cerró los ojos, sentía su corazón latir fuertemente, miró al cielo.

- Es libre- dijo recostada en el suelo y de su cuerpo salió con fuerza una fuerte energía oscura.

En otro lugar.

Meliodas y los otros se encontraban buscando a Hawk, el cual por ser pequeño, no se dieron cuenta cuando desapareció, así que lo estaban buscando.

Todos se detuvieron en seco al sentir ese poder oscuro que llegaba desde muy lejos, nadie se movió por más de un minuto ya que este no se detenía ni por un segundo.

- Qué es esto?- preguntó King, viendo cómo Howzer y Diane estaban igual que el.

- Me siento desesperada- respondió Diane mientras temblaba.

- Este poder...- habló Meliodas en otro lado- es ella.

- Ella?- preguntó Elizabeth.

- Stella- Meliodas frunció el ceño- qué hiciste?- preguntó mirando al cielo con melancolía.

Volvieron al bar y ahí se encontraba Hawk comiendo de las sobras de Ban, Meliodas lo capturó, ganando el reto que el mismo había hecho. El poder había desaparecido hace unos momentos y ninguno habló de eso.

Meliodas llevó a Elizabeth devuelta al castillo, y mientras se dirigía al bar fue a visitar a la trompeta de Cernunnos.

- Así que estás aquí, Meliodas- hablo la Diosa- la mató, pero aún así ella logró sobrevivir.

- Hola! Tiempo sin verte- le respondió Meliodas-

- No envejeciste nada desde la ultima vez que te vi hace 3000 años. Impresionante. Que te ha hecho venir aquí?- le preguntó la diosa a Meliodas- Si es para terminar nuestra pelea de hace 3000 años me temo decirte que no se podrá ya que no tengo un cuerpo físico

-No! Quiero que dejes de llevar la cabeza de mi amigo con mentiras- le dijo Meliodas con el ceño fruncido.

- Amigo?- preguntó- nunca nosotras, las diosas, ni los humanos, gigantes o hadas hemos sido tus amigos. No tienes ningún aliado en este mundo, mucho menos ante tu sangre de demonio. Ni siquiera tu hija. Solo eres un triste y patético Niño maldito.

- Mi hija?- preguntó Meliodas.

- No recuerdas? Tú ibas a tener un hijo, Meliodas- le dijo.

- Mi hijo murió con su madre, nunca nació!- gritó enojado.

- Y si te dijera que si nació y que fue niña?- le preguntó, Meliodas se quedó callado-

- No te creo- le dijo Meliodas después de unos segundos.

- Créelo, Meliodas, tú hija está viva, de eso se encargaron las diosas- le respondió.

- Donde está?!- le gritó.

- No lo sé, pero te aseguro, que viva ya no durará mucho.- le respondió burlona, Meliodas encendió su mano en fuego oscuro y se lo lanzó a la trompeta destruyendola. La diosa solo rió.

- Si eso es verdad... la encontraré y lucharé para que seamos la familia que estuvimos destinados a ser.- habló a las cenizas- LAS PROTEGERÉ A AMBAS.-

Continuará...